Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

El tiempo es uno de esos conceptos más primigenios, complejos, relativos, abstractos, subjetivos y de alguna forma extraña conocida por todos nosotros en alguna forma. Está presente ante nosotros, valga la redundancia, todo el tiempo y es complicado siquiera comenzar a hablar de él.

En el origen de todo está el origen del tiempo y no puedo dejar de preguntar ¿si antes del tiempo, habría tiempo? En la discusión ontológica del tiempo, en el principio, ¿era todo vacío? Como si un cronómetro en ceros estuviera listo para iniciar a correr, esperando esa chispa de energía que dio origen al movimiento originario del universo. El vínculo parece casi natural, el tiempo y la energía van juntos o ¿son la misma cosa?

Para nuestro alcance terrenal pensamos en el tiempo en segundos, minutos y horas. El Sistema Internacional de Medidas utiliza al segundo de efemérides como la base de la medición el tiempo en el mundo y equivale a uno en 86,400 segundos que componen un día solar.

Sin importar la sociedad, el tiempo se ha medido —quizá con menor precisión— en las temporadas, posición de sol, fases lunares y otros mecanismos.

Pero volviendo a nuestro análisis, ya en términos más cosmológicos, el tiempo y la energía están relacionados íntimamente —incluso, se antoja decir que pueden ser la misma cosa. Hace algunos años atrás, los científicos se dieron cuenta de que el universo no se expande a una velocidad constante, sino que se acelera. Para que un cuerpo se acelere requiere de energía adicional a la energía inicial. ¿Qué le da energía al universo?

Uno de los descubrimientos más revolucionarios de Galileo Galilei, entre 1589 y 1592, fue que, sin importar su masa y sin resistencia, los objetos caen con la misma aceleración producto de la fuerza de gravedad que da velocidad a los cuerpos. Es decir, que la gravedad actúa como la fuente de aceleración sobe los cuerpos.

Una hipótesis es que aquello que acelera la expansión del universo es algo llamado energía oscura, de lo que hablaremos la siguiente semana, y que está muy relacionada con el tiempo. Siguiendo los postulados de la segunda Ley de la Termodinámica, mientras el tiempo avanza la cantidad de desorden en el universo incrementará; dado que el desorden incrementará después de que algo pasa, eso significa, entonces, que el tiempo viaja en una sola dirección.

Esto se le conoce como la flecha del tiempo y es la base de la teoría que explica que el viaje en el tiempo es posible como un salto hacia adelante, pero jamás hacia atrás. Considerando estas restricciones, y sin entrar al campo de la física cuántica o los agujeros de gusano, la invención de una máquina del tiempo no significaría que podamos viajar al pasado, como en «Volver al Futuro»; pero sí sería posible saltar en el tiempo hacia adelante como en «El Planeta de los Simios».

Se agota el espacio, y el tiempo; sin embargo, continuaremos la siguiente semana con estas reflexiones sobre el nexo de la energía y el tiempo, explorando el concepto de la energía oscura, y también el de la materia oscura, que conforma cerca de 70% de la energía total del universo observable.

Indudablemente, conocemos solo la punta del iceberg de la energía en el universo.

tiempo energía | Business Insider Mexico

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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