• Teresa Perales es una campeona de renombre internacional que encontró en la natación una sensación de libertad luego de haber perdido la movilidad en sus piernas a causa de una neuropatía.
  • Con 27 medallas obtenidas en seis Juegos Paralímpicos de Verano, Teresa comparte con Business Insider México, las lecciones que aprendió al adaptarse al cambio, ponerse como centro de su felicidad y dejarse sorprender por la vida y las oportunidades que le presentó.
  • Teresa participará como ponente en el World Business Forum (WOBI), que se realizará los próximos 7 y 8 de noviembre, en Expo Santa Fe.
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Teresa Perales es una campeona de renombre internacional. En 25 años de carrera en natación paralímpica, ha ganado 27 medallas en las justas veraniegas entre 2000 y 2020. Y ya se prepara para París 2024.

«Son muchos años y claro», dijo Teresa en entrevista para Business Insider México. «Mi hijo, sorprendido, me preguntaba ‘¿Cómo has aguantado todo este tiempo?’ (…) Pues porque me gusta siempre dar lo mejor de mí; me gusta siempre crecer».

Teresa ve la natación como una manera de agradecer «primero que estoy viva; segundo que tengo la oportunidad de hacerlo conociendo a mucha gente por el mundo que no ha tenido la oportunidad que he tenido yo», dijo. Para Teresa su continua preparación es una manera de aprovechar cada instante, cada segundo y hacer que todo merezca la pena.

Teresa participará como ponente en el World Business Forum (WOBI), que se realizará este 7 y 8 de noviembre, en Expo Santa Fe.

La libertad que le da el agua a Teresa Perales

Nacida en Zaragoza un 29 de diciembre, a los 19 años perdió la movilidad de la cintura para abajo a causa de una neuropatía; fue entonces cuando descubrió el nado. «Aprendí a nadar con un chaleco salvavidas (…) a los 19 años después de quedarme en silla de ruedas por una enfermedad», contó Teresa.

El agua llegó a su vida cuando su nueva realidad le planteó retos que le parecían imposibles de superar. «Pasó la piscina con aquel chaleco salvavidas y descubrí que me gustaba».

«Fue en un momento en el que estaba descubriendo una nueva forma de vivir, de hacer las cosas, de enfrentarme a una realidad que no era nada cómoda», recordó.

Para Teresa, una de las claves al descubrir tu propósito es dejarse llevar y dejarse sorprender. «La vida me sorprendió con con una puerta maravillosa que era la de la competición», dijo. En un principio no creyó que el nado competitivo no era para ella. «Me daba vergüenza la exposición pública… meterte en una piscina con 17,000 personas mirando, hay que ser brava», dijo.

Sin embargo, desde aquel primer momento en una alberca, le gustó la sensación de dominar su cuerpo y la libertad que le daba el agua. Con el tiempo y varios entrenamientos, comenzó a disfrutar de esos días en los que el cronómetro se paraba cada vez más rápido y supo que quería competir.

Competir para vivir

Teresa compite en las clasificaciones S5, SB4, SM5 de natación. Esta se aplican a los nadadores según su nivel de discapacidad; abarca a aquellos con pleno uso de sus brazos y manos, pero con limitaciones o nulo uso de su tronco y piernas.

Tanto en la categoría de 50 m estilo libre como en la de 100 m estilo libre en piscina larga, el récord mundial en la rama masculina lo ostenta el brasileño Daniel Dias; mientras que en la rama femenina el récord mundial pertenece a Teresa.

En 1997, Teresa ganó su primer campeonato nacional de natación. Un año después, hizo su debut internacional en el Campeonato Mundial. Ha competido en seis Juegos Paralímpicos de Verano, en 2000, 2004, 2008, 2012, 2016 y 2020.

En su primera justa veraniega ganó un bronce, en los 100 y 200 metros estilo libre; un bronce en los 50 metros espalda y 50 metros estilo libre, y una plata en los 50 metros mariposa. Sería en los Juegos de Atenas 2004, con 27 años, que Teresa ganaría las primeras medallas de oro en su carrera paralímpica.

Pero, para Teresa «la competición está en las cosas que hacemos todos los días para ser mejores; no compites para ganar, sino para vivir».

Teresa Perales rumbo a París 2024

Las lecciones aprendidas durante la pandemia le han dado disciplina que implica el reto de competir en París 2024.

«En 2020 acababa de de hacer las marcas mínimas para los juegos (…) y de pronto, nos encierran en casa; que aquí en Zaragoza donde yo vivo estuvimos muchísimo tiempo confinados», recordó.

Con las albercas cerradas, el entrenamiento para los juegos de Tokio fue un reto. «Los atletas se compraban cintas de correr los ciclistas las bicicletas; había algunos deportes que más o menos podían organizarse», dijo. Pero para los nadadores, el entrenamiento fue diferente.

«La musculatura del nadador es elástica, muy larga y fuerte, pero no dura, porque tiene que ser flexible. Nos poníamos a hacer muchas pesas y de hecho cambió mi tipo de musculatura», dijo.

Después de pasar cinco años entrenando para Tokio 2020, el reto es la preparación para París con tan solo tres años de entrenamiento. «A mí me ha venido bien, porque al final voy a presentarme con 48 años, aunque sí, teniendo menos tiempo de entrenamiento», dijo Teresa.

La espiral del optimismo y la felicidad

Para Teresa Perales es muy importante que seamos capaces de adaptarnos, y para eso no hay que tener miedo a ‘desaprender’ y a cambiar la forma de hacer las cosas.

«Yo he tenido que aprender a hacer las cosas de una manera diferente (…); tuve que aprender a caminar con una silla de ruedas; aprender a vestirme de una manera distinta, mucho más difícil, mucho más incómoda; tuve que aprender a ponerme delante de una persona y que esa persona mirara para abajo y yo mirar para arriba porque estoy sentada en la silla de ruedas y ver cómo les cambiaba el gesto», dijo Teresa.

Sin embargo, también aprendió a gestionar cómo le afectaba y, como ella dice, «a volver a darle ese giro de tuerca, llevármelo a mi terreno y sacarle partido y cambiar la forma en la que la gente me miraba: de esa tristeza, al principio, o de esa lástima, al ‘oye, qué orgullo'», dijo.

Y esa es otra de las lecciones de vida para Teresa, el ponerse a uno primero «El poner a los demás como una prioridad es algo que también tenemos que desaprender», dijo.

Así es como desarrolló uno de los temas centrales en las charlas que realiza alrededor del mundo, el de la espiral del optimismo y la felicidad.

Según Teresa, «uno tiene que crear su propia espiral de optimismo y felicidad (…) tú eres el centro de tu espiral, el centro de tu motivación. Tienes que ver qué necesitas a tu alrededor para ser feliz, para estar bien y para sentirte completo en ese equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu», concluyó.

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