Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

“El próximo milagro energético es la energía nuclear”

Bill Gates

Allá en los años 1950s, la energía nuclear era la promesa de un futuro brillante basado en energía barata y no contaminante. Pero el sueño se truncó, principalmente por la mala prensa derivada de los eventos catastróficos como el de Three Mile Island en Estados Unidos en 1979 y el de Chernobyl, en la Ucrania soviética en 1986.

A pesar de ello, las plantas nucleares conservan la tasa más baja de muertes y emisiones de gases de efecto invernadero por energía generada en tecnologías térmicas. Es decir que la generación con carbón, petróleo, gas natural y hasta hidroeléctricas han causado más accidentes y muertes por unidad de energía generada.

El boom nuclear se dio entre las décadas de 1950 y 1980 y se detuvo prácticamente en 1988 solo para reducirse en la década de 2010. En comparación, mientras los costos de energías renovables han disminuido a velocidades dramáticas, tecnologías más probadas como las turbinas de ciclo combinado o motores de combustión interna han mejorado también sus costos y eficiencias. Lo anterior debido, principalmente, a que la innovación y desarrollo tecnológico, así como una fuerte competencia, no se han detenido.

Sin embargo, para las centrales nucleares han sido 30 años y los costos nivelados se han mantenido prácticamente en los mismos niveles porque la memoria de los accidentes nucleares se encuentra ahí. Y mientras pasaron los años, el desarrollo tecnológico de las plantas nucleares se fue estancando.

Ahora bien, vale la pena señalar que cuando hablamos de planas nucleares, en general, existen dos formas de generar electricidad: la fisión atómica y la fusión atómica. La primera es la única que se ha desarrollado comercialmente y es de las cuales hemos estado hablando hasta este punto. La segunda, por su parte, se mantiene en desarrollo en la comunidad internacional y representa la posibilidad de un segundo aire para las centrales nucleares.

La fisión nuclear es la generación de una masiva cantidad de energía debido a la división de un átomo. Los combustibles nucleares más comunes son los isótopos de uranio-235 y el plutonio-239. En una planta nuclear, la energía cinética liberada por estos materiales se convierte en calor que calienta un fluido, normalmente agua, que se convierte en calor y mueve una turbina que produce la energía.

La fusión nuclear, por su parte, es el proceso inverso. Se genera una gran cantidad de energía por la unión de dos o más núcleos atómicos para formar un diferente núcleo atómico u otras partículas subatómicas. Las reacciones de fusión tienen mucho mayor densidad energética que las reacciones de fisión y con ello pueden producir electricidad con el mismo principio que la fisión.

La fusión atómica tiene ventajas sobre la fisión nuclear, particularmente en que puede generar mayor energía y emitir menos desechos tóxicos, una menor radioctividad y los riesgos de un accidente en magnitud similar a los de Chernobyl o Fukushima son menores, por lo que la comunidad científica busca lograr un avance para producir energía limpia y barata a través de la fusión nuclear.

Pero siempre hay un «pero». ¿Qué detiene el progreso de la fusión nuclear? Como lo señalaba al inicio como el desarrollo científico y tecnológico de la energía nuclear se detuvo casi 30 años, el presupuesto ha sido insuficiente y empresas y gobiernos han decidido centrarse en otras áreas como las renovables, el almacenamiento y el hidrógeno. Esto hace muy improbable que, en el futuro, veamos una central eléctrica nuclear por fusión comercialmente viable porque el tiempo no perdona y la promesa de un futuro nuclear se quedará solo en aquellas películas de los 1960s.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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