Alejandro Berman

Alejandro Berman

Cuando la televisión se popularizó a mitad del siglo 20, seguramente algunos mercadologos se preguntaron: “¿Para qué vamos a hacer publicidad en televisión si la radio nos ha funcionado muy bien?”

Hasta ese entonces, la radio era el principal medio de comunicación en el mundo. La combinación de música, programas hablados y radionovelas, hacía que las familias se reunieran todas las noches alrededor de su equipo de sónido para entretenerse. 

Quienes entendieron y utilizaron el poder de la televisión para construir marcas, ganaron, al menos, 50 años de ventaja competitiva. Las marcas que dominaron el mercado vieron en la televisión la plataforma ideal para difundir su mensaje de manera simultanea a millones de personas. Podían construir confianza y vender sus productos cuando las familias visitaran los supermercados.

Esta fórmula funcionó muy bien durante décadas, haciendo la vida de los mercadólogos “relativamente” fácil. Conseguir un buen presupuesto permitiría poner un comercial de tu marca en los programas más populares de la televisión y dispararía las ventas.

Hasta que llegó la era digital y se nos exigió aprender a hacer marketing en buscadores. Construir páginas web que funcionaran tanto en computadoras como en celulares. Abrir perfiles de redes sociales. Crear contenido que pudiera ser viral en facebook, twitter, instagram, snapchat, pinterest y linkedin. Aprender a hacer podcasts para plataformas de audio online, campañas de video de seis segundos, en vertical y en horizontal, sin audio y con subtítulos. Hacer contenidos para Youtube y aprender a hacer TikToks. Negociar con influencers. Desarrollar apps. Crear campañas de e.mail, banners de display, retargeting y pauta programática. Crear bots de whatsapp y de messenger para atender a nuestros clientes. Y hasta apender cómo hacer skills de Alexa para subirnos al mundo del voice commerce.  

Al marketing digital lo reta cada nueva plataforma

Al igual que a los influencers, a quienes esta nueva realidad les exige aprender y “subirse” rápidamente a cada nueva plataforma de moda, a los mercadólogos nos demanda lo mismo: aprender sin demoras cómo desarrollar contenidos en cada nueva plataforma. Esto es verdaderamente agotador, pero igualmente fascinante. Nos exige estar siempre aprendiendo y escuchando a nuestro target. 

Además, las nuevas plataformas se hacen más populares a mayor velocidad. Mientras que a la televisión le tomó 75 años llegar a tener 50 millones de usuarios, la aplicación de Pokemon Go tardó 19 horas en lograr la misma cifra de usuarios. 

Y por si este escenario fuera poco retador, la pandemia de Covid-19 aceleró la necesidad de adoptar un enfoque omnicanal a la hora de hacer marketing, más rápido que nunca. Miles de marcas aprendieron a hacer comercio a través de mensajería movil, a tener esquemas de comercio electrónico directo a los consumidores (D2C), y a brindarle a sus usuarios soluciones como “recoger su pedido en tienda”. 

Al igual que ocurrió con la llegada de la televisión, estoy seguro que aquellos mercadologos que aprendan rápidamente cómo aprovechar las nuevas plataformas, lograrán años de ventaja competitiva sobre el resto de sus colegas que no lo hagan. 

El fascinante, exigente y agotador mundo del marketing digital
Brenda Peralta | Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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