Alejandro Berman

Alejandro Berman

Y de repente las cosas cambiaron en las startups. Nos enfrentamos a una nueva realidad compleja resultado de efectos en cadena. La disrupción que nos causó el Covid-19 produjo la interrupción en las cadenas de suministro del mundo y desabasto de ciertos productos. Aunado a ello, la desaceleración económica empujó al gobierno de Estados Unidos a imprimir enormes cantidades de dinero, produciendo efectos de incremento de inflación en todo el mundo.

La inflación ha empujado a los bancos centrales de casi todos los países a aumentar las tasas de interés. La finalidad es hacer más “caro” el costo del dinero. 

Para rematar, en Europa oriental, en una acción que desentona con los tiempos que vivimos, Rusia invadió Ucrania. Sí, invadir a otro país en pleno siglo 21, después de dos años de pandemia global, por más inverosímil que parezca. 

Esta invasión ha puesto en shock varios mercados ante el rol de Ucrania como productor de alimentos. Por ende, ha ejercido mucha más presión de la que había en la inflación de los países del mundo.

Esto ha resultado en una caída en las valuaciones de casi todas las empresas de tecnología en las últimas semanas. Y las firmas de capital de riesgo —históricamente impulsoras de startups de alto crecimiento a través de la inyección de recursos— han visto disminuido su apetito de seguir invirtiendo tantos recursos en estas empresas que conllevan un riesgo importante.

Basta darnos una vuelta por varios hilos de Twitter de los principales líderes de firmas de capital de riesgo para entender que las cosas han cambiado radicalmente en las últimas semanas. Esto plantea un panorama retador, una nueva forma de jugar en un nuevo tablero.  

Los retos van desde cuidar con rigor el uso del flujo de caja y calibrar metas de crecimiento, hasta buscar la rentabilidad en el menor plazo posible.

Nadie sabe cuánto va a durar esta situación, pero debemos prepararnos para que sean varios años, al menos. Es un escenario que plantea cambiar rápidamente la forma como hemos venido operando en los últimos años. Una nueva coyuntura.

Cómo pueden las startups sortear los obstáculos del camino

Uno de los términos que más me gusta por lo que significa y el mindset que enarbola es el de bootstraping. Tratando de hacer una traducción semántica sería como “ponerse las botas”. 

El bootstraping significa crecer con los recursos propios, con mucha creatividad y limitaciones. Sin grandes inversiones, pero con crecimientos consistentes y rentabilidad que permitan seguir operando.

Hay varias historias increíbles sobre empresas emergentes que crecieron a través de bootstraping sin la necesidad de inyecciones de capital. Tenemos los casos de Calendly y Lucy. 

Independientemente de lo bien o mal fondeadas que estén nuestras startups para enfrentar los retos del futuro, lo mejor es empezar a adoptar el bootstraping como el principal modelo de pensamiento y marco de referencia. 

En el mejor de los casos, nos permitirá ser mucho más eficiente con los recursos actuales y mejorar la rentabilidad. En el peor de los casos, será la clave de la supervivencia. 

Es momento para pensar cómo el marketing puede ponerse las botas para caminar sobre las sendas rocosas que se vienen. ¿Cómo hacer más eficiente nuestro costo de adquisición de clientes? ¿Cómo pivotear rápidamente a fortalecer los canales orgánicos? 

Necesitamos apalancar el valor de marca, la audiencia y comunidad afín a nuestra marca y a nuestro propósito. Debemos apostar por el contenido y traer a la vida nuestra promesa de marca brindando una experiencia extraordinaria para nuestros clientes, con la finalidad de asegurar su lealtad, retención y recomendación. 

La flexibilidad, la rapidez, la austeridad y el asertividad a la hora de tomar decisiones serán claves para ganar. 

Entendiendo la realidad que estamos enfrentando y los retos que se ven en el horizonte en el caso de las startups y los equipos de marketing, más nos vale ponernos las botas porque lo que viene es un camino lleno de piedras y obstáculos. Pero donde, al final, puede estar la cima. 

  • Alejandro Berman es vicepresidente de mercadotecnia de LaHaus. Ha liderado equipos de marketing en diversas start ups y ha estado al frente de iniciativas de marca en empresas como CEMEX y The Home Depot. Durante 11 años formó parte de Cuauhtémoc Moctezuma – Heineken México, donde fue director de marca y de medios. Ha ganado premios por sus campañas digitales. Es conferencista especialista en mercadotecnia, publicidad y estrategia de medios digitales.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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