• La generación Z está transformando la conversación sobre salud mental en el trabajo, llevando la vulnerabilidad y la empatía al entorno laboral.
  • Sin embargo, los esfuerzos bien intencionados para lograr que la gente piense y hable más sobre la salud mental pueden, involuntariamente, promover una insistencia en las emociones negativas 
  • Las empresas están respondiendo a la creciente demanda de apoyo emocional con nuevos programas y beneficios para la salud mental.
  • ¡Nos vemos en TikTok!

La generación Z quiere hablar sobre temas de salud mental, pero también quiere hacerlo en la oficina.

En una encuesta realizada en 2023 a casi 3,000 personas, la generación Z tenía casi el doble de probabilidades que otras generaciones de decir que padecía problemas de salud mental.

Casi la mitad dijo que les parecía bien hablar de ello en el trabajo: 20% más que otras generaciones. Como anécdota, los jefes dijeron que sus empleados más jóvenes enfrentaban ansiedad y que no tienen reparos hablar sobre ello abiertamente.

Esta aceptación de los más jóvenes sobre la vulnerabilidad no debería ser una sorpresa. La generación Z creció en medio de un movimiento para desestigmatizar los temas sobre salud mental y alentar a las personas a recibir tratamiento.

Los Gen Z fueron testigos de un aumento en las tasas de suicidio, especialmente entre aquellos de su misma generación. Vieron a famosas como Selena Gomez, Simone Biles y Demi Lovato hablar sobre temas que alguna vez fueron tabú; como el trastorno bipolar; la depresión, y el TDAH. En los últimos años, también experimentaron cómo los índices de depresión y ansiedad se dispararon.

Además, cuando se trata de salud mental, la generación Z fue sintiéndose cada vez más segura. Eso los animó a ser más vulnerables sobre sus luchas, apoyar a sus compañeros de trabajo y presionar a sus empresas para obtener mejores oportunidades.

¿Enfocarse en temas de salud mental todo el tiempo es necesario?

En una encuesta reciente sobre empresas estadounidenses, realizada por el grupo consultor Mercer y publicada por la Cámara de Comercio de Estados Unidos, las empresas informaron de un aumento en la demanda de atención a la salud mental.

Para responder a ello, 94% de las empresas que emplean a más de 500 personas agregaron una serie de beneficios relacionados con la salud mental; desde un mayor acceso a terapia, hasta programas de concienciación y prevención sobre la salud mental en la propia oficina.

En todo el espectro empresarial, hablar de salud mental está de moda.

Solo hay un problema. Si bien es importante desestigmatizar las enfermedades mentales, aunque exista un lugar de trabajo centrado en la salud mental, no siempre puede funcionar para mejorar los problemas relacionados con esta.

Artículos recientes sobre la terapia de lenguaje y la psicoterapia apuntan a una sensación cada vez mayor de que el discurso sobre salud mental que experimentamos podría haber rebasado los límites.

De hecho, los investigadores especializados en el tema creen que hablar demasiado sobre tus problemas psicológicos puede empeorarlos.

Un entorno de trabajo saludable es aquel en el que las personas se sienten apoyadas y alentadas a realizar un trabajo significativo, no uno que se obsesione con la salud mental.

79% de los estadounidenses creen que la salud mental es una emergencia de salud pública

Los estadounidenses están preocupados por la crisis de salud mental. De acuerdo a una encuesta de 2022 para adultos, realizada por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, 79% dijo que consideraba la salud mental como una emergencia de salud pública en Estados Unidos.

En diciembre se les preguntó en una encuesta de la KFF sobre los temas cruciales que los candidatos presidenciales de 2024 debían discutir.

Una gran cantidad de personas dijeron que el acceso a la atención y el tratamiento de la salud mental era lo más importante; en comparación con aquellos que mencionaron la migración, la violencia armada, el aborto o la crisis climática.

La preocupación de los estadounidenses tiene sentido. Gallup descubrió que, entre 2015 y 2023, la proporción de estadounidenses que afirman ser diagnosticados con depresión aumentó de 20% a casi 30%.

En solo 20 años, el número de estadounidenses que recibieron tratamiento por problemas relacionados con la salud mental se disparó de 27 millones en 2002 a casi 56 millones en 2022.

La mitad de los médicos estadounidenses que participaron en una encuesta de CVS Health/Harris Poll en 2024, informaron que la salud mental de sus pacientes estaba empeorando.

Entre los jóvenes, el problema es peor. Una encuesta de KFF/CNN de 2022 descubrió que los jóvenes adultos menores de 30 años expresan recurrentemente que se sienten deprimidos o ansiosos; a comparación del grupo de mayor edad. 

Las consecuencias de los problemas de salud mental en el ámbito laboral

En una encuesta reciente del Laboratorio de Desarrollo Humano del Instituto Archbridge, en el que soy director, 64% de los jóvenes estadounidenses de la generación Z entre 18 y 29 años afirmaron que su salud mental es buena. Sin embargo, fue un promedio menor que cualquier otro grupo de edad y en marcado contraste con el resto. Aproximadamente 90% de las personas mayores de 45 años dijeron lo mismo.

Estas tendencias tienen implicaciones importantes para el lugar de trabajo. La mala salud mental reduce la participación en el entorno, el compromiso y el desempeño laboral, lo que tiene efectos directos en la economía: aproximadamente 50,000 millones de dólares en pérdidas de productividad cada año.

Las empresas ya están notando el impacto: se realizó una encuesta en 2023 a 152 grandes empleadores estadounidenses. 77% de las empresas informaron de un incremento en los problemas de salud mental entre sus empleados.

La estrategia de Recursos Humanos para minimizar las consecuencias de los problemas de salud mental

Para abordar este problema, el área de Recursos Humanos inundó el lugar de trabajo de varias empresas con herramientas y programas.

Utilizaron desde herramientas online y asociaciones con aplicaciones de bienestar y terapia como Calm and BetterHelp; hasta recursos internos como grupos de apoyo en la oficina, seminarios sobre salud mental, y espacios específicos para practicar la meditación y el yoga.

Muchas empresas también están adoptando este cambio cultural. Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales realizó un encuesta y reveló que tres cuartas partes de los trabajadores encuestados afirman que es apropiado hablar sobre salud mental.

Además, dijeron que los supervisores y altos directivos son responsables de ayudar a los empleados a sentirse cómodos hablando de sus emociones.

Los videos de TikTok mostraban a las personas grabando sus breakdowns o bajones en el trabajo. En las redes sociales, los miembros de la generación Z intercambian consejos sobre cómo evitar trabajos tóxicos.

En series de televisión relacionadas con el trabajo como Severance, Industry y The Bear, la salud mental es el eje de la trama. Todo el mundo está de acuerdo y es verdad, las empresas deben hacer cambios.

Puede que los esfuerzos por concientizar sobre estos temas empeoraron el problema

Es importante romper con el estigma de la salud mental. Personas que luchan contra la depresión o la ansiedad no buscan ayuda por temor a que pueda dañar su reputación; sus relaciones sociales y sus aspiraciones profesionales.

En ese sentido, es buen que la generación Z tenga iniciativa en cuanto a temas de salud mental. Los entornos de trabajo deben convertirse en lugares de apoyo, donde los compañeros y supervisores aborden los problemas de salud mental con más empatía.

Pero hay un límite. Hablar demasiado sobre la salud mental puede ser contraproducente. Tomemos como ejemplo la «expansión del concepto», que se define como la idea de que los significados de cosas como el abuso, el trauma, la ansiedad y la depresión se han expandido a lo largo de los años. 

En los últimos años, las experiencias emocionales negativas que antes se consideraban parte normal de la vida, ahora se perciben como síntomas de trastornos psicológicos. 

El trauma, por ejemplo, antes hacía referencia a la grave angustia psicológica que surgía de raras experiencias que amenazaban la vida. Actualmente, se utiliza para describir una angustia menos grave causada por una variedad más amplia de eventos adversos, como la exposición a discursos ofensivos o medios violentos.

Algunos psicólogos creen que los esfuerzos por aumentar la concienciación sobre la salud mental en el mundo occidental en realidad empeoraron este el problema. 

Alentaron a las personas a concentrarse en experiencias psicológicas negativas e interpretar los niveles normales de malestar emocional como un síntoma anormal.

La mala interpretación de sus emociones puede conducir a un autodiagnóstico. Esta mentalidad los predispone a comportarse como si realmente tuvieran un trastorno mental; esto aumenta su riesgo de desarrollar una enfermedad de salud mental.

¿Promovemos los efectos de los problemas de salud mental cuando buscamos combatirlos?

Los esfuerzos bien intencionados para lograr que la gente piense y hable más sobre la salud mental pueden, involuntariamente, promover una insistencia excesiva en las emociones negativas y las inseguridades personales; en psicología a esto se le conoce como rumia una condición que puede exacerbar la angustia psicológica.

Las investigaciones indican que la rumiación puede empeorar la depresión y los trastornos de ansiedad. Por esta razón, ayudar a otras personas es una forma especialmente efectiva de reducir los síntomas de ansiedad y depresión y hace que las personas dejen de pensar en sus propios problemas.

Cuando los empleadores alientan a los trabajadores a dedicarle tiempo a concentrarse en su salud mental con chequeos emocionales o incluyendo lenguaje relacionado a esta en las conversaciones de oficina, es posible que estén presionando a los empleados a reflexionar sobre sus problemas y empeorarlos.

Aunque los jefes o compañeros de trabajo puedan ser comprensivos, la mayoría no son psicólogos o psiquiatras y, por tanto, carecen de los conocimientos necesarios para identificar y tratar adecuadamente las enfermedades mentales.

Los límites entre el trabajo y el área emocional de sus empleados y jefes

También hay cierto riesgo profesional. Compartir información sobre tu salud personal con compañeros y supervisores puede desdibujar los límites profesionales y acabar en discriminación debido a una percepción alterada de tu competencia que podría afectar a tu progreso profesional.

Los investigadores descubrieron que cuando los jefes comparten demasiado sobre sus problemas psicológicos, la imagen que tienen de ellos sus empleados puede verse afectada.

En otras palabras, la oficina no está equipada para tratar problemas de salud mental, pero puede ayudar de otras maneras

Lo que sí tiene un impacto tangible en el bienestar de las personas en el trabajo es si consideran significativo que su trabajo es significativo.

Cuantas más personas consideren significativas sus vidas (y su trabajo), menor será el riesgo de padecer depresión y ansiedad, o de cometer abuso de sustancias y suicidio.

Cuando las personas experimentan problemas de salud mental, las partes de su vida que consideran significativas pueden desempeñar un papel importante en su recuperación.

En el trabajo, encontrar significado también mejora la propia organización. Es más probable que los trabajadores reporten altos niveles de satisfacción laboral y menores intenciones de dimitir si consideran que su trabajo es significativo.

Es natural tener una necesidad de darle propósito a la vida

He pasado dos décadas de mi carrera como psicólogo existencial estudiando la necesidad de darle sentido y propósito a la vida. La lección más importante que los empleadores pueden aprender es que el significado tiene que ver con la importancia social.

Las personas se sienten más realizadas cuando creen que están haciendo contribuciones importantes a la vida de los demás. 

Las investigaciones descubrieron que es más probable que las personas le vean sentido a su trabajo cuando se centran en cómo este sirve a un bien mayor, en lugar de en cómo les sirve a ellos para avanzar en su carrera. 

Otras investigaciones descubrieron que el trabajo es más significativo cuando los trabajadores tienen un fuerte sentido de autonomía en él y creen que sus esfuerzos influyen de manera significativa y positiva en la vida de los demás.

Dar prioridad a la salud mental en el lugar de trabajo es crucial; después de todo, muchos de nosotros pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en la oficina. Pero, en última instancia, la solución no es tan sencilla como crear conciencia y fomentar conversaciones abiertas.

En cambio, los empleadores deberían garantizar que su personal tenga acceso a sistemas de atención a la salud mental y al mismo tiempo crear una cultura laboral positiva que promueva el trabajo significativo.


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