- Wang Chuanfu creció como huérfano en una de las regiones más pobres de China.
- Ahora es una de las personas más ricas de aquel país y su empresa BYD acaba de superar a Tesla en ventas globales de vehículos eléctricos.
- Desde obtener el respaldo de Warren Buffett hasta ganar la carrera de vehículos eléctricos, aquí está la historia de Chuanfu.
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Es un cuento de hadas para la era moderna: un huérfano de una de las regiones más pobres de China ascendió para convertirse en el multimillonario fundador del principal productor mundial de automóviles eléctricos: BYD.
Los vehículos de BYD se venden ahora en más de 60 países y la empresa acaba de desbancar a Tesla como el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, vendiendo 42,000 automóviles más que su rival estadounidense el año pasado.
Pero el hombre en el centro de la historia, Wang Chuanfu, a menudo ha pasado desapercibido. En cambio, la historia de casi 30 años de BYD nos da destellos de su pensamiento estratégico, adaptabilidad y visión.
El origen Wang
Nacido en 1966 en la provincia agrícola de Anhui, en el este de China, Chuanfu fue criado por sus hermanos mayores después de que sus padres, ambos agricultores de arroz, fallecieran.
Obtuvo una beca para estudiar química en la Universidad Central del Sur, conocida en ese entonces como la Universidad Industrial del Sur Central, y más tarde obtuvo una maestría en tecnología de baterías en el Instituto de Investigación General de Metales No Ferrosos de Beijing, ahora conocido como el Grupo GRINM.
Después de unos años como investigador gubernamental, Chuanfu se trasladó al sur de Shenzhen, un creciente centro de innovación gracias a su designación como Zona Económica Especial.
Allí, Chuanfu, de 29 años, junto a su primo, Lu Xiangyang, se convirtió en el fundador una empresa de fabricación de baterías para teléfonos celulares y la llamaron BYD.
Chuanfu ha dicho en entrevistas que en ese momento el nombre no representaba nada. Desde entonces, ha adquirido dos apodos adecuados: «Build Your Dreams» (Construye tus sueños) y «Bring Your Dollars» (Trae tus dólares).
Éxito con baterías para celulares
En cuatro meses, tenían un edificio de oficinas y una fábrica gracias a una inversión de 300,000 de dólares por parte de su primo, informó el Wall Street Journal.
Desde el principio, BYD tuvo una estrategia clara: emular productos exitosos y mantener sus costos lo más bajos que se pudiera.
La idea era emular productos de firmas como Toyota, Sanyo y Sony, pero más baratos.
En lugar de utilizar maquinaria costosa, Chuanfu firmó a una gran fuerza laboral con contratos a corto plazo, lo que le permitió evitar aumentos salariales, según el WSJ.
Para 2002, BYD dominaba el mercado de baterías recargables. Sus clientes incluían a Motorola, Nokia, Sony Ericsson y Samsung. Chuanfu también figuraba en la lista de los más ricos de Forbes China.
Al año siguiente, Chuanfu compró la fallida fabricante estatal de automóviles Tsinchuan Automobile y la renombró BYD Auto.
Junto con BYD Electronics, que fabrica baterías y componentes para teléfonos, estas dos subsidiarias constituyen las principales operaciones de la empresa.
En 2005, BYD lanzó un sedán llamado F3. Era mucho más barato que el Toyota Corolla al que se parecía y encabezó las listas de ventas en China al final de la década, según informó el WSJ.
El respaldo de Warren Buffett
A finales de la década de 2000, Warren Buffett buscaba capitalizar la creciente demanda de automóviles en China y, siguiendo la recomendación de su socio Charlie Munger, centró su atención en BYD.
Refiriéndose al fundador de BYD, Munger dijo que le dijo a Buffett: «Este tipo es una combinación de Thomas Edison y Jack Welch, algo así como Edison para resolver problemas técnicos y algo como Welch para lograr lo que necesita hacer. Nunca he visto nada igual».
Durante un recorrido por sus operaciones, según informó el Journal, Chuanfu tomó un sorbo de líquido de la batería para impresionar a los inversionistas y demostrar lo limpias que eran sus baterías.
Sin embargo, renuente a desprenderse de una gran parte de su empresa, rechazó la oferta inicial de Berkshire Hathaway para comprar 25% de BYD.
El enfoque ético de Chuanfu fue visto de manera positiva. En 2008, Berkshire Hathaway invirtió 232 millones de dólares en BYD.
El respaldo captó la atención de inversionistas en todo el mundo y aceleró el ascenso de la empresa.
BYD aumentó su valor en 5,100 millones de dólares y Chuanfu encabezó la lista de los más ricos de Forbes China por primera vez en 2009.
Adaptabilidad y enfoque del fundador de BYD
A diferencia de personalidades muy conocidas como Elon Musk o Jack Ma, Chuanfu ha mantenido constantemente un perfil bajo, evitando escrutinios no deseados.
«Nunca se trata de alimentar un ego. Creo que siempre apuntan a los vehículos, siempre apuntan a la empresa», dijo Tu Le, fundador de Sino Auto Insights, una firma de consultoría, a Business Insider.
Después de una ligera disminución en las ventas, BYD volvió a encarrilarse. Ganó contratos de transporte público de las ciudades chinas de Shenzhen y Hunan, así como acuerdos con Ámsterdam, Fráncfort y Los Ángeles, según Bloomberg.
BYD es ahora el mayor fabricante mundial de autobuses eléctricos con más de 50,000 en circulación a nivel global, y más de 1,000 vehículos en circulación o en producción en los Estados Unidos. Tiene una enorme fábrica en Lancaster, California, que fabrica autobuses, así como otros vehículos como camiones y montacargas.
Desde 2009, el fabricante de automóviles también se ha beneficiado de miles de millones en subsidios chinos y asistencia indirecta para fomentar a las empresas emergentes de vehículos eléctricos.
Pero eso no significa que los logros del fundador de BYD no se comparen con los principales empresarios del mundo.
«Digo que sería muy exitoso en cualquier país en el que quisiera crear una empresa. No es menos ambicioso que Jeff Bezos, Elon Musk, Steve Jobs. Mira la producción», dijo Tu a BI.
Chuanfu tiene un valor de 14,800 millones de dólares, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg y ocupa el puesto 132 en la lista.
La compañía controla cada parte de su proceso de fabricación. Este enfoque dio sus frutos durante la pandemia, cuando BYD logró evitar problemas en la cadena de suministro y aún así obtuvo ganancias.
Chuanfu fue uno de los primeros empresarios chinos en comenzar a producir cubrebocas durante la pandemia, según el South China Morning Post, convirtiéndose en el mayor fabricante del mundo en cuestión de meses.
Rivalidad con Tesla
El CEO de Tesla, Musk, se rió de los autos de BYD en una entrevista de Bloomberg en 2011, diciendo: «No creo que tengan un gran producto».
What do you think of BYD?
— Tesla Owners Silicon Valley (@teslaownersSV) May 27, 2023
Elon Musk starts laughing… have you seen their cars ?
pic.twitter.com/aSvcqmOAo8
Después de meses de especulación de analistas, BYD arrebató la corona a Tesla como el mayor fabricante mundial de autos eléctricos, lo que significa que Musk probablemente ya no se esté riendo.
A principios de este año, respondió al antiguo clip diciendo: «Eso fue hace muchos años. Sus autos son altamente competitivos en estos días».
Y aunque BYD ahora tiene un valor de alrededor de 78,000 millones de dólares, eso es solo aproximadamente una décima parte del valor de mercado de Tesla.
A continuación, BYD tiene la mira puesta en mercados fuera de China con planes de construir su primera fábrica europea en Hungría. Este noviembre, los ejecutivos dijeron que querían tener una participación de 10% en el mercado global de vehículos eléctricos, excluyendo Estados Unidos y Europa, según el Financial Times.
Eso requeriría que las ventas en el extranjero aumentaran de alrededor de 240,000 vehículos este año a más de 2 millones.
Tu Le agrega que si los últimos 10 años son algo en lo que basarse, BYD solo se convertirá en una fuerza más dominante: «Restaría esa etiqueta de ser una empresa automotriz. Es una de las empresas mejor dirigidas en el mundo, punto».
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