- Una gran cantidad de médicos y nutriólogos han advertido durante años sobre los peligros de la ingesta de alimentos ricos en grasas.
- Recientemente, un nuevo estudio de Arizona State University (ASU) demostró con más detalle cómo las dietas ricas en grasas pueden desencadenar una cascada de eventos que pueden conducir al cáncer intestinal y de colon.
- El estudio fue publicado en la revista Cell Reports.
Numerosos estudios y una gran cantidad de médicos y nutriólogos han advertido durante años sobre los peligros de la ingesta de alimentos ricos en grasas, citando vínculos con problemas de salud y algunas de las principales causas de muerte en el mundo, como la diabetes, las enfermedades cardíacas y el cáncer.
Por ejemplo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), se cree que los componentes dietéticos con alto contenido de grasas saturadas, como la carne roja, son factores de riesgo para el cáncer de colon.
En México, de acuerdo con cifras de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer perteneciente a la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de colon y recto es el tercero con más frecuente en el país, una incidencia que aumentó en los últimos años, pues anteriormente se ubicaba en el cuarto sitio, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública.
La dieta es el único factor que podemos controlar
Especialistas de la ASU School of Life Sciences, que realizaron nuevas investigaciones, determinaron que la dieta influye en gran medida en el riesgo de cáncer colorrectal y que los cambios en los hábitos alimentarios podrían reducir hasta un 70% de esta carga de cáncer.
Otros factores de riesgo epidemiológico conocidos son los antecedentes familiares, la enfermedad inflamatoria intestinal, el tabaquismo y la diabetes tipo 2. Pero de todos los factores que elevan el riesgo de cáncer de colon, la dieta es el único factor ambiental y de estilo de vida que puede ser el más fácil de controlar, simplemente cambiando el comportamiento y los hábitos alimenticios de las personas, si supiéramos las conexiones exactas.
«Existe evidencia epidemiológica de un fuerte vínculo entre la obesidad y un mayor riesgo de tumores», dijo la profesora asistente de la ASU School of Life Sciences Miyeko Mana. “Y en el intestino, las células madre son probablemente la célula de origen del cáncer. Entonces, ¿cuál es esa conexión? Bueno, la dieta es algo que alimenta ese ciclo de obesidad y cáncer colorrectal”.
Además, un nuevo estudio de Arizona State University (ASU), dirigido por la profesora Mana y su equipo, demostró con más detalle cómo las dietas ricas en grasas pueden desencadenar una cascada molecular de eventos que pueden conducir al cáncer intestinal y de colon. El estudio fue publicado en la revista Cell Reports.
La producción de células madre intestinales se altera debido a las dietas altas en grasa
De acuerdo con la doctora Mana, a medida que los alimentos se descomponen y atraviesan el intestino, interactúan con las células madre intestinales (ISC) que se encuentran a lo largo de las superficies internas del intestino.
Se cree que las ISC son la puerta de entrada que coordina la formación de tumores intestinales cuando se adaptan a dietas ricas en grasas y elevan el riesgo de cáncer. Dentro de las ISC hay moléculas sensoriales con alto contenido de grasas que detectan y reaccionan a los niveles de dietas altas en grasas en las células.
A partir de sus datos, el equipo de Mana pudo rastrear el desarrollo del cáncer, desde la dieta hasta la formación de tumores
Primero, las grasas se descomponen en ácidos grasos libres. Luego, los ácidos grasos libres estimulan sensores como los PPAR y activan genes que pueden descomponer los ácidos grasos.
A continuación, los ácidos grasos libres excedentes se transportan a las mitocondrias (la fuente de energía de una célula), que pueden quemarlos por oxidación para producir más energía para alimentar las células madre, que se multiplican, crecen y regeneran el tejido intestinal.
Pero cuando se amplían los números de ISC, existe una mayor probabilidad de que se produzcan mutaciones, solo por mutaciones aleatorias y una gran cantidad de células, que conducen al cáncer de colon.
«La idea es que este grupo más grande de células permanece en el intestino y acumula mutaciones, y eso significa que pueden ser una fuente de células mutadas que conducen a la transformación y la iniciación del tumor», dijo Mana.
«Creemos que es una posibilidad probable cuando existen condiciones que expanden su reserva de células madre». El grupo de Mana también encontró que la alimentación con una dieta alta en grasas aceleró dramáticamente la mortalidad en este modelo en comparación con la condición de control, al acelerar la tumorigénesis.
“Los niveles de estas grasas que puede obtener a través de su dieta afectarán sus células madre, probablemente de una manera bastante directa”, dijo Mana.
