• ¿Por qué, por más cursos que hagas eres incapaz de aprender inglés, alemán, francés, chino o japonés?
  • Según esta profesora de filología, existen cuatro mitos que perjudican el aprendizaje normal de nuevos idiomas.
  • Es por eso que te da cuatro consejos para cuando quieras aprender otro idioma.

¿Tu propósito de Año Nuevo fue aprender inglés, otra vez? ¿Llevas muchos años repitiendo esta meta y no hay manera de que se te quede?

María Méndez Santos, profesora de filosofía de la Universidad de Alicante, acaba de publicar el libro 101 preguntas para ser profe de ELE (español como lengua extranjera). Aprovechando la ocasión, Rac1 habló con esta experta en el funcionamiento del aprendizaje de idiomas para descubrir por qué cuesta tanto que se te quede el inglés, francés, alemán, japonés, etc.

¿Su respuesta? Dominar el inglés, o cualquier otro idioma, no es una tarea fácil o rápida que se pueda completar en unas semanas. En este sentido, existen una serie de mitos que podrían haber distorsionado tus expectativas sobre el aprendizaje de nuevas lenguas.

Estas expectativas poco realistas o muy elevadas pueden provocarte una frustración tan inmediata como dañina. Te inscribes a un curso, esperas saberte 100 palabras nuevas en dos semanas, pero como no ocurre, enseguida crees que el curso es una estafa, o que no estás hecho para aprender otros idiomas, y lo dejas.

Te contamos cuatro de estos mitos que te hacen pensar que el aprendizaje de nuevos idiomas es un proceso rápido, sencillo y milagroso. Cualquiera de ellos pueden haberte provocado esa frustración irracional que te ha hecho rendirte antes de que empezaras a aprender de verdad.

Toma nota tanto de estos mitos como de los consejos útiles de esta experta para que, en tu próximo intento, acabes dominando ese idioma.

1. «Si me inscribo a un curso, aprenderé pronto ese idioma»

El primer mito que desmonta Méndez Santos es el de «basta con apuntarme a un curso de idiomas para aprender«.

La filóloga explica que apuntarse a un curso sin comprometerte o sin ser disciplinado es lo mismo que creer en las dietas milagrosas que te prometen todo a cambio de nada.

«Antes de inscribirte a ningún curso, debes reflexionar sobre todo lo que implica realmente aprender un idioma. Ser bilingüe o hablar con fluidez un idioma nuevo exige más tiempo y dedicación que simplemente asistir al curso».

Aprender inglés o cualquier otro idioma es una apuesta a largo plazo que va más allá de la clase semanal o de rellenar lo mínimo de un cuaderno de ejercicios. 

«Luego es normal que mucha gente se frustre porque pensaba que en dos semanas ya lo sabrían todo. Han sido víctimas del marketing».

2. «Cuando acabe el curso, podré hablar inglés con mucha fluidez»

Sin salir todavía del mundo de los cursos de idiomas, aunque dediques todo un año lectivo a estudiar un idioma, no esperes que, al terminar, ya sepas defenderte perfectamente en otra lengua.

«Si quieres saber cómo presentarte, decir la hora y saber las cuatro frases básicas para sobrevivir un viaje de una semana, entonces perfecto. Un solo curso te enseñará todo eso».

Pero la filóloga recuerda que si aspiras a dominar otro idioma, deberás dedicar algo más que un curso. 

«Mucha gente se queja de que se apuntó a un curso de un año de inglés, pero que no aprendió casi nada. Pero es que, veamos ¿cuántos años tardaste en aprender a hablar bien español? Para cualquier idioma necesitas muchos años. Es un proceso muy largo».

3. «Si quieres dominar un idioma basta con irte a su país»

La experta asegura que la gran mayoría de personas que se van a otros países con el propósito de aprender el idioma nativo acaban invirtiendo el tiempo en tomar cervezas con sus connacionales.

«Una etapa o experiencia de inmersión, bien utilizada, te ayuda a tener más sensibilidad cultural, aprendes a adaptarte mejor a tu interlocutor, gestionas tus palabras, dejas de hablar de una forma tan teórica y suavizas tu discurso… Además, aprendes el argot de la calle, especialmente vital. Pero para vivir eso no es necesario irse fuera. Y si te vas, 15 días no son suficientes para empaparte«.

Tanto si planeas vivir temporalmente a otro país, como apuntarte a un tipo de estudio que apuesta por la inmersión lingüística, la filóloga explica que debes trabajar con intensidad durante al menos año y medio o dos años para conseguir que tu cerebro empiece a reconfigurarse y se vuelva bilingüe.

Méndez Santos explica que en 15 días «algo del idioma se te puede quedar», pero que mejor no esperes milagros.

4. «Si quieres aprender bien un idioma, búscate un profe nativo»

He aquí el mito final sobre el mundo de aprender idiomas. Méndez explica que recibir clases de una persona nativa de ese idioma no te garantiza que lo aprendas. Quizás se te queden mejor algunas cosas, como el acento o el argot más de andar por casa, pero al final, lo que importará serán las capacidades de esa persona nativa como docente.

«A mí me da igual si el profe es nativo o no. ¿Sabe enseñar? ¿Domina esa lengua? Imagina que te ponen a ti de profe, y resulta que no tienes ni idea de enseñar: serás un instructor de español pésimo porque tus explicaciones no serán ni claras y coherentes».

La experta no ve problemas en que te busques a un profe nativo, pero asegúrate antes de apuntarte de que recibió formación como docente y que ya ha impartido varios cursos anteriormente.

Consejos para aprender cualquier idioma, sin mitos de por medio

Los mitos de arriba se pueden simplificar en una simple creencia irracional: «Aprender un idioma es fácil, rápido e indoloro».

Es importante ajustar las expectativas a la realidad. Ser consciente de que aprender cualquier cosa lleva su tiempo, dedicación y muchas frustraciones.

Y ahora que sabes en qué no debes creer, aquí tienes consejos más realistas que te ayudarán a ponerte en el buen camino.

  1. La constancia es clave: los objetivos que te propongas necesitan tiempo, y ese tiempo no se creará de la nada. Deberás ser disciplinado y constante para alcanzar tus metas.
  2. Ponte metas pequeñas semanales: un gran error cuando se quiere dominar algo es elevar demasiado las expectativas. Los objetivos entonces jamás se cumplen, te frustras y lo dejas. Por lo tanto, es mejor empezar poco a poco, con tareas simples, pero que puedes completar en una semana o menos.
  3. Convierte cualquier tiempo muerto en una oportunidad para practicar: ¿estás jugando un videojuego? Ponlo en el idioma que estás aprendiendo, si está disponible. Lo mismo con las series o con las películas. ¿Tienes ganas de salir? Apúntate a un Meetup de intercambio de idiomas y así conoces gente y sigues practicando y mejorando al mismo tiempo.
  4. Introduce expresiones en tus charlas cotidianas: «Las personas bilingües no se pasan todo el rato hablando en un solo idioma, sino que va cambiando», explica la filóloga. «Así que si por ejemplo estás aprendiendo inglés y quieres que se te quede la expresión anyhow (en cualquier caso), mete esa frase en tus charlas en español sin vergüenza».

Estos cuatro consejos, que sirven de contrapunto a los mitos, tienen una misión: que automatices el aprendizaje y dominio del inglés o del idioma que quieras.

No ocurrirá al cabo de un día, una semana, un mes o un año. Pero, sin que te des cuenta, poco a poco te darás cuenta de que ya interiorizaste un nuevo idioma. En este sentido, siempre es mejor centrarse en el viaje y no tanto en el destino. ¡No solo para el aprendizaje de lenguas!

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