- Cambiar de trabajo es una manera confiable de asegurar un aumento de sueldo, un trabajo más valioso y un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
- Pero si te gusta tu trabajo y no necesariamente quieres renunciar, tus opciones son limitadas.
- Ahí es donde la “entrevista de permanencia” entra en la ecuación, de acuerdo con los expertos.
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Cambiar de trabajo es una forma comprobada de obtener un aumento salarial, asegurar un trabajo más gratificante o lograr un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Solo hay que ver a Estados Unidos, donde alrededor de 43 millones de personas renunciaron voluntariamente a sus trabajos el año pasado.
Pero si no necesariamente quieres renunciar a tu empresa, entonces tus opciones son más limitadas. Lograr que los mandos superiores se den cuenta del buen trabajo que estás haciendo (y que seas recompensado por ello) requiere una estrategia con delicadeza y afinación.
Ahí es donde la “entrevista de permanencia” entra en la ecuación.
¿Qué es la estrategia de permanencia?
La entrevista de permanencia es, en esencia, una conversación sobre la carrera laboral que suelen iniciar los managers para comprender por qué los empleados de alto rendimiento se quedan en una organización y qué podría causar que se vayan.
En la era de la Gran Renuncia —y en un momento en que 52% de los trabajadores estadounidenses planean renunciar a sus trabajos en la primera mitad de 2022— un creciente número de empresas están utilizando las entrevistas de estancia como una herramienta para retener a su mejor talento.
Sin embargo, tú también puedes tomar la iniciativa y no necesitas esperar a que tu jefe te pida tener una conversación en esos términos.
“En este momento, cuando se están produciendo tantos cambios, hay muchas oportunidades para que los empleados tomen al toro por los cuernos”, dijo Nate Smith, director ejecutivo de Lever, una plataforma de recursos humanos.
“Debes sentirte empoderado para tener esta conversación con tu jefe, especialmente si hay ciertas cosas que deseas lograr durante el próximo año o en los siguientes”.
Entonces, ¿cómo debes proponer tener una entrevista de permanencia? ¿Y qué deberías decir? Insider habló con cuatro líderes de recursos humanos, expertos en carreras y entrenadores para saber cómo aprovechar al máximo esa entrevista.
Reflexiona sobre tus objetivos y establece un tono positivo
Antes de solicitar una entrevista de estancia, piensa bien qué es exactamente lo que estás buscando obtener de esa conversación, aconsejó Smith.
Quizás buscas mayor flexibilidad o más visibilidad. Tal vez estés buscando oportunidades de aprendizaje y desarrollo. Pregúntate: “¿Qué quiero? ¿Y cuáles son algunas maneras en las que podría obtener lo que quiero?”
Al mismo tiempo, asegúrate de ponerte en los zapatos de tu jefe para demostrarle que estás en el mismo equipo, dijo Smith.
“Cuanto más puedas alinear tus objetivos particulares con los objetivos de tu manager y de la organización donde trabajas, más probabilidades tendrás de obtener luz verde”, dijo.
“No quieres que tu gerente piense que al pedir una entrevista de permanencia le estás dando un ultimátum”, dijo Joshua Luna, un entrenador de liderazgo y desarrollo en Chicago.
Tu propósito no es ser identificado como un talento en riesgo de volar, sino todo lo contrario.
Luna recomendó dejar claro desde el principio que disfrutas trabajar en la empresa. Puedes mencionar una iniciativa de la compañía que te entusiasme o una tarea que hayas disfrutado.
“Deja que tu jefe sepa que estás contento y de buen humor y eso establecerá el tono correcto”, afirmó.
Toma las riendas de la conversación
Tu jefe puede tener preparada una batería de preguntas como “¿Qué te mantiene trabajando aquí? ¿Qué haría que tu trabajo fuera más satisfactorio? ¿Qué te motivaría a irte?” Y debes tener respuestas bien pensadas para responder esas interrogantes.
Pero no tengas miedo de tomar la iniciativa en esta conversación. Puede ser incómodo al principio, pero hacerse cargo de la plática puede demostrar que eres dueño de tu propia carrera laboral, de acuerdo con Luna.
“Tienes que ser un paladín de ti mismo. Si aportas suficiente valor a tu organización y tu gerente aprecia tus contribuciones, todo es negociable y estará sobre la mesa de discusión”.
Sé directo, pero no amenazante. El experto recomendó mostrarle a tu jefe que eres serio y comprometido diciendo algo como: “Durante los próximos seis a 12 meses, estoy buscando asumir X proyectos, ganar Y visibilidad y desarrollar Z habilidades, y me encantaría tener más oportunidades en estas áreas”.
Dain Dunston, entrenador ejecutivo y autor de “Ser esencial: siete preguntas para vivir y liderar con autoconciencia radical”, recomendó adoptar un enfoque útil. Enmarca tus ideas en torno a tu deseo de “hacer una mayor contribución e impacto” dentro de la organización.
“Podrías decir algo como ‘tengo una idea que podría mejorar un proceso o producto para todos. ¿Me darías la oportunidad de intentarlo?’”, dijo Dunston. “Tu objetivo es demostrar que te preocupas por mejorar las cosas”.
Aborda los problemas con cuidado
Para muchos jefes, las entrevistas de permanencia son una herramienta para manejar de manera proactiva problemas menores antes de que se conviertan en motivos graves para que las personas se vayan. Para los empleados, son una excelente oportunidad para plantear puntos débiles.
Laurie Ruettimann, exlíder de recursos humanos y autora de “Apostando por ti”, dijo que antes de señalar los desafíos, deberías haber pensado en un estado futuro ideal.
“Tal vez no sepas cómo llegar allí, pero sabes que es posible un compromiso saludable o una solución productiva”, dijo.
“Entonces ayuda a tu jefe a que te ayude”.
Por ejemplo, supongamos que no estás satisfecho con tu equilibrio entre trabajo y vida personal. (¡Bienvenido al club!) El consejo es que no hables de lo abrumado que estás.
En cambio, muéstrate curioso y colaborativo. Habla sobre cómo y cuándo haces tu mejor trabajo, dónde ocurren los cuellos de botella en tu flujo de trabajo y cómo tú y el equipo pueden resolver algunos de los problemas que se interponen en el camino del equilibrio.
“Permite que tu jefe se convierta en un socio y aliado” para encontrar estas soluciones, dijo Ruettimann.
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