- Aunque el futbol femenil se ha vuelto muy popular en los últimos años, los entrenadores a cargo de los equipos profesional siguen siendo hombres.
- En el Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023, solo 12 de las 32 selecciones participantes son dirigidas por mujeres.
- La razón de esto tendría que ver con que las mujeres son medidas por estándares más altos que sus contrapartes varoniles.
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El entusiasmo y la emoción que rodea el Mundial Femenil Australia y Nueva Zelanda 2023, con la participación récord de 32 selecciones, demuestra que el futbol femenil se encuentra en su estado más saludable.
De acuerdo con la actualización de la estrategia de futbol femenil de la Federación de Inglaterra (FA), en todos los niveles aumentó 17% la cantidad de jugadoras registradas entre octubre de 2021 y 2022. Además, incrementó en 30% el número de equipos femeniles.
Por su parte, la cantidad de árbitras incrementó 21%, mientras que la cifra de entrenadoras creció en 75%.
La final de la Eurocopa Femenil en julio de 2022 contó con 87,000 espectadores en el Estadio Wembley. Su audiencia televisiva fue de 17.4 millones.
La FA Women’s Super League (WSL) , que se convirtió en una liga profesional en la temporada 2018-2019, ahora se transmite en vivo semanalmente por Sky sports y la BBC (en el Reino Unido).
Como resultado, en mayo, la final de la Women’s FA Cup, en dónde Chelsea venció al Manchester United para coronarse campeona en Wembley, atrajó una multitud local récord de 77,390 personas.
En España, el FC Barcelona marcó el récord mundial de asistencia, con 91,648 aficionados en un partido de la UEFA Women’s Champions League contra el Wolfsburg en abril de 2022.
Unas semanas antes, 91,553 aficionados acudieron a ver El Clásico, el esperado duelo contra su acérrima rival: Real Madrid.
El panorama de entrenadoras en el futbol femenil profesional
Solo 12 de las 32 selecciones que disputaron el Mundial Femenil 2023 sin dirigidos por mujeres: Inglaterra, Canadá, Alemania, Italia, Nueva Zelanda, Noruega, República de Irlanda, Sudáfrica, Suiza, Brasil, China y Panamá.
Existe un número igualmente bajo en Inglaterra, Francia y España. Italia, con dos entrenadoras entre las 10 vacantes en la primera división, y Alemania, con solo una de 12, la situación está peor.
En México, la situación no mejora. En la Liga MX Femenil, que arrancó su primer torneo en 2017, solo cuatro de 18 clubes cuentan con una directora técnica: Tigres, Rayadas, Cruz Azul y Puebla.
Por su parte, la Selección Mexicana Femenil —que no clasificó al Mundial de Australia y Nueva Zelanda 2023— es dirigida por Pedro López desde octubre de 2022.
Entonces, ¿por qué hay tanta escasez de entrenadoras en el futbol femenil? No tendría sentido si ha ganado popularidad. Además, las actuales directoras técnicas de Inglaterra, Sarina Wiegman, y de Chelsea, Emma Hayes, se han vuelto caras conocidas.
¿Por qué existe este problema en el futbol femenil de élite y por qué es tan importante?
Las mujeres necesitan mujeres para inspirarse
Muchos dirían que es necesario que las entrenadoras en los niveles más altos del futbol femenil actúen como inspiración para las jóvenes aspirantes a directoras técnicas (y también para las jugadoras, por supuesto).
Cualquier mujer joven que esté considerando una carrera como entrenadora podría sentirse desanimada por el dominio de los hombres en los puestos más importantes del futbol femenil.
Una investigación reciente dirigida por mi colega de la NTU, Jyoti Gosai, sugirió que hay una variedad de factores que afectan el reclutamiento, la progresión y la retención de entrenadoras en el Reino Unido. La combinación de esto hace que sea un problema complejo sin una respuesta simple o una solución obvia.
Estos incluyen (en varios niveles):
- Confianza y conocimiento individual
- Dificultad para conectarse con otros entrenadores en lo que todavía se ve con un “club de hombres”
- Programas de formación de entrenadores dirigidos por hombres
- Suposiciones de roles de género en la sociedad en general
Estos factores presentan un campo minado al intentar identificar soluciones para el problema, especialmente cuando las barreras pueden ser insidiosas y difíciles de reconocer.
Algunas de las investigaciones adicionales de Gosai explican los desafíos que enfrentan las entrenadoras a través del “dilema de Ricitos de oro”.
Basándose en evidencia anecdótica, muchas entrenadoras parecen encontrar sesgos de género estereotipados a través de tres elementos distintos.
El primero de estos sugiere que cuando las entrenadoras actúan de manera consistente con los estereotipos de género (por ejemplo, cuando están educando), a menudo se las considera menos competentes.
Sin embargo, cuando las directoras técnicas actúan de manera incompatible con los estereotipos de género —es decir, asertivas y decisivas— se las considera poco femeninas. Por lo tanto, nunca son “perfectas”.
El segundo elemento se relaciona con el umbral de competencia alto. Las entrenadoras en el deporte de élite enfrentan estándares esperados más alto, pero salarios más bajos que los entrenadores varoniles.
Y el elemento final identifica cómo las directoras técnicas pueden ser percibidas como competentes o simpáticas, pero rara vez ambas cosas. Es posible ser buena, pero no gustar; o gustar, pero no ser buena.
Nunca las dos cosas al mismo tiempo. Estas ideas arrojan una luz interesante sobre el tema.
¿Un futuro brillante?
Sabemos que ahora más niñas y mujeres miran y juegan al futbol. Y más se interesan en puestos relacionados con el arbitraje y el entrenamiento.
En el nivel de élite, por primera vez tenemos una generación de jugadores que son profesionales de tiempo completo, al igual que sus homólogos varoniles.
Entonces, ¿qué depara el futuro para las entrenadoras de élite?
Naturalmente, se espera que algunas de las jugadoras de élite actuales pasen a ser entrenadoras cuando sus carreras como futbolistas lleguen a su fin.
Las mujeres jóvenes y las niñas que ingresan al futbol ahora pueden ver un camino, ya sea jugando, arbitrando o entrenando. Además, los modelos a seguir se están volviendo muy visibles en todos los niveles. Directoras técnicas como Wiegman y Hayes están cambiando mentalidades arraigadas.
A través de sus conocimientos, habilidades y perfiles, están ayudando a demostrar que las entrenadoras pueden entender y enseñar el juego tan bien como cualquier hombre.
A principios de 2021, mi artículo de The Conversation sobre cómo las entrenadoras pueden ayudar a llevar el futbol varonil profesional al siglo XXI sugirió que las mujeres tienen cualidades muy necesarias que podrían beneficiar a este deporte.
Esto siguió a la historia de Hayes vinculada con el trabajo de gerente del AFC Wimbledon, convirtiéndose potencialmente en la primera mujer en el futbol profesional varonil.
Al final, no lo aceptó, pero en junio de 2023 esta enorme barrera finalmente se rompió: el Brentford de la Premier League nombró a Lydia Bedford, la exentrenadora del Leicester City Women, como directora técnica principal de su equipo varonil Sub-18.
A esto le siguió en julio Hannah Dingley, quien se convirtió en la primera mujer en Gran Bretaña en entrenar a un primer equipo varonil profesional, cuando asumió el cargo de gerente interina en el Forest Green Rovers.
Dentro de poco, podríamos ver entrenadoras en ligas varoniles como la Premier League. Incluso podrían dominar la gestión de selecciones en el próximo Mundial Femenil 2027.
No obstante, para que eso suceda, es necesario romper los estereotipos profundamente arraigados. Esto puede tomar tiempo, pero al menos se está logrando progreso en varios frentes para las niñas y mujeres jóvenes que están llegando. Se merecen los mejores esfuerzos del juego y de la sociedad.
Este artículo se publicó originalmente en inglés.
* The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
* Pete Holmes es profesor titular de entrenamiento deportivo en la Nottingham Trent University.
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