- Airbnb creó una casa de los sueños de Barbie de tamaño real como parte de la estrategia de marketing de la película de Greta Gerwig.
- Aunque la casa es igual a la que aparecerá en la cinta live action, evoca algo siniestro.
- Esto no sucede en la película, porque se mantiene dentro de un ambiente artificial que juega con la normalidad de un mundo de muñecas.
- ¿Ya conoces nuestra cuenta en Threads? Síguenos.
Una masa de color rosa intenso emerge violentamente entre el follaje verde, las palmeras y los arbustos.
Ubicada en frente al mar de Malibú, la casa de los sueños de Barbie fue creada por Airbnb como parte de la estrategia de marketing global para promocionar Barbie de Greta Gerwig, la primera película live action sobre la icónica muñeca de Mattel.
The ‘BARBIE’ Dream House has mysteriously appeared in Malibu.
— Film Updates (@FilmUpdates) June 26, 2023
(via @johnschreiber) pic.twitter.com/NV4Wwy9o9B
Una toma aérea más cercana del video —subido a Twitter por el reportero gráfico John Schreiber— revela un tobogán de agua y una pequeña alberca cuadrada en la parte inferior. En la pared rosa y blanca detrás del tobogán, el logo de Barbie tiene un graffiti con el nombre de Ken.
Luego, la imagen pasa a una alberca infinita donde un conjunto de tres flotadores gigantes personalizados deletrea “KEN”. La vista de aérea nos permite espiar las sombras profundas que cada letra, meciéndose suavemente con la brisa, proyecta sobre el fondo de la piscina.
Estas imágenes muestran el palacio rosa en marcado contraste con las mansiones blancas vecinas. El video finaliza con dos crash zooms, una técnica cinematográfica propia de las películas de terror.
La cámara se acerca rápidamente antes de alejarse rápidamente y reanudar su vigilancia divina de una casa aparentemente carente de vida humana.
¿Ken mató a Barbie?
La casa de los sueños de tamaño natural de Airbnb, como se muestra en el video, tiene una sensación muy diferente a los tráilers de la próxima película de Barbie.
Su estética inquietante es un fuerte contrapunto al país de las maravillas arquitectónicas cuidadosamente seleccionado que la diseñadora de producción Sarah Greenwood y la decoradora de escenarios Katie Spencer crearon minuciosamente para la cinta.
Mi reacción inmediata al ver las imágenes fue: “¿Qué hizo con el cuerpo? ¿Dónde enterró Ken a Barbie?”
Las ominosas “K, E, N” —las letras que flotan sin rumbo fijo en la alberca desierta (el silenciamiento de Barbie a través de la profanación de su firma, un marcador clave de su identidad)— y los muebles de la terraza envueltos como paletas no presagian nada bueno para Barbie.
El comunicado de prensa oficial de Airbnb confirma que Ken se ha hecho cargo de la casa de Barbie, llegando incluso a permitir que los invitados se registren gratis mientras ella está “fuera”.
El lector no conoce la opinión o el consentimiento de Barbie sobre este asunto.
Airbnb clasifica el papel protagónico de Ken en este esfuerzo como un “giro”, porque “Barbie lo es todo, y él siempre ha sido ‘Solo Ken’, ¡hasta ahora!” Un eslogan apropiado para una película de terror de venganza.
La sombría redacción del comunicado de prensa parece no ser intencional. De hecho, Airbnb está haciendo una donación benéfica junto con la apertura de la casa de los sueños “para honrar el empoderamiento de las niñas”.
¿Por qué, entonces, algunos de nosotros reaccionamos ante ese paraíso rosa con un escalofrío de ansiedad?
Cosas extrañas
La casa de los sueños de Airbnb evoca emociones extrañas. Lo siniestro, un estado de miedo e inquietud, se ha definido en una variedad de formas diferentes, aunque superpuestas.
El psiquiatra alemán Ernst Jentsch (1867-1919), pensó que el sentimiento surge de la aparente animación de lo inanimado o, en contraste, la aparente falta de vida de un ser vivo.
El psicólogo Sigmund Freud (1856-1939) vio lo siniestro en el resurgimiento de las fantasías infantiles reprimidas y las creencias primitivas. Por ejemplo, el animismo, la atribución de un alma viviente a las cosas inanimadas, que desafían las cosmovisiones de los adultos.
El especialista en robótica japonés Masahiro Mori acuñó el término “valle inquietante” en 1970 para indicar el punto en el que los autómatas de aspecto humano (como los robots , pero también los personajes CGI ) se vuelven demasiado realistas.
Los sentimientos extraños se desencadenan por su incapacidad para actuar de una manera reconociblemente humana, a pesar de su apariencia.
A través de sus innumerables revisiones a lo largo de los años, la idea central del concepto se ha mantenido sin cambios: la desfamiliarización de lo familiar genera ambigüedad y desorientación temporal, provocando una sensación de temor u horror.
En este sentido, la casa de playa en Malibu de Barbie (tanto en la versión de Airbnb como en la de Gerwig) evoca lo siniestro. Sin embargo, la película disfruta de su artificialidad y utiliza lo siniestro como broma.
“Su entorno no siempre es tridimensional, y la escala de todo está un poco fuera de lugar. Barbie es un poco demasiado grande para su casa”, dijo Gerwig a Vogue.
La decoradora de escenarios Katie Spencer dijo a Architectural Digest que ella y la diseñadora de producción Sarah Greenwood “ajustaron [las] proporciones peculiares de las habitaciones a un 23% más pequeñas que el tamaño humano”.
Me recordó a Hill House, de la escritora estadounidense Shirley Jackson, que ella describió como “escalofriantemente equivocada en todas las dimensiones”.
La mansión de color caramelo es una extensión de Barbie y viceversa, fundamental para su identidad. Proporciones extrañas, calcomanías combinadas con objetos tridimensionales y la vivificación de las muñecas pintan un retrato, a la vez seductor e inquietante, de Barbie Land.
A pesar de su surrealismo, Barbie Land está recubierta de un barniz de cuento de hadas que evita que se vuelva aterradora.
Por otro lado, la vivienda llamativa de Airbnb anexa elementos más problemáticos de lo siniestro. Borra las líneas entre la muñeca y el ser humano junto con los límites entre el mundo real de California y el reino ficticio de la casa de muñecas mágica.
La fantasía de plástico rosa brillante de Barbie es una inversión inquietante de la mansión gótica de la familia Addams, que se eleva oscuramente sobre las vallas blancas de los suburbios.
La casa de los sueños de la vida real revela nuestro apetito vampírico limítrofe por consumir un pedazo de la vida de otra persona, incluso de una muñeca.
Como observó la estudiosa de literatura infantil Anna Panszczyk, “nunca podemos ocupar por completo el espacio de nuestras muñecas”, pero eso no nos ha impedido intentarlo.
Este artículo se publicó originalmente en inglés.
*The Conversation es una fuente independiente y sin fines de lucro de noticias, análisis y comentarios de expertos académicos.
*Joana Jacob Ramalho es profesora en la Facultad de Artes y Humanidades de UCL.
AHORA LEE: Los trucos de marketing que han mantenido viva la marca Barbie durante más de 60 años
TAMBIÉN LEE: Las 9 leyendas de la cultura pop que Margot Robbie ha interpretado en su carrera
