• El modelo tradicional de masculinidades está a prueba en todos los ámbitos.
  • Los colaboradores y en especial las mujeres se sienten más cómodas al trabajar en organizaciones que aceptan múltiples definiciones de masculinidad, lo que también favorece a la rentabilidad financiera de la empresa.
  • El desafío de las organizaciones es desarmar esas malas prácticas, para construir una nueva cultura organizacional orientada a las personas.

El modelo tradicional de masculinidades está a prueba en todos los ámbitos y las organizaciones que no se enfoquen en la construcción de una cultura plural, estarán retrasando el desarrollo individual del colaborador, de los equipos y por supuesto de las empresas.

Soy de la generación de la transición, en mi camino laboral fui rechazando las malas prácticas de la vieja escuela e integrando una visión orientada a los derechos humanos, porque en las organizaciones no hay recursos, hay personas.

Podría tardar horas contando historias de liderazgo tóxico que me tocaron, pero seré breve: al ser parte de la nueva generación que está tomando los puestos directivos, viví experiencias poco gratas tanto en corporativos internacionales, nacionales y startups —jefes que insultaban, rompían computadoras, se manejaban por gritos y eran críticos hasta de la vida personal de sus colaboradores, en especial de aquellos cuya prioridad era la familia.Era un estilo de liderazgo masculino dominante y violento que se percibía como “normal” y casi una característica del puesto.

Seguro también puede venir a tu mente algún otro ejemplo, lo que nos indica que aún hay mucho por hacer. Esa visión ya no es compatible con las necesidades de la sociedad actual y cada vez son más emprendedores, empresarios y directivos que integran a su vida y organizaciones, las nuevas masculinidades para generar condiciones de desarrollo para todos.

¿Qué papel juegan las masculinidades en las empresas?

Las masculinidades entendidas como las diferentes formas de “ser hombre”, las podemos dividir en dos grandes grupos de acuerdo con un estudio difundido por The Mankind Project México: Las tradicionales, que cumplen con la normatividad masculina bajo antiguos patrones sobre el género, el poder, privilegios, la competencia, etc. y las nuevas masculinidades que rechazan las ideas sociales rígidas sobre la hombría y construyen nuevos modelos para lograr cambios con una perspectiva de equidad y de igual respeto hacia todas las personas.

Con esta visión, es importarte mirar hacia adentro de la organización para detectar cuál es el enfoque dominante y tomar acción sobre lo que debemos replantear y mejorar. Es vital ser autocríticos para tomar la decisión de incluso cambiar lo que hemos creado.

Perpetuar el viejo modelo genera un ambiente insano con elementos como: la masculinidad tóxica (machismo), desigualdad laboral, discriminación, liderazgo negativo e inconformidades que provocan la rotación de personal y la pérdida de elementos valiosos. 

El desafío de las organizaciones es desarmar esas malas prácticas, para construir una nueva cultura organizacional orientada a las personas, una apuesta en la se gana en todos los sentidos.

De acuerdo a estudios analizados por Miguel Gil, profesor investigador del Tecnológico de Monterrey, los colaboradores y en especial las mujeres se sienten más cómodas al trabajar en organizaciones que aceptan múltiples definiciones de masculinidad, lo que también favorece a la rentabilidad financiera de la empresa.

Juguemos a ganar – ganar 

No hay quedarnos en una organización si no es compatible con nuestros valores; ni como directivo, esperar los problemas o perder mujeres y hombres valiosos y con ello perder también la diversidad de perspectivas para innovar y mejorar.

Pertenezco a la escuela de centrar a las personas como la principal ventaja competitiva que tienen las empresas, de ahí la importancia de la visión de las nuevas masculinidades entre los líderes y todos los equipos, porque entonces dejas de hacer distinciones entre hombre o mujer, sesgar las responsabilidades y oportunidades, y te dedicas a construir relaciones igualitarias, equitativas y de respeto que además impactan en mejores resultados. 

En las cuatro empresas en las que he sido director general, hemos logrado crecer a doble dígito siguiendo este tipo de liderazgo.

Esto es posible fomentando cada día a todos los niveles y direcciones, la comunicación, el respeto y la empatía. Cada persona es una historia y aprender del otro nos permite crecer. 

“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe” 

– Eric Hoffer, escritor y filósofo estadounidense.

Carlos Javier de León y Miranda es director de Software SICOSS, nomilínea y contalínea, empresas de Grupo SICOSS; corporativo mexicano líder en tecnología de nómina, seguridad social, contabilidad, administración, atención al cliente y gestión de personal, con 50 años de experiencia.
Es experto en liderazgo de mejora empresarial, innovación, desarrollo de programas de aceleración con enfoque a ventas, simplificación procesos y aprovechamiento del poder del procesamiento de datos para toma de decisiones.

Contacto: carlos.javier.de.leon@gmail.com

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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