- Los fans llevan décadas interactuando con sus universos favoritos en el plano físico mediante la mercancía, los parques temáticos o las subastas de objetos coleccionables.
- Lo que ahora se propone es una expansión de la experiencia del espacio físico al digital.
- "The Matrix Resurrections" no es la primera película que recurre a NFT para su promoción, pero es la más conectada con la filosofía del yo virtual único de estas obras digitales.
Hace más de dos décadas la saga Matrix atrajo a fans de todo el mundo con una historia basada en mundos virtuales. En ella, cada individuo conectado al sistema (la matriz) contaba con una identidad propia y diferenciada de la real; una suerte de avatar en tres dimensiones.
Pasó tiempo desde entonces. El internet evolucionó y ahora el metaverso que The Matrix mostraba —esa red más profunda en la que se podía interactuar mediante avatares en 3D— es ahora una realidad prometedora en la que compañías como Facebook o Microsoft invierten millones.
Tiene todo el sentido que la saga Matrix decida usar las posibilidades que ofrece toda esta innovación para promocionar de su nueva entrega, The Matrix Resurrections. Y también para ganar algo de dinero.
A partir del 30 de noviembre se pondrán en circulación 100,000 NFT (acrónimo en inglés de non fungible tokens o bienes no intercambiables). Serán avatares inspirados en los personajes de Matrix, que el fan podrá adquirir por 57 dólares cada uno. La venta será en dos etapas.
En el lanzamiento inicial, el 30 de noviembre, se podrán adquirir uno o más avatares “base” hiperrealistas, similares a las personas atrapadas en la Matrix. Luego, el 16 de diciembre el propietario del NFT podrá transformar el avatar de partida. Esto a partir de una decisión que le resultará muy familiar: elegir entre la pastilla azul (que mantendrá al propietario dentro de The Matrix); o la pastilla roja (que lo convertirá en parte de la resistencia).
A partir de ahí, se le plantearán desafíos a lo largo del año que permitirán incorporar actualizaciones a los avatares.
Los NFT, nuevos objetos de coleccionista digitales
Un NFT es un activo digital único que puede venderse pero no ser reemplazado por otra unidad de idénticas características. En el mundo digital, donde todo se puede replicar infinitas veces, el NFT permite identificar el contenido original de cualquier copia. Es este aspecto lo que acerca los NFT al concepto de objeto de coleccionable, pero en el ámbito digital.
En la práctica, los NFT pueden adoptar cualquier forma (arte, gifs, videos, coleccionables, avatares, skins para videojuegos o música, entre otros).
Entre las celebridades que recurrieron a esta fórmula para vender elementos de su propiedad se encuentra uno de los fundadores de Twitter. Jack Dorsey vendió su primer tuit como NFT por casi tres millones de dólares. También Quentin Tarantino, que subastó siete escenas inéditas de Pulp Fiction a través de este sistema. En su caso, además, se trata de unos NFT secretos: solo su legítimo propietario podrá verlas, cuya identidad, además, permanecerá en el anonimato.
Las operaciones con NFT se suelen hacer mediante criptomonedas a través de los distintos mercados de compraventa que existen en la actualidad, como OpenSea.io, rarible o Foundation.
El mercado de los NFT se está consolidando como una manera de financiar proyectos, subvencionar a artistas o apoyar económicamente los proyectos. La inversión de capital que realiza cada individuo queda asociada a un bien único, algo que solo puede ser de su legítimo propietario, ya que está autenticado con una operación registrada mediante tecnología blockchain.
La persona que adquiere un NFT ostenta, por tanto, una prueba de su propiedad y puede identificarse públicamente como tal. Expertos aseguran que estamos en la antesala de un gigantesco mercado de obras de arte digitales. Y cada vez son las personas dispuestas a desembolsar auténticos dinerales por tener una de ellas.
Matrix y NFT, una asociación perfecta
Cuando se anunció el proyecto de los NFT para la saga Matrix, el CEO de la startup que los produce (Nifty-s) afirmó que la correlación entre la filosofía de estos bienes y la saga cinematográfica era más que evidente: «La identidad digital, la elección, la propiedad de esa identidad son temas que resuenan en la saga Matrix». Aunque The Matrix Resurrections no es la primera película que recurre a NFT para su promoción es, sin duda, la más conectada con la filosofía del yo virtual único, tan integrada en estas obras digitales.
Las ventajas de este gigantesco mercado en la promoción cinematográfica en términos de engagament con sus seguidores es evidente. Los fans llevan décadas interactuando con sus universos favoritos en el plano físico. Son, de hecho, quienes hicieron posible el próspero mercado de los parques temáticos y las subastas de objetos de colección.
Lo que ahora se propone es una expansión de la experiencia del espacio físico al digital. El NFT ofrece acceso a una propiedad diferente, exclusiva y muchas veces mutable, que les permitirá disfrutar de los contenidos de una manera interactiva y más profunda. El compromiso, además, tiene un componente económico que acerca a la marca con su comunidad de seguidores. Comprando los NFT de Matrix se invierte directamente en la franquicia. Si esto funciona, podría generar un negocio de cinco millones de dólares derivados únicamente de su venta.
El propietario de un NFT está haciendo una inversión en algo único que podría revalorizarse con el tiempo, de la misma manera que una figura de la Star Wars original que todavía conserva su empaque original. Por eso Hollywood tiene tantísima fe en su potencial para llevar la propiedad intelectual un paso más lejos. El potencial de esa combinación producto y experiencia es prometedor.
