- Mickey Barreto reservó una estadía de una noche en el Hotel New Yorker en 2018 por 200.57 dólares.
- Se quedó y no pagó renta durante cinco años gracias a una ley de vivienda local.
- La policía lo arrestó en febrero. Ahora enfrenta cargos por fraude y posible tiempo en la cárcel.
- ¡Estamos en Instagram! Síguenos.
Un hombre logró vivir en el icónico edificio del Hotel New Yorker durante media década sin pagar un solo centavo de renta, pero se acabó el juego.
La policía arrestó a Mickey Barreto en febrero y lo acusó de presentar registros de propiedad fraudulentos después de que intentara reclamar la propiedad del hotel, dijo la oficina del fiscal de distrito de Manhattan.
Los fiscales dijeron que Barreto evadió miles de dólares en pagos de renta explotando una ley de vivienda local poco conocida y luego intentó cobrarle renta a otro inquilino en el edificio.
«Según se alega, Mickey Barreto reclamó repetida y fraudulentamente la propiedad de uno de los lugares más icónicos de la ciudad, el Hotel New Yorker,» dijo en un comunicado Alvin Bragg, el fiscal de distrito de Manhattan.
Barreto enfrenta 24 cargos, incluyendo 14 por fraude grave. Si es declarado culpable, podría ser sentenciado a varios años de prisión, según informó el New York Times.
Un edificio histórico en Nueva York
La residencia de Barreto en el renombrado hotel —que en su época de esplendor alojó a muchos dignatarios y celebridades, incluyendo a Muhammad Ali y John F. Kennedy— data de 2018 cuando se enteró por primera vez del Código de Estabilización de Rentas de la Ciudad de Nueva York.
Esta ley otorga a los inquilinos que viven en habitaciones individuales dentro de edificios construidos antes de 1969 el derecho a solicitar un contrato de arrendamiento de seis meses.
En junio de 2018, Barreto se registró en la habitación 2565 con su pareja, Matthew Hannan, por una noche y le cobraron 200.57 dólares.
Al día siguiente, Barreto solicitó un contrato de arrendamiento de seis meses en el hotel y fue prontamente desalojado.
Barreto —un trasplantado de California con afición por las teorías de la conspiración que también afirma ser el líder de una comunidad tribal que fundó en Brasil, según el New York Times— no aceptó un no por respuesta.
Barreto finalmente fue atrapado en una red de mentiras
Ese julio, llevó al propietario del edificio, la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial, a la corte de vivienda, alegando que fue desalojado ilegalmente. Un representante de la iglesia no se presentó, por lo que el juez se puso del lado de Barreto, y el hotel tuvo que darle la llave.
Las dos partes nunca acordaron los términos del contrato de arrendamiento, y como no podía ser desalojado, Barreto vivió en el hotel sin pagar renta.
Pronto, Barreto comenzó a presentarse como el propietario del hotel y eventualmente exigió renta a uno de los inquilinos del edificio, el restaurante TickTock.
La oficina del fiscal dijo que Barreto también registró el hotel a su nombre en el Departamento de Protección Ambiental de la ciudad como parte de un esfuerzo por tomar control de las cuentas bancarias del hotel.
La Iglesia de la Unificación, que compró el New Yorker en 1976, demandó a Barreto por presentarse como el propietario del hotel en LinkedIn y por subir una escritura falsificada a un sitio web de la ciudad. Un juez ordenó a Barreto dejar de afirmar que era el propietario del edificio, pero él continuó viviendo allí.
El año pasado, Barreto volvió a presentar documentos en la ciudad reclamando ser el propietario del edificio, y fue entonces cuando la oficina del fiscal de distrito intervino.
El hombre se defendió diciendo que no fue su intención cometer fraude
Business Insider intentó contactar a Barreto a través de su empresa, Mickey Barreto Missions, pero no recibió respuesta antes de la publicación.
«Nunca tuve la intención de cometer ningún fraude. No creo haber cometido ningún fraude,» dijo Barreto a Associated Press. «Y nunca gané ni un centavo de esto.»
Barreto —quien afirma ser un descendiente directo de Cristóbal Colón, según el Times— ahora está a la espera de juicio.
En otro movimiento extraño, Barreto afirmó que usó su única llamada telefónica para contactar a la Casa Blanca, dejando un mensaje que revelaba su ubicación, antes de ser liberado de la custodia policial.
No hay evidencia que sugiera alguna conexión entre Barreto y la Casa Blanca, informó el Times.
Cuando BI pidió un comentario al Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York, dirigieron las preguntas a la oficina del fiscal de distrito.
TAMBIÉN LEE: Pasajera pide a Delta cambiar sus políticas tras ser bajada de un avión por no usar brasier
