• El biólogo de Harvard y pionero de la genómica, George Church, está intentando recuperar el mamut lanudo.
  • La empresa de biotecnología Colossal se asoció con Church para la aventura.
  • Pretenden producir las primeras crías parecidas a las del mamut en 4 o 6 años.

El mamut lanudo llamó por primera vez la atención de George Church cuando era un niño, en 1964.

Church contempló con asombro una versión animatrónica de este mamífero peludo, según dijo en una entrevista reciente. Ahora, más de medio siglo después, este biólogo de 67 años está intentando resucitar la especie extinta.

La investigación acaba de recibir un fuerte un impulso, ya que una nueva empresa está trabajando en ello con el laboratorio de Church en Harvard.

La empresa de biotecnología, llamada Colossal, dijo este lunes que daría 15 millones de dólares de financiamiento inicial y 19 empleados a tiempo completo.

Colossal, que tiene a Church como cofundador, tiene su sede en Dallas, pero planea abrir una oficina en Austin y su propio laboratorio en Boston.

Aunque la investigación está muy lejos de ser una realidad, Church dice que el mayor reto del proyecto desde sus inicios a mediados de la década de los 2000 había sido la financiación. Hasta ahora.

«Francamente, hemos estado con respiración asistida desde entonces, avanzando a duras penas», explica.

Añade que 100,000 dólares de financiación del multimillonario capitalista de riesgo Peter Thiel mantuvieron el trabajo en marcha hasta que llegó Colossal.

Pero no hay que esperar nada parecido a un mamut lanudo en el corto plazo.

El equipo de Church está editando genéticamente el elefante asiático para formar un híbrido de mamut y elefante.

El CEO de Colossal, Ben Lamm, explicó a Insider que el objetivo es criar los primeros ejemplares dentro de 4 o 6 años.

La idea del mamut de Church lleva 15 años en marcha

Church pensó por primera vez en recuperar la especie extinguida a mediados de la década de los 2000.

La idea le sobrevino al hablar con Nicholas Wade, entonces periodista científico del New York Times, sobre cómo podrían utilizarse los nuevos conocimientos genéticos de los mamuts.

Al pensar en ello, Church cuenta que se enfrentó a una cuestión planteada en la película «Jurassic Park«.

En ella, los científicos devuelven a la vida a los dinosaurios con consecuencias desastrosas. Esto plantea una pregunta: solo porque se puede hacer algo, ¿se debe hacer?

En ese entonces, Church elaboró un plan llamado Woolly Mammoth Revival.

Se hizo amigo de Nikita y Sergey Zimov, los científicos rusos que fundaron el Parque del Pleistoceno: una enorme reserva natural en el noreste de Siberia.

La idea es liberar manadas de híbridos de mamut y elefante en ese parque, donde puedan ser vigilados.

El proyecto, si tiene éxito, podría ayudar a combatir el cambio climático revitalizando las praderas del Ártico.

Además, podría proporcionar a una versión modificada de una especie en peligro de extinción, el elefante asiático y otra geografía en la que este pueda vivir, dicen los expertos.

La cantidad de trabajo que queda por delante para lograr ese objetivo es inmensa.

El laboratorio de Church quiere cultivar estos híbridos de elefante y mamut por su cuenta en lugar de utilizar sustitutos.

Hasta ahora, ya editó los genes de algunos cerdos como prueba de concepto. Pero el procedimiento que permitió llevar esto a cabo fue algo distinto a lo que se pretende hacer ahora.

Colossal sigue considerando la posibilidad de utilizar un elefante asiático o africano como sustituto o desarrollar vientres artificiales, comenta Lamm.

Church reconoce que cultivar estos animales fuera de un cuerpo sería un salto sin precedentes. El laboratorio, explica, lo probaría primero con ratones antes de pasar a los elefantes.

«Vamos a hacer todo el proceso en ratones y lo trasladaremos», revela.

Al no utilizar sustitutos, el proyecto evita el riesgo de interferir en el proceso reproductivo de una especie extremadamente rara, el elefante asiático.

«No es algo con lo que uno quiera meterse», comenta Church. «Si se extinguen, no queremos tener ningún papel en ello».

El plan de negocio de Colossal es confuso

El plan de negocio de Colossal es vago y Lamm contó que el objetivo no es ganar dinero en este momento.

Colossal tiene una licencia exclusiva con Harvard para comercializar las tecnologías desarrolladas con el laboratorio de Church en este proyecto, excluyendo el uso humano.

Los 15 mdd de financiación inicial proceden de inversores como el multimillonario Thomas Tull, Draper Associates, Winklevoss Capital y el orador motivacional Tony Robbins.

El consejero delegado dio pocos detalles sobre su plan para ganar dinero. 

Por ahora, comparó esta investigación con la misión espacial Apolo, un programa que dio lugar a tecnologías como el GPS y los satélites de comunicación.

En el caso de Colossal, aún está por ver cuáles podrían ser esos avances.

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