- Las empresas que sean más inteligentes para atraer y retener talento serán las que escuchen la voz de la nueva generación.
- Los líderes deben comprender que su rol está en complementar el talento con el suyo, con su experiencia y conocimiento.
- Además, es necesario valorar la contribución del empleado y no minizarla, sobre todo, si están comenzando sus carreras profesionales.
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A pesar de traer pegada la etiqueta de «la generación de cristal», la Gen Z está transformando la cultura laboral, demandando mayor flexibilidad en trabajo remoto y horarios, o buscando espacios más colaborativos e incluyentes. Por eso, el reto para las empresas es que su estilo de liderazgo atraiga (y retenga) el talento centennial.
«Las otras generaciones sí están viendo un impacto en la incorporación de la generación Z en el trabajo y es un cambio positivo», afirmó el director de relaciones corporativas de ManpowerGroup, Fernando Bermúdez.
Las empresas que sean más inteligentes para atraer y retener talento serán las que tengan un estilo de liderazgo distinto, las que escuchen la voz de la Gen Z, que sean inclusivas, que fomenten la participación y cambien el estilo de liderazgo, según el director.
¿Cómo es que las empresas y líderes pueden retener el talento joven?
Bermúdez afirmó que la autenticidad, transparencia y humildad son fundamentales para que los líderes retengan el talento de los empleados jóvenes. Los líderes deben comprender que su rol está en complementar el talento con el suyo, con su experiencia y conocimiento.
«El escuchar, el tener puertas abiertas, el permitir que alguien independientemente de su rango o jerarquía dentro de la organización pueda tener voz dentro de un contexto o toma de decisión es algo que muchas empresas entienden como algo importante», agregó.
El líder hoy en día debe entender que parte del trabajo es hacer sentir cómodo al nuevo talento de la Gen Z, eso es el verdadero liderazgo actual, reiteró el director.
Además, es necesario valorar la contribución del empleado, sobre todo, si están comenzando sus carreras profesionales. No menospreciar su capacidad creativa, disruptiva o de innovación por el hecho de que no vienen sesgados y no tienen suficiente experiencia.
«En la medida en que los líderes entiendan que hoy en día no se espera que un director o un jefe sea saboletodo, sea Superman, que sea el que resuelva todo tendrán mucho más éxito en liberar el potencial del talento joven», afirmó.
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