Ana Peña

Ana Peña

Tech Talk

Una torre de Legos siempre será más grande, mejor y se construirá más rápido si se realiza entre varias personas; entre más manos se unan, los resultados se perfeccionarán —pasa lo mismo en un ecosistema digital—. Con este ejemplo busco explicar la importancia de la colaboración para alcanzar la innovación, tal como sucede en los distintos tipos de ecosistemas tecnológicos (ET).

Un ET es una familia de productos que se comunica entre sí y gracias a esto, todos los dispositivos se conectan, se hablan y ayudan a la inteligencia artificial (IA) a conocer mejor tus intereses, por ejemplo, para ayudarte a encontrar más rápido lo que necesitas cuando haces una búsqueda en Google, además de brindarte el mayor número de herramientas adaptadas a tus necesidades en cualquier dispositivo. 

Para explicarme… piensa en las veces que has cambiado tu celular y lo fácil que es pasar todos tus contactos, aplicaciones, documentos; conversaciones y fotografías de un dispositivo a otro en cuestión de minutos y de forma automática. Utilizaré de ejemplo los celulares de Apple, que forman parte de un ecosistema cerrado y son compatibles únicamente con aplicaciones y dispositivos que hablan el mismo lenguaje, a diferencia de los celulares de distintas marcas que forman parte de un ecosistema abierto y son mejor conocidos como Android; en ellos puedes utilizar herramientas y tener compatibilidad con otros celulares sin importar que la marca sea de otra compañía, esto es posible gracias al lenguaje de sus procesadores.

Otro ejemplo, cuando tienes un asistente de voz de Amazon (Alexa) puedes pedirle que ponga una película en alguna de tus televisiones, o pedirle que prenda tus luces inteligentes que hablan el mismo lenguaje del ecosistema, incluso perteneciendo a otra marca, como Phillips. Sucede lo mismo con el asistente de voz de Apple (Siri) o Google (Google Nest). Es por esto que los ecosistemas tecnológicos aprenden de nuestras preferencias y hábitos para mejorar la experiencia de interacción que tenemos con la tecnología. 

Ahora, ¿abierto o cerrado?

He notado que la tendencia va a que las empresas del sector tecnológico se esfuercen por crear un espacio abierto en el que todos los dispositivos hablen el mismo lenguaje. Así, los procesos de desarrollo de tecnología se ahorra tiempo, se disminuyen errores; se agilizan tareas repetitivas y se aumenta la productividad de los empleados. A esto se le llama abrir los ecosistemas.

Un ejemplo es la famosa nube, que hace posible que la información llegue a nosotros y podamos contar con archivos protegidos, aun si no los tenemos dentro de nuestros dispositivos, y hace referencia a los servidores a los que puedes acceder a través de una conexión de internet. En ella se encuentran el software y las bases de datos que se pueden utilizar cuando formas parte de un ET.

Todos estamos de acuerdo en que los ecosistemas abiertos son la opción pero, ¿cómo llegamos a que exista más apertura y que la industria los aproveche? Un buen camino que se está construyendo es usar los ET para perfeccionar la tecnología en la que múltiples compañías se involucran con la finalidad de simplificar el uso, ordenar y poder crear nuevos procesos dando un mejor uso a la tecnología en la vida cotidiana, es decir, promoviendo y acelerando la innovación.

No perdamos de vista la forma en la que los ingenieros y científicos están en constante actualización para lograr encajar millones de transistores microscópicos en chips de computadoras que cada vez son más pequeños. La innovación sin la colaboración en una plataforma abierta no sería posible.

¿Qué sucederá a futuro con estos ecosistemas tecnológicos?

Yo pienso que en la medida en la que se desarrollen procesadores, herramientas tecnológicas y los consumidores utilicen con frecuencia los ecosistemas abiertos, el mundo se beneficiará de una creciente innovación tecnológica; una interacción cada vez más inteligente que nos ayudará a perfeccionar todo lo que hacemos en computadoras, dispositivos móviles y herramientas digitales.

Retomando el ejemplo de la torre de Legos que mencioné al comienzo de esta columna, entre más compañías abran sus ecosistemas, más efectivo será este método y se podrá aumentar la productividad de los ET, pues se convertirá en un aprendizaje conjunto, lectura constante, adopción de nuevas ideas y oportunidades para poder ofrecer soluciones potenciales a una misma comunidad.

El futuro en un ecosistema tecnológico abierto
Jonas Cortes |Business Insider México

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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