- Facebook cambió su nombre a Meta como una forma llamativa de plantar su bandera en la carrera del metaverso.
- Pero otras empresas ya han estado desarrollando este tipo de tecnología, mucho antes que Meta.
- Algunos inversionistas se sienten desalentados por una corporación tan grande e impulsada por las ganancias que busca construir el paisaje virtual.
Lo que existe actualmente en el reino del metaverso no es mucho.
Toma a Decentraland, que se lanzó en 2017 como uno de los primeros motores en el metaverso.
Muchos lo han comparado con Second Life, un juego virtual de la década del 2000 al que se ha hecho referencia como una iteración temprana del metaverso publicitado anterior a Zuckerberg. Pero Ben Gilbert de Insider fue a un rave dentro del mundo virtual de Decentraland y concluyó que «se sentía como un juego sin nada que hacer».
Lo que existe puede ser algo estéril e incómodo; sin embargo, los primeros en ingresar al espacio quieren ser claros: Facebook, ahora conocido como Meta en un esfuerzo por declararse pionero del metaverso, estuvo ausente hasta ahora.
Pero Meta introdujo el concepto de metaverso en un discurso público más amplio el año pasado; esto para consternación de las empresas que ya lo habían estado construyendo. Otras marcas importantes como Nike y Gucci también comenzaron a acumularse, convirtiendo al metaverso en una de las palabras más populares del momento.
Truco o no, algunos expertos dicen que es la próxima iteración «inevitable» de internet, una que agrega experiencia espacial a nuestra sociedad ya obsesionada con lo digital. Y si bien eventualmente puede convertirse en una parte integral de nuestra vida diaria, al igual que internet y el teléfono inteligente, todavía no está ni cerca de serlo.
Tampoco lo es la visión de Meta para ello. Y algunos inversionistas, aunque no todos, parecen estar de acuerdo.
La visión de Meta para el metaverso no es la ideal para muchos inversionistas
Un nuevo ETF centrado en el metaverso está empeñado en invertir dinero en los principales jugadores de la fiebre del oro virtual; como Nvidia, Microsoft —que acaba de desembolsar 68,000 millones de dólares para el gigante de los juegos detrás de «Call of Duty»— y Roblox.
Específicamente no quiere invertir en Meta.
“Facebook parece ser la antítesis de cómo los consumidores reales quieren que sea su futuro digital”, dijo a Bloomberg el creador del fondo, Michael Auerbach, el mes pasado.
«Queremos asegurarnos de que esta industria se desarrolle, sin que aquellos que ven el verdadero potencial de este espacio nos ‘enganchen'», dijo en enero el co-creador de Auerbach, Christian Cooper.
Luego están, por supuesto, las preocupaciones de que las mayores plagas de Facebook manchen sus ambiciones de metaverso. Los principales anunciantes le dijeron a Patrick Coffee de Insider que desconfían establecer una presencia dentro del esfuerzo del metaverso de Meta debido a los riesgos de seguridad de la marca que plantea su Newsfeed, donde pueden vivir temas controvertidos.
Incluso la estrella de acción detrás de uno de los ejemplos más prolíficos del metaverso de Hollywood, Keanu Reeves —quien interpretó a Neo en la franquicia «The Matrix»— ha dicho que Meta debería mantener sus manos fuera del metaverso.
Por mucho que Meta quiera declararse el último pionero del metaverso, otros están poniendo los ojos en blanco, ya que han estado incursionando durante años.
Input Magazine destacó ese hecho en un artículo reciente sobre un documental llamado «We Met In Virtual Reality», filmado completamente dentro de un sistema de realidad virtual llamado VRChat. El documental aborda cómo la tecnología podría coexistir con el mundo real, no suplantarlo.
El documental «deja en claro que la gente ya vive en el mundo que Meta está tratando de vender», escribe Input Magazine. «Y lo están haciendo sin abandonar el mundo físico real, ni invitar a niveles desconocidos de supervisión corporativa».
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