- Las películas de Pixar son para niños; sin embargo, abordan temas complejos con los que los adultos pueden identificarse.
- Elementos cuenta la historia de Ember, hija de migrantes de "la Tierra de Fuego" y su vida en la Gran Ciudad.
- El director de la película, Peter Sohn, se basó en su propia experiencia como hijo de migrantes coreanos en Estados Unidos.
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La película Elementos (Elemental) de Pixar es categoría A o PG; es decir para niños; sin embargo, como es tradición en las películas de Pixar, aborda temas complejos con los que los adultos pueden identificarse.
Estas son algunas problemáticas que podemos ver en la más reciente película de Pixar, que se estrenó en México el pasado 22 de junio. Advertencia: esta nota contiene spoilers.
La migración
Al inicio de la película, los padres de Ember bajan de un barco e ingresan a la Ciudad Elementos, donde sus habitantes están hechos de fuego, agua, tierra y aire, y deben convivir en armonía a pesar de sus fundamentales diferencias. Son recibidos por un agente de migración que, al no poder pronunciar sus nombres extranjeros, los «bautiza» como Bernie y Cinder.
Conforme avanza la película, nos enteramos que Bernie y Cinder dejaron la Tierra de Fuego después de que un desastre natural destruyera su casa y negocio. Como Cinder estaba embarazada, la pareja se embarca hacia la Ciudad Elementos en busca de una mejor vida. Todo esto es una alusión nada sutil a la crisis de migrantes y refugiados que se vive a nivel mundial.
Para el director de la película, Peter Sohn, Elementos es una historia personal y profunda sobre los sacrificios que muchos migrantes hacen. Sohn es hijo de una pareja coreana que se mudó a Nueva York antes de su nacimiento.
Varios miembros del elenco que dan voz a los personajes de Elementos es tienen su propia historia como migrantes. Leah Lewis, quien interpreta a la protagonista Ember, fue adoptada en un orfanato en Shanghái por una pareja de Florida.
Mamoudou Athie, que le da su voz a Wade (el interés amoroso de Ember), nació en Mauritania y recibió su ciudadanía estadounidense hace un año. Y Ronnie del Carmen, que interpreta a Bernie, emigró desde Filipinas.
El racismo y la xenofobia
En la Ciudad Elementos, el Barrio de Fuego es la zona marginada. Se encuentra a las afueras de la ciudad y las casas modestas contrastan con los edificios enormes donde habita la gente de agua y aire.
La gente de fuego es tratada distinta. En una escena vemos que a Ember y a su padre se les prohíbe la entrada al zoológico de la ciudad, pues son considerados «peligrosos». En varias ocasiones, Ember se ve obligada a cubrir su cara y cabeza para que los ciudadanos de la ciudad no la rechacen por ser una persona de fuego.
Cuando Ember se acerca a Wade, su amistad —y eventual romance— es visto como prohibido, pues «los elementos no se mezclan». Las respectivas familias de Ember y Wade dudan de su relación. La familia de Ember abiertamente desaprueba, mientras que la adinerada familia de Wade está sorprendida y un poco intrigada con las costumbres y estilo de vida de Ember.
De acuerdo con AFP, la pareja está también inspirada en el matrimonio de Peter Sohn. «Empecé a recrear (en la película) capas en mi relación con mi esposa: yo soy coreano y ella es estadounidense, mitad italiana. Le oculté la relación a mis padres al principio porque, al estilo de la vieja escuela, querían que me casara con alguien coreana», dijo el cineasta.
Sanar el trauma generacional
La trama de la película se pone en movimiento porque Ember desea apoyar a su padre en su negocio, pero carece de la pasión y habilidades necesarias para lograrlo. A pesar de ello, llega a extremos para que su padre se sienta orgulloso de ella, pues es consciente de los sacrificios que hizo por ella. También nos enteramos (¡¡¡ALERTA DE SPOILER!!!) que Bernie nunca logró la aprobación de su propio padre —abuelo de Ember—, lo que lo lastimó mucho.
Al final de la película (SPOILER de nuevo), Ember logra la aprobación de Bernie, quien le asegura que su sueño nunca fue el negocio, sino la felicidad de su hija.
Esto también se basa en las experiencias personales del director Peter Sohn, quien asegura que la reacción de sus padres a su filme debut, Un gran dinosaurio, fue el detonante para escribir Elementos.
Sohn cuenta que, cuando regresó a su natal Bronx para una charla sobre Un gran dinosaurio, se emocionó al ver a sus padres entre el público, sonriendo orgullosos.
«Toda esta película comenzó allí. En ese momento cuando yo, de adulto, le agradecí a mis padres por los sacrificios que hicieron», dijo. «Ellos eran migrantes, que llegaron aquí sin nada. De adulto he aprendido a apreciarlos, y cada vez que pienso en eso, lloro. Esta película es sobre ese aprecio que siento».
* Con información de AFP.
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