José Salgado

José Salgado

Economía Espacial

En la actualidad existen más cohetes que destinos en el espacio. Esto es un problema; muchas actividades requieren de un lugar “fijo” para poder almacenar materiales, manufacturar productos y hasta para pasar un par de semanas en el espacio.

Ante este problema, la empresa estadounidense ThinkOrbital está creando estructuras que se arman automáticamente en el espacio; estas servirán para crear nuevos servicios dentro de la economía espacial.

La empresa es cofundada por Sebastián Asprella, originario de Buenos Aires, Argentina y que radica actualmente en Londres.

Sebastián creció en una situación económica difícil y alrededor de un contexto social y político complicado. Sin embargo, su sentido emprendedor comenzó a los seis años; fue entonces cuando usó los limones del jardín de su casa para vender limonada a cambio de periódicos y revistas viejas. El periódico lo vendía a un lugar que lo reciclaba y las revistas viejas las revendía. “Desafíos que te impulsan a crecer”, recuerda Sebastián, quien usaba el dinero obtenido para comprar dulces y sándwiches en el recreo y compartirlo con sus amigos. 

A partir de ese momento, aprendió la cultural del trabajo y Sebastián siempre buscó las oportunidades de negocio. Además del puesto de limonada, sus padres le permitían recoger comandas en su restaurante en Ibiza; luego le dejaron atender clientes cuando tuvieron una tienda de ropa. 

Debido a que siempre tuvo una atracción por armar cosas, decidió estudiar electromecánica en la secundaria técnica. Era casi como un internado: en la mañana tenía las clases prácticas y por la tarde las teóricas.

Al mismo tiempo, Sebastián comenzó a cuestionarse del valor de las cosas que construía y la forma en poder venderlas. Eso lo animó a estudiar también en la escuela comercial, donde aprendió las bases de los negocios y la mercadotecnia.

Al momento de escoger una carrera, su interés por el humanismo lo llevó a estudiar psicología, pero la abandonó luego de un año. “Quizá era muy idealista; pero me di cuenta de que no podía cobrarle a la gente a la que iba ayudar, así que lo dejé”, recuerda Sebastián.

Además de los negocios, a Sebastián le gusta viajar; realizó su primer viaje solo, a los 13 años, cuando recorrió más de 100 kilómetros pidiendo “aventón”. “Me castigaron dos semanas, pero poco a poco me dejaron ir más lejos y a partir de los 15 años me fui de aventón al norte, sur, a Chile, etc. En ese tiempo la gente era muy abierta” dice Sebastián.

Su sentido de aventura lo llevó a Londres en 2001, a donde llegó con un boleto sin regreso y 50 dólares en la bolsa. Un primo le prestó un teléfono y le ofreció hospedaje por un corto plazo.

Sebastián llegó un domingo y el lunes ya estaba en una agencia de empleo; esta lo mandó a un colegio en Londres, donde tenía que lavar pisos y ollas en la cocina, pero le daban desayuno y comida. Ese día encontró un segundo empleo en un restaurante donde le daban la cena. En la misma semana se inscribió en el colegio donde trabajaba para perfeccionar su inglés.

Luego de acumular experiencias y cambiar de trabajo 15 veces, actualmente maneja proyectos —con un total acumulado de más de 500 millones de euros—; asimismo, gestiona grandes iniciativas para una oficina de la Unión Europea.

Además, Sebastián regresó a concluir sus estudios y obtuvo un doble título, en Contaduría y Administración de Empresas. Ahora, es padre de familia con dos hijas.

Estructuras orbitales para más destinos en el espacio

Debido a que desde pequeño estuvo fascinado por la combinación entre la parte inspiracional y tecnológica del espacio, hace unos años comenzó a asesorar a pequeñas empresas, con el interés de eventualmente comenzar algo propio.

Gracias a estas experiencias y a una comunidad online llamada Nexus Aurora, Sebastián conoció a Vojtech Holub, el otro fundador de la empresa y quien tuvo la idea original de las estructuras orbitales. 

ThinkOrbital lleva más de un año operando. Uno de sus productos es una estación espacial híbrida que deberá estar lista parapruebas el primer trimestre de 2025. Se llama ThinkPlatform-2 y medirá 20 metros en diámetro y pesará entre 60 y 80 toneladas.

ThinkPlatform-2 ofrecerá in-space servicing assembly and manufacturing (ISAM). Los planes para su lanzamiento son alrededor del 2027 en el cohete Starship de la empresa SpaceX, que se espera esté listo para esa fecha. La empresa fue seleccionada por la US Space Force for funding para un estudio inicial (STTR Phase 1) para desarrollar este producto.

A pesar de que ThinkOrbital lleva poco tiempo en operación, ya cuenta con una impresionante lista de consejeros; estos van desde un general retirado de la fuerza aérea y un exastronauta, hasta un reconocido científico de NASA JPL y un exejecutivo de SpaceX

Actualmente, Sebastián y Vojtech están por iniciar una siguiente ronda de inversión. Esta les permitirá continuar con sus planes de tener para el 2031, otra estación adaptada para recibir humanos y quizá también, una de sus estructuras podría estar en la superficie lunar. Ello permitiría almacenar materiales extraídos de la luna, o el procesamiento de esos materiales para transformarlos en viviendas, paneles solares u otras herramientas.  

destinos en el espacio

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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