- Los expertos en finanzas creen que hay ocho gastos que valen cada centavo y en los que no deberías ahorrar.
- Durante una recesión, no escatimes en salud mental, en la cobertura de tus seguros ni en gastos médicos.
- Prioriza la creación de un fondo de emergencia y el pago de las deudas que tengas pendientes.
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Una de las mayores preocupaciones financieras de este año es la amenaza de una recesión.
En este escenario, al planificar el presupuesto y establecer objetivos financieros para los próximos meses, lo más seguro es que empieces a valorar en qué áreas puedes limitar el gasto y acumular liquidez —dinero en efectivo o disponible en tu cuenta corriente— en caso de emergencia.
Si estás empezando a valorar en qué deberías ahorrar, te compartimos una lista de cosas que podrías dejar de considerar.
1. Tarifa de internet y celular
Al revisar tus gastos fijos mensuales, posiblemente sientas la tentación de llamar a tu operador telefónico o de internet para cancelar o reducir tu plan. Sin embargo, Gabriel Lalonde, planificador financiero certificado, explicó a Business Insider que hacerlo en este momento puede salirte caro en el futuro.
«Con el aumento de la dependencia de la tecnología y de internet para la comunicación y el acceso a la información, es esencial disponer de un servicio de teléfono e internet confiable», dijo. «Además, no tener esto también puede limitar tu acceso a oportunidades laborales y otros recursos».
Si tienes problemas para llegar a fin de mes y es una factura que necesitas reducir, Lalonde recomendó llamar al mismo proveedor y pedir descuentos. También puedes buscar opciones de menor costo con otros proveedores.
2. Gastos médicos y cuidado de la salud
Posponer o saltarte algunas visitas a tu médico para no tener que comprar medicamentos o asumir algún gasto relacionado no es una opción a la hora de ahorrar, menos si dependes de un seguro privado.
Lalonde defendió que invertir en la salud siempre es buena idea, incluso durante una recesión. Saltarte tratamientos o citas podría provocar el avance de una enfermedad o lesión, y hacerla más cara o difícil de tratar en el futuro.
«Incluso con posibles dificultades económicas, hay que intentar mantener la cobertura del seguro y buscar maneras de minimizar su costo, como pedir medicamentos genéricos o comparar precios», recomendó el experto.
De acuerdo con él, asegúrate de que la cobertura está al día e investigar cómo puedes hacer etas revisiones al mismo ritmo por el servicio público de salud.
3. Salud mental
Stephanie Genkin, planificadora financiera certificada, añadió que tampoco hay que descuidar la salud mental durante una recesión.
«Hay una razón por la que una persona buscó terapia», dijo Genkin a Business Insider. «Una recesión económica puede magnificar esa misma razón».
Si tu terapeuta actual no acepta seguro, Genkin sugirió buscar a un profesional de salud mental diferente que sí lo haga. Así, si tienes que ahorrar, este no sea un precio que tengas reducir.
4. Ciertos tipos de seguros
Al revisar tus gastos, seguramente identificarás un conjunto de seguros diferentes. Antes de recortar alguno, Marcus Miller, planificador financiero certificado, recomendó mantener las pólizas que cubren sucesos raros y costosos, y no las que cubren gastos que suponen un pequeño gasto.
Por ejemplo, el seguro de salud para cubrir tratamientos médicos inesperados, el seguro de vida para garantizar la seguridad financiera de los seres queridos en caso de fallecimiento del titular de la póliza, el seguro de vivienda o de inquilinos para cubrir los bienes personales y la responsabilidad civil por cualquier daño, y el seguro de coche para estar cubierto en caso de accidente.
Si quieres recortar gastos en seguros, se aconseja que prescindas del seguro de mascotas, por ejemplo. También de la garantía del hogar, el seguro de viaje y el seguro de robo de identidad, ya que los costos podrían no valer la pena por los escasos beneficios que recibes.
5. Alimentación
Si eres de los que gastan gran parte de su presupuesto en comida, Jay Nelson, planificador financiero certificado, dijo que en lugar de recortar en esta área, busca ser más estratégico con los alimentos que compras.
Se puede ahorrar dinero comiendo menos veces fuera o comprando comida rápida, pero cuando se trata de hacer el súper, hay que abastecerse de lo básico y de lo que se necesita para las comidas en casa, especialmente cuando hay descuentos u ofertas en estos artículos.
Para ahorrar dinero en alimentos sin limitar la cantidad que comes de cada uno de ellos, comprar artículos genéricos o del propio establecimiento.
También comprar lo que sabes que realmente te vas a comer en la semana, y consigue artículos congelados que no se echan a perder o que caduquen en un breve periodo.
6. Transporte
Si detectas que gastas mucho dinero en desplazarte por la ciudad, Nelson aseguró que quizá no es algo en lo que puedas recortar tu presupuesto durante una recesión.
Tanto si tienes gastos recurrentes relacionados con tu vehículo —como el seguro del coche o la gasolina— como si utilizas servicios de transporte compartido o transporte público, Nelson recomendó encontrar mejores maneras de planificar con antelación para utilizarlo sin gastar más de la cuenta.
Puedes valorar con qué frecuencia sueles hacer varias paradas en un mismo viaje, cargar gasolina en un sitio más barato aunque no sea de tu barrio.
Y, si es una opción, encontrar maneras de compartir el auto con compañeros de trabajo para poder repartir esos mismos gastos al menos entre semana.
7. Fondo de emergencia
Durante una recesión puede ser tentador querer cambiar la planificación financiera y pausar las contribuciones a la cuenta de jubilación o de inversión a futuro.
No obstante, Nelson dijo que si no estás totalmente cubierto con hasta seos meses de gastos, es importante dar prioridad a esta cuenta de ahorros.
«Recorta otros gastos, como ropa y café, y pon ese dinero en un fondo de emergencia para que tengas la libertad de pagar los imprevistos que te vayan surgiendo, en vez de tener que endeudarte en el futuro», agregó.
8. Pagos de deudas
Otro error financiero que Nelson ve a menudo en una recesión son los clientes que quieren ahorrar y dejan pagar las deudas pendientes que tienen.
El experto insistió en que este no es un gasto que se deba recortar durante una recesión económica, porque se podría acabar pagando más intereses y sanciones, lo que haría que los pagos fueran más elevados en el futuro.
A la hora de priorizar los recortes, Nelson recomendó recortar gastos en otros ámbitos para garantizar que las deudas se pagan en primer lugar.
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