• Los hongos 'mágicos' son ilegales en Estados Unidos, aunque algunos lugares están despenalizando el consumo, la venta y la posesión de psilocibina; como San Francisco, Denver y Minneapolis.
  • La psilocibina "elimina por completo la ansiedad" y permite estar presente cuando se trata de relacionarse con la familia, los amigos o aumentar la creatividad en un negocio o trabajo.
  • En Estados Unidos, se presta más atención a convertir las sustancias psicodélicas en tratamientos médicos, sobre todo para la salud mental, y hay varias empresas de capital riesgo invirtiendo en este campo.
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Scott Frohman piensa mucho en sus niveles de energía después de haber probado hongos alucinógenos.

Frohman es el fundador de una startup de Florida (Estados Unidos) y solía despertarse cada mañana con ganas de tomar su primera taza de café, y la segunda y la tercera, cuando descubrió las setas.

El hábito le causaba problemas estomacales, así que comenzó a probar setas en polvo, un suplemento natural que se dice que mejora la función cerebral. Mezclar una pequeña cantidad con su taza de café matutina le funcionó tan bien que dejó de tomar más en las horas posteriores.

La historia de Frohman con los hongos es el origen de su actual empresa Odyssey, que vende bebidas enlatadas mezcladas con hongos, que ofrecen a los consumidores energía, claridad y equilibrio. También le inspira a añadir algo más a su rutina matutina.

Cada pocos días, toma una pequeña dosis de psilocibina. Se trata de un hongo que en grandes dosis provoca alucinaciones, pero que en pequeñas cantidades puede tener efectos positivos sobre la claridad mental, la concentración y la creatividad; según sostienen varios fundadores entrevistados por Business Insider y médicos que investigan los efectos de la sustancia.

«Las microdosis relajan la mente y ayudan a tenerla más despejada para poder tomar mejores decisiones. La primera vez que lo probé, sentí mucha claridad y capacidad de estar más presente en las conversaciones. Estaba menos distraído. Me di cuenta de que así es como quiero ser», explicó Frohman sobre esta práctica.

Psilocibina, el hongo que ayuda a la concentración

Frohman forma parte de una pequeña pero creciente comunidad dentro del sector de las startups en Estados Unidos que está experimentando con pequeñas dosis de psilocibina para mejorar la concentración y la productividad.

La psilocibina, que antes consumían únicamente los hippies de los 60 buscando un viaje psicoactivo intenso, está resurgiendo.

Los hongos ‘mágicos’ son ilegales en Estados Unidos, aunque algunos lugares están despenalizando el consumo, la venta y la posesión de psilocibina; como San Francisco, Denver y Minneapolis.

En Oregón, es legal el consumo supervisado por adultos, pero los intentos de legalización en California, Iowa, el estado de Washington y Vermont fracasaron.

Sin embargo, esto no está impidiendo a los fundadores experimentar con las sustancias para sacar su lado más creativo.

«Las microdosis me están ayudando a bajar el ritmo y ser más comedido. Estoy más abierto a cosas que de otro modo no habría notado; y tengo tiempo para tareas que de otro modo no habría podido hacer porque me sentía demasiado ocupado», afirma Frohman.

La historia de los hongos psicodélicos

Según un artículo publicado en la revista Frontiers in Psychology, es probable que las personas lleven años ingiriendo hongos psicodélicos. En las primeras civilizaciones, las setas podrían haber ayudado a los antiguos humanos a colaborar y convivir compartiendo objetivos comunes.

En el siglo pasado, la era psicodélica de mediados de los 70 se caracterizó por un movimiento musical, artístico y social. Muchos atribuyen a la creciente popularidad de la psilocibina y el LSD (dietilamida del ácido lisérgico) en la contracultura.

La microdosificación es un fenómeno mucho más reciente; la práctica consiste en la toma de pequeñas dosis de muchas sustancias diferentes, como setas psicodélicas, LSD, cannabis, ayahuasca o DMT.

Se requiere entre una vigésima y una décima parte de una dosis normal para tener un buen «viaje», según el psicólogo James Fadiman, investigador de la microdosificación.

Los fundadores de startups que toman pequeñas dosis de hongos de forma semiregular explicaron a Business Insider que esta práctica es una parte importante de su rutina de bienestar.

«Creo sinceramente que las microdosis de hongos pueden eliminar la ansiedad y reprogramar las vías neuronales», dijo en una entrevista a Business Insider Koel Robinson, fundadora de la plataforma de bienestar Celia Collective, con sede en Los Ángeles.

«Marca la diferencia entre observar tu vida desde la barrera y protagonizarla», explicó.

Robinson toma regularmente lo que ella llama una ‘nanodosis’ de psilocibina, lo que sería alrededor de un octavo de una dosis completa, un par de veces a la semana por la mañana.

La psilocibina «elimina por completo la ansiedad» y le permite concentrarse en lo que tiene delante; ya sea la familia, los amigos o la startup que fundó hace cuatro años y para la que quiere conseguir financiamiento.

La experiencia con el hongo

Froman, el fundador de Odyssey, experimentó con grandes dosis de diversas sustancias psicodélicas. Descubrió que las microdosis de psilocibina proporcionan una experiencia completamente diferente que mejora su día a día.

«La microdosificación me sentó muy bien, y la sensación me duraba hasta dos días después», después tomó pequeñas dosis de hongos antes de reuniones de negocios y días ajetreados en el trabajo.

Frohman añade que estableció vínculos con posibles inversores y socios comerciales a los que también les gusta consumir microdosis. La bebida de su empresa, que recaudó 6 millones de dólares(mdd) a principios de este año de inversores como el fundador de Rocket Beverage Group, Richard Laver, se vende en varios supermercados de Estados Unidos.

Aunque hay muchas pruebas anecdóticas sobre los beneficios de las microdosis de hongos y otras sustancias psicodélicas (Steve Jobs es solo uno de los muchos miembros de la industria tecnológica que defendía el uso del LSD).

La ciencia no es unánime sobre si esta práctica es realmente útil, y solo hay un puñado de estudios que la hayan analizado.

«Todos los que lo hacen creen que les ayuda, pero existe un abismo asombroso entre la gente que cree que ayuda y los pocos ensayos clínicos aleatorizados que se han hecho sobre las microdosis», explicó Peter Grinspon; médico de atención primaria del Hospital General de Massachusetts, que también investiga los psicodélicos.

¿Por qué la ciencia no se presta al estudio de las microdosis de hongos?

Grinspon afirma que los actuales estándares de investigación (aleatorizados, controlados y doble ciego) no se prestan al estudio de las microdosis por varias razones. Una de ellas es sus beneficios son difíciles de medir objetivamente.

«En lo que respecta a la creatividad, no disponemos de un gran marcador para medirla, como sí lo tendríamos para un ensayo de control aleatorizado sobre algo como el colesterol», ilustró.

Grinspon añade que el consumo mediante microdosis de psilocibina, como pasa con cualquier otra sustancia, no está totalmente exento de riesgos, pero probablemente sea menos dañino que tomar dosis más elevadas de hongos u otras sustancias psicodélicas. Pero por ahora, cualquier beneficio está lejos de ser confirmado científicamente.

«Podría ser que acabáramos de empezar a estudiar las microdosis y que estuviéramos al principio del renacimiento psicodélico. Como con tantas otras cosas, esto podría requerir un cambio de paradigma entre los médicos», afirmó.

La historia de Peggy con los psicodélicos

Peggy Van de Plassche pasó más de 10 años trabajando en instituciones financieras canadienses y más tarde ofreció servicios de consultoría a clientes financieros como el banco de inversiones BMO y el fondo público de pensiones OMERS. Durante la pandemia, se alejó de su trabajo para hacer frente a la ansiedad, el estrés y la depresión, y empezó una nueva carrera cuando descubrió los psicodélicos.

«Las microdosis supusieron un cambio enorme en mi vida», confiesa a Business Insider, y añade que la psilocibina la ayudó a superar problemas de salud mental que, a su vez, potenciaron su creatividad y productividad.

En la actualidad, Van de Plassche dirige una empresa que promueve los beneficios de la psilocibina a través de charlas corporativas y un curso online de 90 días. También escribió dos libros sobre cómo las microdosis pueden ser beneficiosas en una rutina de bienestar y productividad.

«Las microdosis no son una píldora mágica, sino una herramienta más. Los días parecen más largos y hago en un día lo que normalmente me llevaría tres. Las ideas surgen más deprisa, y simplemente sabes qué hacer y cómo hacerlo», afirmó.

A pesar de que Van de Plassche y otros fundadores de startups hablan abiertamente de sus prácticas, los hongos y otras sustancias psicodélicas siguen estigmatizadas en ciertos sectores de la comunidad tecnológica; que es conocida por ser más libre respecto a las drogas y el alcohol, así como a diversas prácticas de bienestar; en comparación con sectores más rígidos como el financiero.

Los grandes empresarios que consumen hongos pero quieren permanecer en el anonimato

Business Insider ha hablado con varios fundadores e inversores que toman microdosis pero que desean permanecer en el anonimato. Estos fundadores también afirman que hay muchos inversores de capital riesgo en sus redes muy abiertos sobre las microdosis. Son embargo, la mayoría se sienten incómodos hablando en público sobre su consumo por miedo a ser juzgados por los inversores.

En 2021, Justin Zhu, CEO de Iterable, una empresa de email marketing que facturaba 2,000 mdd, fue despedido tras admitir que había tomado una pequeña dosis de LSD antes de una reunión de negocios.

«Las microdosis me han ayudado mucho, pero estoy muy preocupado por las reacciones adversas y por la posibilidad de que se convierta en una pesadilla», señala a Business Insider un fundador de una fintech en fase inicial.

El fundador de la fintech dijo que, aunque las microdosis le han «cambiado la vida», creció en una familia religiosa que no aprobaría la práctica, y también le preocupa que la gente del sector financiero pueda juzgarle.

La persona se negó a revelar su nombre, pero Business Insider conoce su identidad.

Tampoco ayuda el hecho de que las sustancias psicodélicas sigan siendo ilegales en gran parte de Estados Unidos, lo que significa que la innovación (y, por consiguiente, el cambio de las percepciones sociales) se está produciendo en gran medida fuera del país.

La visión de Estados Unidos sobre las sustancias psicodélicas

Filament Health, con sede en Vancouver (Canadá), está trabajando para ampliar el acceso a los psicodélicos naturales mediante un proceso de extracción y descubrimiento de drogas; mientras que las tiendas físicas Shroomyz y Fun Guyz están impulsando el «boom de las setas» en Canadá.

En Estados Unidos, se presta más atención a convertir las sustancias psicodélicas en tratamientos médicos, sobre todo para la salud mental, y hay varias empresas de capital riesgo invirtiendo en este campo, como PsyMed Ventures, Noetic Fund y Palo Santo.

En el caso de que se legalicen las sustancias psicodélicas de consumo en Estados Unidos, Frohman y Robinson afirman que les gustaría expandir sus negocios para incluir las microdosis de setas.

«Sería un producto espiritual, porque el mundo entero se comunica a través del micelio. No es sólo sanador, es una optimización de la vida», afirmó Robinson.

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