- Toyota pidió a miles de conductores de Estados Unidos reparar sus autos, ya que los infladores de sus bolsas de aire podrían explorar.
- Los automóviles afectados contienen infladores de bolsas de aire Takata, que se han relacionado con más de 30 muertes desde 2009.
- Toyota también está lidiando con otra crisis de seguridad por las pruebas de seguridad falsificadas en su filial Daihatsu.
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Toyota pidió a los conductores de cerca de 50,000 de sus vehículos en Estados Unidos que realicen reparaciones urgentes. Esto por temor a que los infladores de sus bolsas de aire puedan explotar y causar “lesiones graves o la muerte”.
El gigante automovilístico japonés emitió el pasado viernes una advertencia de “no conducir” para algunos modelos más antiguos equipados con un inflador de bolsas de aire Takata.
De acuerdo con Toyota, esta pieza corría el riesgo de explotar y disparar “fragmentos metálicos afilados” dentro del automóvil cuando se despliega la bolsa de aire.
Los vehículos afectados incluyen el Corolla 2003-2004, el Corolla Matrix 2003-2004 y el RAV4 2004-2005. Toyota se comprometió a reparar o reemplazar gratuitamente las bolsas de aire de todos los autos afectados.
Los infladores de bolsas de aire Takata se han relacionado con más de 30 muertes y cientos de lesiones desde 2009. También han sido responsables del mayor retiro por motivos de seguridad en la historia del coches.
Los fabricantes de automóviles han retirado del mercado más de 67 millones de bolsas de aire solo en Estados Unidos durante la última década y alrededor de 100 millones en el mundo.
Takata se declaró en quiebra en 2017 tras años de demandas e investigaciones criminales.
El último incidente relacionado con el inflador defectuoso se produjo en diciembre. De acuerdo con reportes, un conductor sufrió graves heridas por metralla. Incluso se le tuvo que extirpar quirúrgicamente un gran trozo de metal de su pulmón. Como consecuencia, BMW retiró la pieza de 500 automóviles.
Toyota ha enfrentado a una serie de dolores de cabeza en relación con la seguridad de los vehículos en los últimos meses. En diciembre, su filial Daihatsu detuvo la producción después de admitir que falsificó pruebas de seguridad durante más de 30 años, incluso en vehículos vendidos bajo la marca Toyota.
La marca japonesa —que es el mayor fabricante de automóviles del mundo— también enfrentó un problema separado con las bolsas de aire a finales del año pasado.
Retiró del mercado más de un millón de vehículos por un sensor defectuoso que podía provocar que la bolsa de aire no se desplegara durante un choque.
Toyota no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios de Business Insider, realizada fuera del horario laboral normal.
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