• La salmonelosis es una de las intoxicaciones alimentarias más comunes.
  • Se trata de una enfermedad intestinal generada habitualmente al comer alimentos contaminados por la bacteria salmonella.
  • Si bien los síntomas suelen ser leves, del tipo gastrointestinales, en algunos casos la infección puede conllevar riesgos serios e incluso resultar mortal.
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La intoxicación alimentaria causada por la salmonella, lo que se conoce como salmonelosis, provoca trastornos gastrointestinales, a menudo acompañados de fiebre tras el consumo de productos contaminados, pero hay manera de identificar sus síntomas y prevenir. 

Si bien suele tratarse de casos leves, puede agravarse en niñas y niños pequeños, personas inmunocomprometidas, embarazadas y adultas mayores, resultando en ocasiones mortal.

En los últimos años, las intoxicaciones de salmonelosis se han vinculado principalmente a la contaminación de pepinos, pollo, huevos, pistaches, atún crudo y germinados.

Las infecciones por salmonella son contagiosas. Una persona puede contagiar a otras incluso días después de haber dejado de tener síntomas. 

Entre las medidas de precaución se recomienda lavarse las manos con agua y jabón después de ir al baño, antes de cocinar o cambiar pañales. También esencial evitar la contaminación cruzada en la cocina.

¿Qué es la salmonelosis?

La infección por salmonella, o salmonelosis, es un tipo de intoxicación alimentaria que afecta al tracto intestinal y causada por bacterias del género salmonella. 

Existen varios tipos de salmonella. El responsable de la mayoría de las infecciones en los seres humanos es la que transmiten sobre todo aves, vacas y los reptiles. 

Hay otra clase de salmonella, mucho menos frecuente, que causa la fiebre tifoidea.

La bacteria causante de la salmonelosis suele alojarse en los intestinos de animales y humanos, siendo liberada mediante las heces. 

Las personas normalmente se infectan con mayor frecuencia mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados. Entre los productos que más riesgo de contagio conllevan están la carne de ternera, de aves de corral, los huevos o leche. 

También hay otros alimentos que se han vinculado a la transmisión, como por ejemplo, las hortalizas contaminadas por estiércol, recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De hecho, según la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) cualquier alimento puede estar infectado por la salmonella, si es manipulado por una persona infectada con las manos sucias o si el alimento toca otros contaminados, lo que se denomina “contaminación cruzada”. 

También puede darse el contagio por vía fecal-oral cuando no se realiza un adecuada higiene de manos tras ir al baño, al entrar en contacto con pañales o con mascotas (perros, gatos, pájaros y tortugas).

Aunque puede producirse en cualquier época del año, esta enfermedad bacteriana se da fundamentalmente en la época estival, asegura el miembro del Grupo de Patología Digestiva de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Pedro Tárraga a CuídatePlus.

Es la causante de “las famosas diarreas de verano». Mientras que en invierno puede haber algún caso «por mala manipulación de los alimentos”, añade.

¿Cuáles son los síntomas de la salmonelosis?

La salmonelosis afecta al tracto intestinal, por lo que la mayoría de las infecciones se pueden clasificar como gastroenteritis vírica, afirma la Clínica Mayo.

Los síntomas de la salmonelosis incluyen:

  • Náuseas y vómitos
  • Retortijones abdominales
  • Diarrea (a veces sanguinolenta)
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza o abdominal
  • Escalofríos

El periodo de incubación se coloca entre las seis y 72 horas después de la ingesta de un alimento contaminado.

De acuerdo a la SEMI, la enfermedad dura entre dos y siete días y normalmente se trata de sintomatología leve que remite sin tratamiento.

Sin embargo, enfatiza, en algunos casos, particularmente en personas menores de edad y adultas mayores, puede ser grave debido a la deshidratación causada, incluso poniendo «en peligro la vida».

Al tratarse de una lista de síntomas vinculada a muchas afecciones comunes, la forma de diagnosticar salmonelosis es a través de un análisis de heces y es importante saberlo como parte de las medidas para prevenir.

¿Cómo prevenir la salmonelosis?

Prevenir los brotes de salmonelosis, indica la OMS, exige medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción agrícola hasta la preparación de alimentos, tanto en establecimientos  como en los hogares.

Las personas también pueden llevar a cabo algunas medidas para reducir el riesgo de intoxicación por esta bacteria.

Es clave asegurarse de que los alimentos están debidamente cocinados. Durante la preparación es importante lavar frutas y verduras, especialmente si las consumes crudas y evitar el contacto entre alimentos al manipularlos.

Lavar tus manos antes y después de tocar alimentos crudos ayudará a reducir los riesgos. Así como almacenar los productos de manera adecuada, respetando las necesidades de refrigeración de cada uno. En el refrigerador, es importante que los alimentos no entren en contacto.

En relación al contagio por las heces, la higiene de manos tras estar en contacto con personas afectadas o mascotas es la mejor manera de prevenir una infección de salmonelosis y sus síntomas.

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