La única constante en la vida es el cambio y, por lo mismo, las compañías y los trabajadores de una empresa deben estar en constante evolución, en busca de la mejor opción para afrontar los retos que se presentan día con día.
Tomando eso en cuenta, me gustaría retomar una frase que dijo Andrew Grove, uno de los fundadores de Intel: “only the paranoid survive” (solo los paranoicos sobreviven).
Considero que sigue siendo tan cierto como en el momento en que Andy la expresó, ya que vivimos en un mundo en el que los consumidores buscan satisfacer sus necesidades de manera inmediata y, por lo tanto, buscan que todos sus productos sean cada vez más útiles. Eso sí, en el contexto actual, yo añadiría que la paranoia es un mecanismo de defensa, incluso una herramienta de supervivencia, y te voy a explicar por qué.
En varias ocasiones te he platicado sobre la Ley de Moore, misma que dice que cada dos años se duplican los transistores de un procesador, por lo que cada vez habrá más tecnología en menos espacio. Esa ley suma al mismo tema de los paranoicos porque hoy las empresas deben tener más soluciones con menos recursos y, a su vez, los empleados deben tener más habilidades con menos tiempo de reacción.
¿A poco no te ha pasado que en tu trabajo tienes que diversificarte y cumplir con roles que no esperabas desempeñar hace unos meses o años? Bueno, esto responde a la creciente demanda de cualquier mercado en el mundo.
El amor es ciego
Fue tan fuerte la frase de Grove que hasta escribió un libro para sustentarla y quiero rescatar algunas de las bases que estableció. Una es el hecho de que debemos estar abiertos a la crítica constructiva que se presenta afuera de una organización y no solo a lo que se platica internamente porque es muy probable que la opinión de los colaboradores esté sesgada por su amor a la compañía.
Además, se puede producir lo que coloquialmente se le llama “ceguera de taller” que consiste en no darse cuenta de los errores por estar muy acostumbrado a ciertos procesos. Que, de hecho, esto me llega a pasar con mis propias columnas, por lo que suelo pedirle a mi equipo que me ayude a leerlas antes de que lleguen a este lindo espacio en Business Insider.
Más que paranoicos, siempre hay que estar preparados
Otro aspecto que me gustaría destacar sobre el libro de Andy es que debemos estar listos para puntos de inflexión dentro de una compañía porque esto puede definir el futuro de la misma.
Un ejemplo es lo que le pasó a Blockbuster que, de ser el líder en renta de películas, pasó a quebrar y tener que cerrar todas sus sucursales. Si hubieran apostado por el streaming, es muy probable que siguiéramos siendo sus fieles consumidores, pero rechazaron la propuesta de Netflix, o sea un cambio.
Otro ejemplo de esto puede ser Kodak, que era líder a nivel mundial en fotografía. Ahora, si nos vamos a ejemplos locales, ¿qué me dices de los Cines Lumiere en México?, ¡o hasta de la Guía Roji!
¿Cuándo te ibas a imaginar que ibas a poder comer pizza en McDonald’s? Bueno, eso ya es una realidad en la sucursal más grande del mundo de ese restaurante de comida rápida, misma que está en Orlando, Florida. Y, sí, eso es algo que pasa con una empresa que no tiene miedo a innovar y a ofrecerle a sus clientes más opciones para seguir cautivándolos. ¡Con decirte que hasta pastas hay en esa sucursal de McDonald’s!
El cambio es uno de los principales miedos en el ser humano, pero yo te invito a que empieces hoy mismo por afrontarlo, reinventarte y dar un giro en tu vida, tanto personal como profesional, porque si dejas de lado esa paranoia y te estacionas en tu zona de confort, es muy probable que no sobrevivas. Y tú, ¿estás dentro o fuera de la caja?
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