Cristian Huertas

Cristian Huertas

México tiene la oportunidad de convertirse en un referente regional en avances tecnológicos en el sector financiero, una nutrida base de emprendedores y un ecosistema de financiamiento que ha apostado por el potencial que tienen el país, las compañías fintech, avances regulatorios determinantes que dejan las reglas básicas claras para que jugadores locales y de otras latitudes puedan operar, entre otras razones. Sin embargo hay varios factores que están frenando el potencial de México en materia de servicios financieros.

1. Identificaciones digitales

Así como las tarjetas de débito y crédito tienden a desaparecer y están siendo reemplazadas por wallets, pagos con código QR, NFC, etc; las identificaciones oficiales también deberían hacerlo. De esto, hay precedentes muy interesantes en Estonia y en China.

Tecnologías como blockchain pueden ayudar a la seguridad y trazabilidad de los cambios que se puedan hacer y facilitar de manera muy relevante todos los procesos de alta en cualquier entidad financiera regulada; además de facilitar procesos gubernamentales, la dispersión de subsidios e incluso votar. Aunque hay algunos servicios tecnológicos que prestan entidades como RENAPO o INE para validar la autenticidad de una identificación, los procesos de conexión pueden tardar años. Necesitamos organismos robustecidos que se modernicen y que tengan la capacidad de implementar medidas potentes que puedan beneficiar ampliamente a la población, a la gestión de sus recursos y de rebote a la economía.

2. Regulador con falta de recursos

México necesita reguladores fortalecidos con manos suficientes para supervisar no sólo a los actuales jugadores sino las compañías que vienen (como las fintech).

Reguladores con tiempo suficiente para avanzar en las regulaciones que en materia financiera se han construido, pero que avanzan lentamente, no por falta de voluntad sino de recursos. La falta de avance en las reglas de juego crea un ambiente de incertidumbre que frena la innovación, la inversión y el desarrollo de soluciones digitales que tienen el potencial de transformar a México.

Pero no solo afecta a los que vienen, sino a los consumidores. La cantidad de sanciones impuestas durante el último año a las entidades financieras reguladas ha disminuido de manera importante, y no se debe necesariamente a un cambio de conducta de los jugadores sino que entidades como la CNBV, están cortas de manos debido a las medidas de austeridad aplicadas por la actual administración y a la fuga de cerebros que se vivió hace un año.

3. PIN Offline – PIN Online

Las tarjetas de débito y crédito piden el  PIN (un número de 4 dígitos) para autorizar operaciones. Para que el usuario pueda cambiarlo, debe ir a un cajero; a esta modalidad se le llama PIN Offline.

En otras partes del mundo, los usuarios a través de las aplicaciones móviles de las entidades financieras pueden cambiar el PIN (PIN Online), esto es muy conveniente porque evitan que el usuario se traslade; además permite crear medidas de seguridad adicionales. Mientras que en una gran cantidad de economías desarrolladas se escogió la modalidad de PIN Online para activar tarjetas de débito y crédito, en México se escogió la modalidad de PIN offline.

Los más favorecidos por esto son los bancos con las redes de cajeros automáticos más grandes, que casualmente son los más grandes.

Pasar a la otra modalidad haría que las compañías fintech dejaran de depender de los grandes bancos para el proceso más básico; el enrolamiento de los usuarios. Esta medida es especialmente perjudicial para la inclusión financiera pues si un usuario vive en una población que NO tiene un cajero automático, no podrá usar su tarjeta.

4. Monopolios y oligopolios

El Sistema Financiero Mexicano tiene una gran cantidad de jugadores privados que ostentan monopolios o oligopolios que naturalmente atentan contra la innovación, y el desarrollo de una economía más digital.

México debe trabajar para promover que más jugadores compitan como proveedores en las funcionalidades más básicas para que una entidad financiera pueda operar. Un ejemplo eran las cámaras de compensación, de dos jugadores que pertenecían a los bancos hoy hay prácticamente 4 jugadores que prestan este servicio. Sin embargo, hay mucho camino por recorrer en temas de acceso a SPEI, scorings de crédito, entre otros.

Atacando estos problemas, México se convertiría en líder mundial en innovación financiera, para resolverlos se necesitan entidades gubernamentales fortalecidas y con la atención y visión suficiente, espero que el contexto en el que nos encontramos lo permita.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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