La liquidez de tu empresa, ¿qué es y cómo mantenerla?

Hablemos de liquidez, un concepto que seguramente has escuchado, en especial si tienes un negocio. ¿Qué significa realmente ser “líquido”? y, sobre todo, ¿cómo mantener un nivel sano de liquidez?

Empecemos por lo básico. La liquidez es el oxígeno de tu empresa; es la gasolina para seguir operando. En un segundo nivel, también es lo que te permite tener suficiente efectivo en el bolsillo para pagar tus cuentas, deudas y cualquier emergencia que pueda surgir. Es una especie de «colchoncito» financiero que te dará tranquilidad y seguridad en tus operaciones.

Ahora bien, ¿cómo saber si cuentas con un buen nivel de liquidez? Lo primero que debes hacer es una auditoría y calcular cuánto dinero tienes disponible, analizar tus estados financieros y asegurarte de tener un flujo de ingresos saludable, sobre todo para cubrir tus gastos esenciales y mantener la operación.

¿Cómo creo un plan de liquidez?

Ya que sabes si tienes una liquidez sana o no, el siguiente paso es mantenerla, o bien, restaurarla, en caso de que hayas detectado áreas de oportunidad. Para ello, te aconsejo que lleves un control constante del flujo de efectivo; es decir, que tengas claro cuándo debes pagar a tus proveedores, empleados, etcétera y, asimismo, cuándo te pagarán tus clientes. De esta manera podrás ajustar las fechas de pago y cobro, de ser necesario. Recuerda que la clave está en mantener un buen flujo de caja.

Para crear un plan de liquidez es fundamental tener una idea clara de cuánto necesitarías en caso de emergencias y en cuáles áreas específicas. Así podrás saber cuánto dinero destinar a cada uno de estos escenarios. Mantén actualizado tu plan, ya que las cosas pueden cambiar rápidamente en el mundo de los negocios.

Un último consejo para mejorar tu liquidez es reducir tus deudas pendientes. Pagarlas lo antes posible te dará más flexibilidad y te quitará una carga de encima. También evita que pagues tasas de interés muy altas, ¡que pueden afectarte más que lo que imaginas!

¿Qué pasa si tengo demasiada liquidez?

Si bien es cierto que “más vale que sobre y no que falte”, tampoco te olvides de buscar oportunidades para hacer crecer tu negocio. A veces, tener demasiado dinero parado puede frenar tu progreso. Explora opciones sobre cómo y dónde invertir, actualizar tus herramientas tecnológicas, contratar más personal para aumentar la productividad o expandirte.

En resumen, la liquidez es el combustible de tu negocio y el aire que necesitarás para hacer frente a cualquier desafío financiero. Planifica sabiamente, mantén un flujo de ingresos saludable y asegúrate de tener recursos disponibles para afrontar cualquier imprevisto. ¡Así estarás en el camino hacia el éxito financiero de tu negocio!

* Claudio Kandel es director de DiSí Operaciones Empresariales.

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