• La gamificación es una estrategia que introduce actividades lúdicas en contextos no recreativos.
  • Cada vez son más las empresas que la incorporan en sus procesos.
  • Por ejemplo, en las operaciones bancarias es un win-win, tanto para la institución financiera como para el usuario final.
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La industria de los videojuegos no para de crecer y sus usos se amplifican cada vez más. Hace tiempo que ya no solo es territorio de niños y adolescentes, sino que en el mundo hay cada vez más gamers de todas las edades, siendo un negocio que mueve miles de millones de dólares al año. Esta tendencia está en ascenso y no sólo se reduce a una industria en particular, sino que hoy atraviesa distintos sectores bajo el concepto de gamificación.

Pero ¿qué es la gamificación? Es una estrategia que introduce actividades lúdicas en contextos no recreativos. Y cada vez son más las empresas que la están incorporando.

Según Mordor Intelligence, el mercado global de gamificación se valoró en 10,190 millones en 2020 y se espera que alcance los 38,420 millones para 2026, siendo los bancos –a través de sus aplicaciones móviles– uno de los sectores que más se pueden beneficiar de este fenómeno.

Haciendo entretenido lo tedioso

En muchas ocasiones, las actividades bancarias son vistas por los usuarios (más jóvenes, sobre todo) como una obligación, y pueden llegar a ser percibidas como tediosas. Sin embargo, al introducirles elementos lúdicos, la experiencia se vuelve mucho más interesante.

Así, al brindar a los clientes la posibilidad de divertirse a la hora de realizar las actividades bancarias más rutinarias (como transferir dinero, consultar saldos o incluso pagar servicios), se abre un gran abanico de oportunidades y beneficios, no solo para las entidades financieras sino también para los usuarios, incrementando su engagement y el nivel de satisfacción.

Sus usos tampoco se limitan a premiar estas prácticas de los usuarios, sino que también hay otros horizontes por explorar, como utilizarlo en el proceso de onboarding, de recuperación de cuenta o incluso para detectar cuál es el perfil de inversor de cada cliente.   

¡En este juego todos ganan!

Aplicar gamificación en las operaciones bancarias es un win-win, tanto para la institución financiera como para el usuario final. 

Por un lado, el usuario tiene la posibilidad de sumar puntos y obtener beneficios al utilizar la app. Mientras más acciones realice, más puntos consigue; mismos que luego pueden canjear por premios.

Por otro lado, los bancos aumentan la fidelización y mejoran la relación con sus clientes, ya que, al usar más la app, es posible conocer mejor al usuario y así ofrecerle productos cada vez más personalizados y acordes a su situación y necesidades. 

Otro de los puntos clave es que se brinda a los clientes una herramienta de educación financiera gracias a que, de una forma lúdica, se los orienta para manejar mejor sus finanzas.

Está demostrado que las dinámicas de juego aceleran el proceso de aprendizaje de los usuarios, y así lo confirma el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), según el cual el juego como estrategia didáctica (sobre todo a partir del uso del celular) incentiva la aplicación de conocimiento en situaciones concretas y vivenciales.

Así es como, a partir de un sistema de niveles y rewards, los usuarios conocen mejor los productos bancarios y pueden animarse a hacer cada vez más transacciones.

De esta forma, la gamificación permite que más personas entiendan y puedan hacer uso de los servicios que les ofrecen sus bancos a través de su aplicación móvil, con un lenguaje sencillo e interactivo.

Así, los productos bancarios pueden llegar a segmentos que suelen estar más alejados de los sistemas financieros, como los autónomos, los jóvenes y los adultos mayores.

Un modelo nativo para las nuevas generaciones

En el caso específico de los jóvenes, por su expertise, los bancos podrían ser los actores ideales para incluirlos y asistirlos en sus primeros pasos en el mundo financiero. Hacerlo a través de la gamificación es una forma más amigable de acceder al mundo bancario, que a veces parece tan ajeno a las nuevas generaciones.

La experiencia, si además de ser veloz, segura y de fácil acceso, incorpora elementos lúdicos, es un combo ganador para este segmento de la población.

Estamos seguros de que la gamificación ha llegado para quedarse porque brinda grandes oportunidades para la banca y los usuarios, siendo un vehículo que las entidades financieras pueden aprovechar para captar clientes, fidelizarlos y aumentar la participación y satisfacción de los mismos, sin dejar de brindar servicios de calidad y experiencias seguras y confiables.

Las oportunidades son infinitas y es momento de sumarse a esta nueva tendencia que no para de incorporar adeptos a nivel global.

* Daniel Aguilar Arias es vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Veritran en Latinoamérica.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.


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