Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

Son las 5:59 de la tarde, en plena hora pico y está lloviendo. Juan espera el autobús en la parada designada, cerca de su universidad; hay una fila de personas esperando. El tablero anuncia que el próximo autobús llegará a las 6:00 de la tarde. Exactamente a la hora designada, llega el transporte.

Al abrirse la puerta no hay nadie en la entrada, solo una serie de sistemas integrados con procesadores, pantallas, sensores y cámaras. Para entrar pasas una tarjeta que te da tu saldo; si no tienes saldo bajas voluntariamente, de lo contrario, el sistema enviará una alarma y podrías ser amonestado en la siguiente parada.

Antes, en 2021, hubiera durado dos horas en autobús para llegar a casa. Ahora hace tan solo una hora. Ya no hay semáforos en la ruta; los sensores de vía están interconectados con cada autobús y cada automóvil que circula. En el pasado, gran parte de los embotellamientos se daban por tres motivos: los accidentes automovilísticos, no respetar las señales de tránsito y una falta de cultura vial.

El tráfico se organiza por tiempos. Los sistemas interconectados utilizan algoritmos y planean en tiempo real; envían señales de alto y siga directamente a los automóviles los cuales procesan las instrucciones considerando las instrucciones centrales, los autos alrededor, los ciclistas, peatones y obstrucciones en el camino.

La gente tiene más tiempo porque el tráfico opera de forma eficiente y los autobuses llegan a la hora establecida con una tolerancia máxima de 5 minutos. Los sistemas están conectados también con otras rutas y el metro, de forma que los viajes se pueden organizar y conectar en varios segmentos de forma óptima.

En otro lugar, Adriana salió de su oficina y el GPS indica que tardará dos horas en llegar a tu destino. Va leyendo ese libro que se agregó a principios de año en sus propósitos y ya va a la mitad, leyendo una hora diaria en promedio, todos los días en el tráfico. Va en taxi, pero no hay nadie conduciendo, el automóvil es una unidad que está interconectada al sistema central de la empresa y a su vez está comunicado con el sistema de control de tráfico desde las oficinas centrales del gobierno.

El control de tráfico es muy importante, y no solo el control de tráfico terrestre, sino también aéreo. Desde la proliferación masiva de los drones unas décadas atrás ahora es común ver drones en todos lados desde aquellos que toman fotografía y videos, hasta los que monitorean el tráfico, sin olvidar los drones de servicios que se dedican a enviar paquetería, hacer reparaciones en techos y fachadas, fumigar y muchas otras actividades.

En la calle, Javier ve venir a lo lejos a un comercio autónomo móvil. Un carro expendio inteligente que vende cualquier cosa sin necesidad de un operador o vendedor. Este vende café como si fuera una vieja máquina expendedora pero que se mueve analizando los patrones de movilidad de los peatones. No es lo único, comida, libros, flores, agua, ropa, casi cualquier cosa.

En su casa, Laura recibe un mensaje, un paquete ha llegado, pero no hay nadie en el camión de carga; y es que la paquetería y envíos de comida también se han beneficiado mucho de los vehículos autónomos de carga ligera que envían su ubicación en tiempo real y que realizan las entregas de forma automática sin ningún operador o repartidor, además del reparto aéreo por drones.

Nos despedimos de esta visita rápida a un futuro posible y, quizá, no muy lejano. Espero que tú, lector, hayas encontrado este recorrido fantástico tan entretenido como yo, y es que el futuro se construye primero en nuestra imaginación.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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