- Al menos 2,500 grupos y canales activos en Telegram están dedicados a la venta de registros de vacunación falsos.
- De acuerdo con una investigación de Check Point, los estafadores tienen alcance en todo el mundo gracias a la herramienta de mensajería.
- El cobro de los documentos —que cuestan 100 dólares—, deben pagarse en criptomonedas.
Una investigación de Check Point revela que hay más de 2,500 grupos y canales activos en Telegram dedicados a la venta de registros de vacunación falsos en todo el mundo; tal y como señala Mashable.
Estos números suponen un aumento de 257% respecto al último informe remitido por la firma en marzo; los canales ya acumulan cientos de miles de seguidores.
En concreto, los solicitantes de dichos documentos son negacionistas o personas contrarias a vacunarse. Estos residen en lugares donde se requiere tener la inyección para acceder a lugares públicos; por ejemplo, bares o restaurantes, así como a las oficinas o los colegios.
Aunque Check Point no tiene datos sobre el número de usuarios que están comprando realmente estas tarjetas, afirma que se trata de un «mercado próspero». Esto debido a la cantidad de información que se genera diariamente.
Certificados falsos de vacunación se venden por Telegram a 100 dólares
Los registros —que cuestan alrededor de 100 dólares cada uno—, deben pagarse en criptomonedas. Para su realización, tan solo es necesario indicar el país de procedencia. El mismo medio apunta que la mayoría de los vendedores se centran en Europa; sin embargo, están disponibles para cualquier país.
Check Point apunta que hasta ahora la dark web era el sitio donde se comercializaba con este tipo de documentos. Pero, últimamente, Telegram cobra fuerza como la plataforma elegida. La firma señala que una de las razones de este cambio es la simplicidad de su uso. También, por la gran cantidad de personas a las que se puede llegar a través de dicha red social.
Otro de los motivos de este cambio se debe al enfoque laxo hacia la actividad ilegal que adopta, ya que prohíbe pornografía, contenidos violentos y estafas en sus canales públicos, pero no recoge ninguna limitación frente a la desinformación relativa al Covid-19, como sí han hecho otras plataformas.
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