Paul Alejandro Sánchez

Paul Alejandro Sánchez

Energía Circular

La semana anterior abordamos la posibilidad de reciclar CO2 capturado directamente del aire para darle otros usos o, en su defecto, almacenarlo. La ventaja de esta aplicación es que atiende las emisiones de fuentes móviles, principalmente transporte, y las emisiones históricas, a diferencia de la captura de emisiones en fuentes fijas como plantas de generación de electricidad o fábricas de cemento.

Concluimos el efecto circular que esta medida tendría en el sector energético, que genera casi 75% de las emisiones globales de CO2. Sin embargo, capturar el CO2 que emiten las fuentes fijas y móviles relacionadas con el sector energético y el transporte requiere también energía. Y no es cosa menor. Una investigación publicada en la revista Nature indica que, de implementarse masivamente, los sistemas de captura de CO2 directamente del aire para capturar todo el gas remanente y en generación para 2100 representarían alrededor de 25% del total de la energía consumida.

De tal forma que tenemos un problema de energía circular; si la energía utilizada para dar vida a las maquinas de captura de CO2 directamente del aire provienen de fuentes fósiles, habría un problema de equilibrio; se producirían más emisiones mientras se intenta controlar las existentes.

¿Cuál es la solución?

La respuesta esperada viene en dos vías. Por un lado en la esperanza en que la tecnología avance y mejore su eficiencia energética por kilogramo de CO2 capturado; por el otro, en un mundo dominado por generación de energía a través de fuentes renovables y almacenamiento.

De esta forma, la generación solar, eólica y el almacenamiento térmico, en celdas de hidrógeno o en gravedad podrían proveer energía 100% descarbonizada para encender las maquinas de captura de CO2. Eso disminuiría el efecto invernadero causado por el CO2 y otros gases que originan el calentamiento global. Consecuentemente, la disminución de CO2 podría conducir a un menor efecto de cambio climático y, de esta forma, a una transición energética y circular. 

Claro que pensar en la captura de CO2 directamente del aire es una solución que permite una transición y una gestión de las emisiones históricas y actuales de fuentes fijas y móviles. De tal forma que, acompañado de otros esfuerzos de transición como una revolución en renovables para la generación y en movilidad tanto eléctrica o por medio de hidrógeno, permitiría pensar en un proceso de descarbonización total en este siglo.

Sin duda, falta mucho para pensar desarrollar esta tecnología y adaptarla en todo el mundo; sin embargo, esto nos conduce a otra situación: ¿podemos convertir el CO2 reciclado y no solo almacenarlo? De eso hablaremos la próxima semana.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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