- Los investigadores saben desde hace algún tiempo que las renuncias son contagiosas.
- Ahora, descubrieron que los despidos podrían estar relacionados con el mismo fenómeno.
- A medida que aumentan los recortes de personal, los hallazgos señalan varias implicaciones para las empresas.
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Los investigadores saben desde hace algún tiempo que renunciar es contagioso y, en ocasiones, la tendencia puede detonarse por un despido.
Cuando un empleado se va, la partida puede tener un «efecto dominó» en otros del mismo equipo. De repente, es más probable que los trabajadores restantes también se dirijan a la «puerta de salida».
Es un fenómeno que podría ayudar a explicar el poder de permanencia de la Gran Renuncia, un periodo en el que la gente deja un empleo por una oportunidad más conveniente.
Ahora, una nueva investigación sugiere que los despidos están correlacionados con el mismo comportamiento.
¿Qué ocurre?
Visier, una empresa de análisis de Recursos Humanos, descubrió que cuando los empleados eran despedidos, la probabilidad de que sus colegas directos renunciaran es 7.7 % mayor que si esos empleados se hubieran quedado.
La firma publicó un estudio sobre el contagio de la rotación luego de las renuncias y luego detalló su hallazgo relacionado con los recortes de personal en una publicación reciente de LinkedIn.
En un momento en que los despidos se acumulan en cada rincón, a medida que las empresas se esfuerzan por salir adelante, los descubrimientos tienen implicaciones para las firmas que recientemente han desvinculado a un gran número de empleados o que lo están considerando.
Los despidos podrían llevar a otros trabajadores afuera de la puerta de la oficina.
«Un despido puede ser una señal de información»
¿Las empresas que han llevado a cabo despidos masivos recientemente (como Amazon, Salesforce, Compass, Goldman Sachs y, ahora, Microsoft ) deberían esperar una serie de renuncias?
«Nuestra recomendación es: tengan cuidado», explicó a Insider Andrea Derler, investigadora principal de Visier.
«Si estás haciendo despidos, también podría agregar entre 7 y 8% a tu recuento de personal que probablemente también se vaya».
Usando la base de datos de Visier de 17 millones de registros de empleados en todo el mundo, los investigadores descubrieron que cuando las personas eran despedidas, era más posible que los miembros de su equipo decidieran irse.
La mayor probabilidad comenzó el primer día del despido del compañero y aumentó considerablemente entre 45 y 105 días después de la salida del otro trabajador, con un pico de alrededor de 75 días.
El grupo de investigación involucró recortes que ocurrieron entre febrero de 2019 y junio de 2022.
Hay, por supuesto, muchas razones por las que las personas pueden optar por renunciar a su trabajo: es posible que les asignen un nuevo jefe que no les agrade, se les ofrezca una oportunidad emocionante o tengan un cambio en las circunstancias de su familia que requieran un movimiento.
También es comprensible por qué los empleados que sobrevivieron a un despido también pueden decidir irse rápidamente por su propia voluntad.
Si alguien en tu equipo es despedido, por ejemplo, es natural preocuparse de que puedas ser el próximo. Renunciar, en ese caso, podría ser un acto de autoconservación.
«Un despido puede ser una señal de información», dio a conocer Elena Obukhova, profesora asociada de estrategia y organización en la Universidad McGill. «Es una señal de la solvencia o la dirección futura de su empresa».
Además, si el número de empleados del equipo disminuye, eso podría significar que tu carga de trabajo aumenta. Eso también podría hacer que te inclines a presentar tu renuncia.
La empatía
Los lazos sociales también pueden ser un factor. Es posible que te sientas culpable de que te hayas salvado o extrañes a tu colega, por lo que decides buscar otras opciones.
«La gente se ha preguntado si la pandemia ha hecho que las relaciones sean menos importantes. Existe la idea de que, dado que nos mudamos a un mundo más digital, no necesitamos la charla o los chismes de la oficina», comentó Obukhova, un economista y sociólogo cuya investigación explora cómo la cultura y las interacciones «moldean» a los mercados.
«Pero incluso después del covid-19, las personas aún necesitan esa integración y apoyo social».
Cómo los jefes pueden detener las renuncias en «efecto dominó»
Gallup estimó que la rotación voluntaria cuesta a las empresas, al menos en Estados Unidos, un billón de dólares al año. Y en un mercado laboral aún ajustado como este, es especialmente difícil y costoso contratar.
Eso por sí solo podría hacer que los ejecutivos que están considerando despidos lo reconsideren.
Pero para las empresas que ya han recortado personal, los líderes deben ser conscientes de las consecuencias y tomar medidas para disminuir la posibilidad de más renuncias, declaró Obukhova.
«Asegúrense de que los despidos no destruyan por completo el sentido de pertenencia y comunidad de las personas».
Después de todo, es posible que los jefes no sean completamente conscientes de los lazos sociales de los miembros de su equipo, especialmente si los empleados trabajan de manera remota o tienen una configuración híbrida.
Los líderes pueden estar en las llamadas de Zoom del equipo, pero no ven, por ejemplo, que los miembros de su equipo se envían mensajes de texto regularmente dentro y fuera del horario.
Derler sugirió que los gerentes hablen con sus empleados restantes. «Ellos pueden evitar esto porque es difícil tener ese tipo de conversaciones complicadas. Pero deben pensar en el salario, el crecimiento y el valor de mercado de los miembros de su equipo.
«Pregúntales: ‘¿Cómo te sientes?'».
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