• Hay algunas características que te muestran cuán inteligente eres.
  • Entre los rasgos que más resaltan son el preocuparse y ser una persona zurda.
  • Si quieres saber cuántos de estos puntos cumples, lee el siguiente texto.
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Como dijo William Shakespeare en su comedia romántica Como gustéis: «El necio se cree sabio, pero el sabio se reconoce a sí mismo como un necio». En otras palabras, quien es inteligente normalmente subestima su capacidad intelectual. 

Esa idea está respaldada por un estudio de la Universidad de Cornell realizado por los psicólogos sociales David Dunning y Justin Kruger. 

El fenómeno, ahora conocido como el efecto Dunning-Kruger, es la tendencia de aquellas personas con habilidades bajas en ciertas áreas a sobrestimar su propia competencia, y aquellas con características superiores al asumir que la tarea es simple para todos. 

Si no estás muy seguro de tu propio intelecto, podría indicar que eres bastante inteligente, lo suficientemente reflexivo como para darte cuenta de sus limitaciones.

Aquí hay algunos signos sutiles de que eres considerablemente más sabio de lo que crees.

1. Aprendiste a leer a edad muy temprana

Para un estudio de 2014, los investigadores observaron a casi 2,000 pares de gemelos idénticos en Reino Unido. Descubrieron que el hermano que había aprendido a leer antes tendía a obtener una puntuación más alta en las pruebas de capacidad cognitiva.

Los autores del estudio sugirieron que adquirir esta habilidad desde una edad temprana aumentaría tanto la capacidad verbal como la no verbal (es decir, el razonamiento), y no al revés.

Sin embargo, un artículo de 2017 argumentó que el informe de 2014 no tomó en cuenta completamente los factores ambientales y genéticos que pueden haber estado impulsando las diferencias en la inteligencia.

2. Te preocupas mucho

Las personas ansiosas pueden tener una ventaja en ciertas clases de inteligencia que sus contrapartes despreocupadas. 

En 2015, Slate compiló una serie de estudios que exploraban el vínculo entre la preocupación y la inteligencia. 

En una investigación de 2015 publicado en la revista Personality and Individual Differences, por ejemplo, los investigadores pidieron a 126 estudiantes universitarios que completaran cuestionarios en los que indicaban con qué frecuencia experimentaban preocupación. 

También señalaron con qué regularidad se involucraban en sobrepensar las cosas o en analizar continuamente sobre los aspectos de las situaciones que los molestaban.

Los resultados mostraron que las personas que tendían a preocuparse y «darle vuelta a las cosas» frecuentemente obtuvieron puntajes más altos en las medidas de inteligencia verbal.

Mientras que las personas que no se preocuparon ni sobrepensaron obtuvieron puntajes más altos en las pruebas de inteligencia no verbal. 

Más recientemente, un estudio de 2018  publicado en la revista Intelligence encontró que los miembros de Mensa (Asociación Internacional de Superdotados) tenían más probabilidades de ser diagnosticados con trastornos del estado de ánimo (TDAH) o autismo en comparación con los promedios nacionales. 

3. Eres curioso

Tomas Chamorro-Premuzic, profesor de Psicología empresarial en la Universidad de Londres, escribió un artículo para Harvard Business Review en el que discutió cómo el cociente de curiosidad (CQ) y tener una mente hambrienta hace que uno sea más inquisitivo.

Con respecto a la importancia de CQ, escribió que «no se ha estudiado tan profundamente como EQ (inteligencia emocional) e IQ (coeficiente intelectual), pero hay algunas pruebas que sugieren que es igual de importante cuando se trata de gestionar la complejidad de dos maneras principales».

Primero, las personas más inteligentes generalmente son más tolerantes con la ambigüedad. En segundo lugar, el CQ conduce a niveles más altos de «inversión intelectual» y más aprendizaje con el tiempo.

Un estudio de Goldsmiths en la Universidad de Londres halló que la inversión intelectual, o «cómo las personas invierten su tiempo y esfuerzo en su intelecto», juega un papel importante en el crecimiento cognitivo.

4. Eres desordenado

Un estudio publicado en Psychological Science, que fue elaborado por Kathleen Vohs, de la Escuela de Administración Carlson de la Universidad de Minnesota, reveló que laborar en una habitación desordenada en realidad alimenta la creatividad.

En el estudio, se pidió a 48 participantes que idearan usos inusuales para una pelota de ping-pong. 

Las 24 personas que trabajaban en habitaciones ordenadas dieron respuestas sustancialmente menos creativas que las personas que trabajaban en sitios desordenados.

Y un análisis de 2015 de la Universidad de Groningen en los Países Bajos descubrió que los entornos desordenados hacen que las personas se centren más en los objetivos.

Los hallazgos sugieren que estamos programados para buscar el orden en nuestras vidas siempre que sea posible. Por ello, cuando nos enfrentamos al caos físico, estamos motivados para crear un sentido de organización más abstracto al perseguir objetivos claros y bien definidos.

5. No tuviste sexo hasta después de la preparatoria

Los estudiantes de preparatoria con un coeficiente intelectual más alto tienen más probabilidades de ser vírgenes que aquellos con uno promedio o más bajo, según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill. La muestra central analizó a 12,000 adolescentes de entre 12 y 17 años.

Las personas con los coeficientes intelectuales más altos no solo tenían más probabilidades de ser vírgenes, sino que también tenían menos oportunidades de besarse o tomarse de la mano con una pareja romántica.

Mientras tanto, una investigación de 2012 publicada en la revista Developmental Psychology encontró que los adolescentes con mayor capacidad de memoria de trabajo tenían menos probabilidades de tener relaciones sexuales.

6. Eres un «ave nocturna»

El científico evolutivo Satoshi Kanazawa descubrió que cuando duermes podría tener algo que ver con tus habilidades y el ser inteligente.

En un estudio de 2009 dado a conocer en la revista Personality and Individual Differences , Kanazawa analizó el vínculo entre el coeficiente intelectual infantil y los hábitos de sueño entre miles de adolescentes. 

Los resultados mostraron que los adolescentes con un coeficiente intelectual más alto precisaron que se quedaban despiertos más tarde y se despertaban más tarde tanto entre semana como los fines de semana.

En un análisis de 2006, investigadores de la Universidad Católica de Milán mencionaron que los que duermen hasta tarde tienen más probabilidades de desarrollar soluciones originales y creativas a los problemas que los madrugadores, según la cobertura del estudio de ABC Science

7. No siempre tienes que esforzarte

Esto no quiere decir que la pereza sea un signo de ser inteligente. Pero es justo decir que las personas más sabias simplemente no siempre tienen que esforzarse tanto como quienes luchan para desarrollar sus habilidades, al menos en ciertos campos.

En un artículo de opinión para The New York Times, los psicólogos David Hambrick y Elizabeth Meinz citaron un estudio de la Universidad de Vanderbilt sobre jóvenes muy inteligentes.

La investigación siguió a 2,000 personas que obtuvieron una puntuación 1% superior de la prueba SAT a la edad de 13 años.

Hambrick y Meinz escribieron que «el hallazgo notable de su estudio es que, en comparación con los participantes que estaban ‘solo’ en 99.1% para la capacidad intelectual a los 12 años, aquellos que estaban en 99.9% (los superdotados) tenían entre tres y cinco veces más probabilidades de obtener un doctorado; una patente; publicar un artículo en una revista científica o un trabajo literario. Un alto nivel de habilidad intelectual te da una enorme ventaja en el mundo real».

Llegaron a la conclusión de que si bien es recomendable esforzarse por ser más inteligente, hay ciertas habilidades innatas que no siempre se pueden aprender.

Dicho esto, el psicólogo de la Universidad Estatal de Florida, Anders Ericsson, descubrió que la «práctica deliberada«, que consiste en esforzarse constantemente más allá de tu zona de confort, es la única manera de dominar algo en particular, independientemente de tu nivel de inteligencia.

8. Tomaste clases de música

Hay un gran número de evidencia que sugiere que la música ayuda a desarrollar las mentes de los niños y, por ende, a que sean gente inteligente.

En un estudio de 2018 presentado en la revista Frontiers in Neuroscience, los menores que recibieron lecciones estructuradas de música se desempeñaron mejor que sus compañeros en las pruebas de inteligencia verbal, planificación e inhibición.

Según un pequeño análisis de 2011 de la revista Psychological Science, la inteligencia verbal de los niños de cuatro a seis años aumentó después de menos de un mes de clases de música.

Otra investigación la revista Psychological Science en 2004 encontró que los niños de seis años que tomaron nueve meses de lecciones de piano tenían un coeficiente intelectual más alto en comparación con los que tomaron lecciones de teatro o ninguna clase.

9. Eres el mayor

Mayor y más inteligente en realidad podría ser cierto entre hermanos. 

Según una investigación publicada en el Journal of Human Resources citada por CNBC, es más probable que los niños primogénitos se desempeñen mejor en las pruebas cognitivas que sus hermanos menores. 

Un artículo de 2017 de la Oficina Nacional de Investigación Económica también resolvió que los niños mayores tienen 30% más de probabilidades de convertirse en directores ejecutivos o políticos. 

10. Has consumido drogas recreativas

Un estudio de 2012 de más de 6,000 británicos nacidos en 1958 encontró un vínculo entre el alto coeficiente intelectual en la infancia y el uso de drogas ilegales en la edad adulta.

«En contraste con la mayoría de los estudios sobre la asociación entre el coeficiente intelectual infantil y la salud posterior», los hallazgos sugieren que «un coeficiente intelectual alto en la infancia puede impulsar la adopción de comportamientos que son potencialmente dañinos para la salud (es decir, consumo excesivo de alcohol y uso de drogas) en la edad adulta».

11. Eres zurdo

Si bien ser una persona zurda solía estar asociada con la delincuencia, investigaciones más recientes la asocian con el «pensamiento divergente», una manera de creatividad en la que se te ocurren ideas novedosas a partir de un mensaje.

Un artículo de 1995 encontró que los hombres zurdos tenían puntajes más altos en pensamiento divergente. 

Como escribe Maria Konnikova  para The New Yorker, eso significa que eran mejores en tareas como combinar dos objetos comunes de manera creativa para formar un tercero y agrupar listas de palabras en tantas categorías alternativas como fuera posible.

Quizá por eso los zurdos están sobrerrepresentados en la arquitectura y  la música. Si eres uno de ellos, eres muy inteligente.

12. Eres gracioso

En un análisis de 2011 de la revista Intelligence, 400 estudiantes de psicología realizaron pruebas de inteligencia que medían las habilidades de razonamiento abstracto y la inteligencia verbal.

Posteriormente, se les pidió que crearan subtítulos para varias caricaturas del The New Yorker; esos fueron revisados ​​por evaluadores independientes.

Como se predijo, los estudiantes más sabios fueron calificados como más divertidos. ¡Qué peculiar manera de saber que eres inteligente!

13. Bebes alcohol regularmente

Satoshi Kanazawa y sus colegas también encontraron que los adultos británicos y estadounidenses que obtuvieron puntajes más altos en las pruebas de coeficiente intelectual cuando eran niños bebieron más alcohol con más frecuencia en la edad adulta que quienes poseen puntajes más bajos.

Algunos otros estudios también respaldan ese hallazgo, incluido un artículo de 2013 publicado en la revista Intelligence; indicó que las naciones con un puntaje promedio de coeficiente intelectual más alto también tienden a beber más cerveza y vino. 

Curiosamente, un estudio de 2013 de hombres jóvenes suizos halló que el consumo moderado de alcohol estaba más fuertemente relacionado con un alto coeficiente intelectual, es decir, ser muy inteligente.

Un estudio de 2021 publicado en Scandinavian Journal of Public Health que analizó el comportamiento de los hombres noruegos en sus 20, destacó que había una correlación positiva entre el consumo de alcohol y la inteligencia para los que tenían 20 años, pero no una específica.

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