• El cromosoma Y se está degenerando y podría desaparecer en unos cuantos millones de años.
  • No obstante, hay esperanza: 2 ramas de roedores ya han perdido este cromosoma y desarrollado un nuevo gen que determina el sexo masculino, revela un estudio.
  • Aunque no lo verán nuestros ojos, pero las hipótesis se quedarán en el aire.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta en Instagram? Síguenos

Los seres humanos y la mayoría del resto de los mamíferos poseen 2 cromosomas sexuales (X e Y), cuya combinación determina el sexo de una persona, explica el diccionario del National Human Genome Research Institute.

En la actualidad, el cromosoma Y humano se está degenerando, y podría desaparecer dentro de varios millones de años, alerta un reciente artículo publicado en la revista científica The Conversation. 

A menos que el ser humano desarrolle un nuevo gen sexual, esta lenta desaparición del cromosoma Y podría conducir a la extinción. 

En los humanos, como en otros mamíferos, las hembras poseen 2 cromosomas X y los machos un único X y un pequeño cromosoma Y.

El cromosoma X contiene unos 900 genes que realizan todo tipo de funciones no relacionadas con el sexo. En cambio, el Y contiene pocos genes (55) y mucho ADN no codificante o repetitivo. 

El gen maestro regula el desarrollo de los testículos o la producción de testosterona

Uno de los genes del cromosoma Y es el gen maestro que pone en marcha el desarrollo masculino en el embrión. Cerca de 12 semanas después de la concepción, activa los genes que regulan el desarrollo de los testículos o la producción de testosterona. 

Este gen sexual maestro se identificó como SRY (sex region on the Y) en 1990.

Tal y como explican en The Conversation, actúa desencadenando una vía genética que comienza con el gen SOX9, clave para la determinación masculina en todos los vertebrados, aunque no se encuentra en los cromosomas sexuales.

Hay esperanza: 2 ramas de roedores ya han perdido su cromosoma Y, y han vivido para contarlo

Así lo ilustra un nuevo estudio académico publicado en Proceedings of the National Academy of Science. La investigación revela cómo la rata espinosa ha desarrollado un nuevo gen que determina el sexo masculino.

El cromosoma Y ha perdido entre 900 y 55 genes activos a lo largo de los 166 millones de años que los humanos y los ornitorrincos llevan evolucionando por separado, lo que implica que cada millón de años se esfuman unos 5 genes por millón de años.

Al ritmo actual, los últimos 55 genes habrán desaparecido en 11 millones de años.

Las estimaciones de la vida útil prevista de nuestro cromosoma Y oscila entre el infinito y unos pocos miles de años

Pero el estudio pone de manifiesto que existen 2 linajes de roedores que sobreviven tras haber perdido su cromosoma Y: son los topillos del este de Europa y las ratas espinosas de Japón. El cromosoma X permanece, en dosis única o doble, en ambos sexos.

Los científicos de la Universidad de Hokkaido, dirigidos por el biólogo Asato Kuroiwa, averiguaron que la mayoría de los genes de la Y de las ratas espinosas se habían reubicado en otros cromosomas, pero no hallaron ni rastro de SRY, ni del gen que lo sustituye.

Después, el equipo halló secuencias que estaban en el genoma de los machos, pero no en el de las hembras, las refinó y comprobó la secuencia en cada rata.

¿Cómo funciona un mamífero sin su cromosoma Y?

El hallazgo es una diminuta diferencia cerca del gen sexual clave SOX9, en el cromosoma 3 de la rata espinosa. 

Se trata de una minúscula duplicación: solamente 17,000 pares de bases de más de 3,000 millones estaban presentes en todos los machos, pero en ninguna hembra.

Los investigadores creen que este fragmento duplicado de ADN tiene la clave para que el gen sexual SOX9 funcione sin el gen de determinación sexual SRY, presente en los mamíferos marsupiales y placentarios.

Este hallazgo apoya una lejana posibilidad alternativa: que en el caso de que el cromosoma Y acabase extinguiéndose, los humanos puedan evolucionar un nuevo gen determinante del sexo, lo que a su vez también podría derivar en varias especies humanas distintas.

No lo verán nuestros ojos, pero las hipótesis se quedarán en el aire. 

AHORA LEE: Estos completos extraños son doppelgängers. Un nuevo estudio dice que también comparten ADN, lo que cambia lo que sabemos sobre la genética

TAMBIÉN LEE: Una empresa de biotecnología quiere crear embriones sintéticos a partir de ADN humano 

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitterTikTok y YouTube

AHORA VE: