• ChatGPT puso a Microsoft nuevamente en el centro de la "guerra" tecnológica.
  • La creación de contenido por parte de los usuarios se volvió un negocio muy lucrativo para las corporaciones.
  • El conocimiento es el arma más poderosa que tienen los usuarios en esta batalla.
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El ritmo frenético de la evolución tecnológica ha llevado a una “guerra” de titanes. ¿Habrá un gran ganador o es cuestión de ciclos?

Probablemente, si tú eres de las personas nacidas en los 70s u 80s (generaciones X a Y), tuviste una cuenta de Hotmail, pasaste por los grupos de MSN, usaste Gopher, Altavista, Netscape, AOL e Internet Explorer, y a lo mejor chateaste con ICQ y también alcanzaste a llamar por Skype. Microsoft se distinguía por ser el gran proveedor de plataformas de búsqueda y contacto remoto.

Si eres millennial o centennial, puede que hayas usado sólo algunas de las anteriores herramientas o que hoy las menciones únicamente para referirte a lo “vintage” en tecnología.

En ese camino del surgimiento de aplicaciones basadas en internet, Google apareció tímidamente, con una pantalla blanca y un buscador de interfaz sencilla poderoso en sus resultados.

Volviendo a la pertenencia generacional, si viviste el surgimiento de Gmail, seguramente abriste tu cuenta y has tenido (o llegaste a tener) otras de Hotmail y Yahoo como respaldo.

El constante ir y venir de las aplicaciones

Como testigo de nacimientos y caídas, o sólo como un usuario o usuaria regular en algunas de sus versiones, casi sin duda has vivido la actividad con que el gigante de Mountain View fue integrando aplicaciones y sistemas a su ecosistema de entornos digitales, incluidos Chrome, YouTube, Android y un sinnúmero de experimentos más. Para los “Apple Lovers”, muy probablemente todo ha sonado (y sigue sonando) a Google (hoy “Alphabet”).

Pues bien, en esta “guerra” de tecnologías, en 2023 Microsoft volvió a aparecer con un poderoso aliado: ChatGPT, lo que ha hecho parecer que el ecosistema cambia nuevamente de rumbo y de líder.

Las mismas generaciones X y Y de Hotmail desempolvan ahora su cuenta para entrar al ecosistema de Edge y Bing que, potenciados por ChatGPT, son el nuevo canal para buscar y encontrar.

Además, la propietaria del sistema Windows ha integrado a su buscador y navegador un modelo de puntos (“rewards”), que como en los “likes” de Meta (propietario de Facebook e Instagram), incentiva la ansiedad por su obtención al tiempo que alimenta los “pecados” de la ambición y el hedonismo.

Dentro de este intercambio de jugadas ofensivo-defensivas de “softwares”, aparecen elementos variados que llevan la realidad a otro nivel.

Las nuevas «realidades»

Conceptos como “metaverso” toman fuerza y se vuelve posible vivir de forma paralela en mundos que superan la ficción y retan las normas y el statu quo.

En los entornos empresariales, tanto Meta como Mesh (de Microsoft) buscan extender el uso de sus productos para permitir mayor dinamismo en las reuniones y talleres y asegurar la presencia de integrantes de distintas latitudes.

Atestiguamos así la “evolución” de la realidad en su virtualidad y presencialidad, y vivimos las manifestaciones de cómo esta batalla entre empresas tecnológicas está transformando la lógica y condiciones de nuestros sistemas de relacionamiento, de los videojuegos a actividades como la compra de ropa o la adquisición de propiedades. 

Si bien los anteriores conflictos parecen ser ajenos a la variable geopolítica, en el espectro aparece también la disputa por públicos zetas, millennials y centennials que libran China y Estados Unidos con TikTok e Instagram como “campos de batalla”.

La creación de contenido útil e inútil a cambio de seguidores se ha convertido también en un negocio lucrativo que, apoyado en la inteligencia artificial, permite la personalización de una gran cantidad de publicidad que a su vez impulsa a sectores adicionales y genera millones en ingresos, alimentado por la envidia y la pereza como “nuevos” pecados digitales.

El poder del usuario

En estos cuarenta años de vértigo, es importante recordar que la constante en el centro del cambio hemos sido los usuarios y nuestras necesidades básicas de relacionamiento, comunicación y recompensa a las que las distintas empresas, desde las fundadas en garajes de casas californianas hasta las que ocupan ahora edificios corporativos alrededor del mundo, buscan incansablemente satisfacer primero y mejor.

Las innovaciones cada vez más radicales nos obligan a entender las estrategias de los bandos y tomar partido en el campo de batalla de nuevos universos (y multiversos).

Solo el conocimiento, el arma más poderosa, empoderará nuestra capacidad de decisión y hará la diferencia en el encumbramiento de cualquier ganador.

Si los usuarios hemos estado en el centro de la vorágine del cambio tecnológico, nos toca garantizar esa misma posición de valía en el núcleo de los próximos cuarenta años de innovaciones.

* Lorena Palacios es profesora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara, y Jahir Lombana, profesor investigador de la Escuela de Negocios de la Universidad del Norte (Barranquilla, Colombia).

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.


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