• Eileen Smith asesora a ejecutivos en materia de oratoria, presencia ejecutiva y logros profesionales.
  • Dice que hay tres señales de que te están despidiendo en silencio, entre ellas que tu jefe te pide menos.
  • Si notas estas señales, sé proactivo a la hora de pedir feedback y busca patrones.
  • ¿Ya conoces nuestra cuenta de Instagram? Síguenos.

Puede ser difícil e incómodo decirle a alguien que no está rindiendo a la altura de los estándares, por lo que muchos jefes acaban dejando a sus empleados sin retroalimentación y se hacen parte del «despido silencioso».

Como empleado, puede ser tentador dejar que esta negligencia continúe porque nadie te molesta y estás haciendo tu trabajo en paz. Pero en la economía actual, cuando tu organización puede estar buscando ese 10% para despedir, no querrás sorprenderte si estás en esa lista. He aquí tres señales de que tu jefe está siendo parte del «despido silencioso»:

  • Tu jefe, que solía pedirte que repitieras el trabajo o te decía cómo podías hacer las cosas mejor, ya no lo hace.
  • Las partes del ciclo anual en tu organización que crean el frenesí del trabajo siguen ocurriendo, pero tú no eres parte de este.
  • Cuando planteas un problema a tu jefe, te dicen: «No tengo manera de solucionarlo, y no te culparía si te fueras».

Si te reconoces a ti mismo en este caso, te recomiendo hacer lo siguiente:

1. Pide que te den retroalimentación

Después de que algunas organizaciones hicieran un paréntesis durante la pandemia, muchas están volviendo a introducir las evaluaciones de rendimiento.

Si no te ofrecen una revisión formal en este momento, como parte de tu ciclo de evaluación anual, pide una revisión informal. Por horrible que pueda parecer, recibir un feedback específico, constructivo y negativo es un regalo que no tiene precio.

Dirígete a tu jefe, ya sea en persona o por escrito, y dile algo como: «Siento que me están infravalorando y realmente quiero marcar la diferencia aquí. ¿Podríamos programar una revisión para que pueda escuchar tus comentarios y pedirte recomendaciones?».

Avísales, no te lances a pedirlo sin más. Es posible que necesiten tiempo para pensar qué decirte. Cuando entres en esta conversación, muéstrate abierto, valiente y dispuesto a escuchar.

Empieza por facilitarle a tu jefe que te cuente lo que pasa. Piensa con antelación en algunas cosas que hayas conseguido para que la conversación se desarrolle. Anticípate a lo que se avecina en la agenda de tu jefe y pregúntale si puedes encargarte de una tarea concreta. Luego pregunta: «¿Qué cosas puedo hacer mejor?». Pide su opinión de manera que sepa que realmente quieres escucharla.

Si tu jefe responde negativamente, comprueba tu lenguaje corporal. Descruza los brazos y no muevas las manos. Incluso si no estás de acuerdo con lo que oyes, no quieres parecer a la defensiva, sino que quieres parecer que estás prestando atención.

2. Considera si este comentario es único o forma parte de un patrón que ya has escuchado antes

Una vez fui a ver a una jefa que estaba un par de niveles por encima de mí para preguntarle por qué no me había elegido para un ascenso. Me preparé con tres historias sobre cómo había añadido valor y por qué merecía el puesto. Luego me senté incrédula cuando me dijo que no se había dado cuenta de ninguna de mis contribuciones.

Me dijo que tenía que publicitar mejor lo que hacía si quería que se reconociera mi trabajo. Mi creencia de que mi trabajo hablaría por sí mismo, o de que mi jefe lo haría por mí, estaba muy equivocada. Esa lección fue más valiosa a largo plazo que el trabajo que no conseguí.

Si la aportación es nueva para ti, el problema que tiene tu jefe con tu trabajo puede estar o no en su percepción. Puede que el problema sea solo de este jefe. Sin embargo, si has escuchado comentarios en este sentido antes, aunque no sea como parte de una revisión formal, puede ser algo que quieras abordar.

Si tu jefe tiene inexactitudes de hecho, más que diferencias de opinión, defiéndete y corrige los hechos, pero haz lo posible por no discutir con él. Discutir desalentará cualquier intento futuro bien intencionado de ayudar a tu desarrollo.

Si tu jefe está realmente intentando despedirte, puede ponerte en un plan de mejora del rendimiento (PIP)

Cuando te pongan un plan de mejora de rendimiento, puede ser tentador renunciar, pero piensa en lo que más quieres, no en lo que quieres ahora. Si tu objetivo es tener un empleo, haz lo que tengas que hacer para mantenerlo, y empieza a buscar un nuevo trabajo. Es mucho más fácil encontrar un nuevo trabajo cuando se tiene un empleo.

Una vez tuve un colega que estaba tan enfadado por estar en un PIP que simplemente se negaba a hacer el trabajo que se le pedía. Era muy capaz, pero acabó dejando la organización —sin haber encontrado un nuevo trabajo— antes que completar el PIP. Asegúrate de que entiendes exactamente lo que tienes que hacer y cuándo. Si no tienes las habilidades necesarias para realizar algo en tu PIP, pide capacitación.

Puede que acabes en un lugar mejor en tu trabajo actual por haber pasado por este reto. Puede que tu jefe quiera ayudarte a mejorar tu rendimiento. Si sigues queriendo irte incluso después de haber completado con éxito tu PIP, asegúrate de no hablar mal de tu jefe o de tu organización durante tu búsqueda de empleo. Céntrate en tus logros en este trabajo y en tu deseo de un nuevo reto.

AHORA LEE: 4 cosas que puedes poner en tu currículum aunque no tengas experiencia profesional

TAMBIÉN LEE: Cómo detectar a una persona manipuladora que puede acabar con tu carrera

Descubre más historias en Business Insider México

Síguenos en FacebookInstagramLinkedInTwitterTikTok y YouTube

AHORA VE: