- Putin intentó culpar de disturbios antisemitas en un aeropuerto de Daguestán a la intromisión occidental.
- El presidente ruso ha culpado desde hace tiempo a la agitación global de conspiraciones occidentales.
- Es parte de un intento de retratarse como el defensor de un nuevo orden global.
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El aeropuerto en Dagestán, Rusia, fue el centro de escenas desagradables durante el fin de semana cuando una muchedumbre intentó identificar a los pasajeros judíos que llegaban de Tel Aviv. Después de la violencia, en lugar de intentar calmar las tensiones en la región de mayoría musulmana, el presidente ruso, Vladimir Putin, hizo afirmaciones infundadas de que Occidente era responsable de la agitación.
«Los acontecimientos en Majachkalá anoche se instigaron a través de las redes sociales, en particular desde Ucrania, por agentes de servicios especiales occidentales», dijo en una reunión del Consejo de Seguridad de Rusia, según la agencia de noticias AFP.
Añadió que había habido «intentos» de desestabilizar la sociedad rusa; también acusó a Estados Unidos de estar detrás de la guerra entre Israel y Hamás, que desencadenó los disturbios, según informó la AFP.
«Quién está organizando el caos mortal y quién se beneficia de él hoy, en mi opinión, ya se ha vuelto obvio… Son las élites gobernantes actuales de Estados Unidos y sus satélites quienes son los principales beneficiarios de la inestabilidad mundial», dijo Putin.
El presidente ruso ha acusado durante mucho tiempo a Occidente de sembrar el caos y la inestabilidad. Los propagandistas del Kremlin presentan la guerra en Ucrania como parte de un complot de Occidente para destruir Rusia.
Las declaraciones más recientes de Putin forman parte de un plan más amplio para convencer al mundo de que Occidente es el enemigo. Y algunos países lo están comprando.
Putin explota una creciente brecha
Uno de los objetivos principales de Putin es romper los intentos occidentales de aislar a Rusia como castigo por la invasión de Ucrania.
Como parte de esto, una campaña de desinformación rusa ha estado tratando de vincular las armas suministradas por Occidente a Ucrania con los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre contra Israel, que desencadenaron la guerra en Medio Oriente.
Los analistas dicen que la campaña, junto con los comentarios más recientes de Putin, podría profundizar la brecha entre Estados Unidos, Israel y Europa, y las naciones de Oriente Medio y el llamado «Sur Global», que incluye a Brasil, India, Pakistán, Indonesia y China.
«La guerra en Oriente Medio abrirá una brecha cada vez mayor entre Occidente y países como Brasil o Indonesia, estados clave del Sur Global», dijo Clifford Kupchan, presidente de Eurasia Group, una organización de evaluación de riesgos con sede en Nueva York, al New York Times.
«Eso dificultará aún más la cooperación internacional sobre Ucrania, como la imposición de sanciones a Rusia».
Las posturas de EU en Ucrania y en Gaza podrían ser explotadas por Rusia
Estados Unidos ha tratado de movilizar la oposición mundial a Rusia señalando las atrocidades y los abusos contra los derechos humanos cometidos en Ucrania.
Pero en su apoyo a la campaña de Israel en Gaza, que hasta ahora ha matado a más de 8,000 personas, puede ser acusado de hipócrita.
«Todo el discurso y los esfuerzos de Occidente han sido socavados. Es una bendición para Moscú, que espera salir de su aislamiento en el escenario internacional debido a la apertura de este nuevo frente en Oriente Medio», dijo Tatiana Kastueva-Jean, directora del Centro Rusia/Eurasia del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI), a Le Monde.
«La invasión de Rusia ha sacado a la superficie la ira acumulada y el resentimiento global hacia los países europeos y Estados Unidos, ya sea por siglos de colonialismo y prácticas neocoloniales o por los dobles raseros que los países occidentales han mostrado tantas veces hacia las violaciones de los derechos y la ley en diferentes partes del mundo», escribió Nathalie Tocci, directora del Instituto Italiano de Asuntos Internacionales, en The Guardian.
Putin ve una oportunidad para legitimar su causa
Putin está explotando esta brecha. Al retratar a Estados Unidos como la fuente de la inestabilidad, espera fortalecer alianzas como las de Siria y el principal patrocinador de Hamás, Irán. También ganar favor con los estados del Golfo, cuyos líderes tradicionalmente están alineados con Washington y cuyas poblaciones respaldan la autonomía palestina.
El presidente ruso tiene buenas relaciones con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Pero aparentemente ve que hay más que ganar al oponerse a la campaña de Israel en Gaza y su alianza con Estados Unidos.
Rusia en las últimas semanas ha albergado a los líderes de Hamás, la organización detrás de los ataques terroristas del 7 de octubre en Israel; así mismo, ha criticado la respuesta israelí a los ataques, comparándolos con el sitio de Leningrado durante la Segunda Guerra Mundial.
Al generar ira contra Occidente por la guerra en Medio Oriente, Putin apuesta a que puede dar un vuelco a la situación. Y que será Occidente, no Rusia, quien enfrentará el aislamiento.
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