• Los estados fronterizos y del Bajío absorberán el impulso proveniente de los estímulos en Estados Unidos.
  • Entidades en el sur podrían ver rezagada su recuperación ante la falta de inversión y crédito.
  • Un estado pobre como Oaxaca enfrentará este periodo con alta morosidad en el crédito a empresas.

Se espera que los estímulos fiscales en Estados Unidos aumenten la demanda de productos mexicanos y active el crecimiento de México. Pero este impulso beneficiará solo a algunos sectores y principalmente a entidades con una alta producción manufacturera. Esta división está generando una recuperación económica desigual entre distintas regiones del país, de acuerdo con proyecciones de BBVA.

Las entidades fronterizas tendrán un mayor crecimiento en 2021 —exceptuando Tamaulipas—, así como los estados del Bajío que están integrados a las cadenas productivas de manufacturas. En tanto, los estados del sur y sureste mexicano como Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco y Campeche tendrán las tasas de crecimiento más bajas. Su recuperación podría demorar hasta el próximo año.

En 2021, se espera una recuperación de las manufacturas sobre todo en la industria automotriz, aeroespacial y de alimentos. Esto beneficiaría principalmente a estados como Guanajuato, Querétaro y San Luis Potosí, con tasas de crecimiento superiores de 5% durante 2021, según BBVA.

En tanto, entidades como CDMX, Nuevo León, Estado de México y Jalisco, aunque tendrán un crecimiento a una tasa menor, concentraron poco más de la mitad de la Inversión Extranjera Directa (IED) de 2020. Esto debido a que en estos territorios se desarrolla buena parte de la actividad económica y comercial.

Al menos 19 entidades del país registraron una caída en cuanto a inversión extranjera directa el año pasado. Por ejemplo, en el sureste mexicano, Chiapas presentó una caída de 49%; Yucatán una disminución de casi 8%; después Campeche y Tabasco con reducciones de 8% y 6% respectivamente, de acuerdo con el reporte sobre la situación regional de México de BBVA.

Entidades pobres con menor acceso al crédito

A este problema se suma que México es uno de los países que menos ha invertido en estímulos fiscales para apoyar la reactivación económica con apenas 1% de su Producto Interno Bruto (PIB).

Asimismo, los bancos también han reducido el otorgamiento de crédito durante la pandemia, cuyo saldo se concentra principalmente en CDMX, Nuevo León, Jalisco y Estados de México con 69% de la cartera comercial, es decir, el financiamiento dirigido a la actividad empresarial.

Esto ha propiciado que la morosidad también aumente de forma desproporcionada en algunos estados del sur. Oaxaca, una de las entidades más pobres del país, enfrentará este periodo de recuperación con un índice de morosidad de 8% registrado en 2020, el doble del año anterior, y muy superior al promedio de 1.4% a nivel nacional. Asimismo, entidades como Tabasco reportan una morosidad de 5%, mientras que Puebla 3.7% y Guerrero con 3.6%.

«La recuperación económica está prevista en términos de crecimiento, pero incluso a finales de 2021, el país y la mayoría de las entidades aún no habrán llegado a niveles de actividad previos a 2020. Muchas entidades tampoco lo harán al finalizar el 2022», advirtió el reporte.

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