• Una de las preguntas más frecuentes por parte de las familias es acerca de Santa Claus.
  • Esto puede ser un conflicto, dependiendo cómo lo tome cada persona.
  • La terapeuta Amy Morin responde cómo y en qué momento es pertinente hablar sobre el tema.
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Ya sea que esté escribiendo cartas a Santa Claus o leyendo libros sobre renos, la emoción de tu hijo o sobrino puede hacer que la temporada navideña se sienta mágica cuando todavía cree en este personaje.

Por supuesto, esto no dura para siempre; para muchas familias, el momento de cuestionar la existencia de Santa llega demasiado pronto.

Es posible que te quedes sin palabras sobre cómo responder o que te encuentres en una situación rara: tu hijo nunca pregunta por Santa Claus. Incluso después de haber pasado la edad en que la mayoría de los niños se dan cuenta, todavía parecen creer en el personaje del traje rojo.

Puedes comenzar a preocuparte si es hora de hablar al respecto. Después de todo, no querrás que se burlen de tu hijo por creer que Santa Claus bajará por la chimenea cuando sea un adolescente. 

¿Qué tan pronto debes decirles a los niños la verdad sobre este personaje clásico? Es una pregunta que los padres me hacen a menudo en el consultorio de terapia.

Cada vez que eso ocurre, siempre les aseguro a las familias que todavía no he tenido una persona adulta que ingrese a la sesión afirmando que creer en Santa Claus o que la revelación les marcó de por vida. 

No te dejes atrapar por la creencia de que hay una edad específica en la que necesitas sincerarte, o que hay una única manera correcta de manejar la situación. 

Elige abordar el problema de Santa Claus en función de tus valores, creencias y las necesidades de cada niño.

No hay una edad correcta o incorrecta para decirles la verdad sobre Santa Claus a los niños

Toma nota sobre su comportamiento y percepción del mundo. Por lo general, en algún momento, entre las edades de cinco y siete años, los niños comienzan a pensar un poco más críticamente. 

Y se les ocurre que los renos voladores y un tipo bajando por la chimenea pueden ser un poco exagerados.

Así que no te sorprendas si tu hijo comienza a hacer preguntas. Es posible que no recibas un cuestionamiento directo como «¿Santa Claus es real?».

Pero es posible que reciba preguntas como «¿Cómo vuelan los renos?» o «¿Cómo hace Santa para dar la vuelta al mundo en una noche?»

Si tu hijo insiste en obtener una respuesta, es mejor apostar por la sinceridad

Cuando los niños hacen preguntas por primera vez, tu instinto podría ser asegurarle que Santa Claus es real y que sus poderes mágicos lo ayudan a desafiar la lógica. 

Aunque probablemente no les mientas con frecuencia, podrías tener la tentación de estirar la verdad en un esfuerzo por evitarles dolor. 

Después de todo, no querrás «arruinarles» la Navidad. Pero, si tienen dudas, quieren saber la verdad. Y no les harás daño siendo honesto.

Esto no significa que tengas que intervenir y contarles toda la historia. En su lugar, puedes hacer algunos cuestionamientos de vuelta. 

Por ejemplo, di «¿Qué te hace preguntar eso?» o «¿Qué piensas de eso?» Está bien dejar que los niños formen sus propias conclusiones.

Cuando te enfrentas con «Solo dime. ¿existe realmente un Santa Claus?», sé​​honesto y explica lo que está detrás de los regalos.

Tus respuestas sobre Santa dependen de varios factores

Algunas familias hablan de que el espíritu de la Navidad sigue vivo o se sumergen en el verdadero significado de esta época. 

Otras les explican a los niños que la Navidad se trata de dar, y ahora que saben la verdad sobre Santa Claus, su trabajo es convertirse en ese personaje para otra persona (esto hace que regalar sea parte de su futura tradición).

Solo ten claro que no tienes qué «aplastar» el espíritu de tu hijo y hacer que toda la magia desaparezca. 

En cambio, puedes convertir la Navidad en una fecha de bondad y generosidad en lugar de renos y trajes rojos. 

También puedes enfatizar que no todos conocen «el secreto» todavía para que tu hijo no haga el anuncio en la escuela.

Tu espíritu navideño puede ayudar en esta tarea

Independientemente de quién cree en Santa Claus, la verdadera magia de la Navidad tiene que ver con tus creencias; eso incluye el tema sobre la identidad de este personaje. 

Si crees que la Navidad no será divertida ahora que tu hijo sabe la verdad, tu espíritu de «Grinch» podría afectar su estado de ánimo (y quizás el de todos los demás).

Ya sea que comiences una nueva tradición que implique dar regalos a poblaciones vulnerables o permitas que los niños compren presentes «secretos» para otro miembro de la familia, un tipo diferente de festividad podría ser incluso más divertido de lo que imaginas.

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