Este 10 de marzo se estrena en México la película-documental “PUSH” del director Fredrik Gertten. Existe más de una razón para ir a verla, además de la calidad del trabajo de este cineasta sueco. Una de ellas es que abona de manera significativa al debate sobre la crisis de vivienda en nuestro país, poniéndola en un contexto global.
Hace seis años se publicaba el libro “La guerra de los lugares: La colonización de la tierra y la vivienda en la era de las finanzas”. La autora era Raquel Rolnik, ex relatora especial de las Naciones Unidas para el derecho a la vivienda. Luego de ser la máxima autoridad en la materia a nivel internacional, Rolnik concluyó su mandato con la necesidad de exponer y denunciar un patrón que había presenciado en lugares tan distantes como Chile, Kazajistán, Brasil y Egipto: la financiarización de la vivienda.
Este fenómeno podría definirse como el proceso por el cual se empieza a priorizar el uso de la vivienda como un vehículo financiero y no como un medio para habitar. Es decir, pasa a convertirse en una divisa más para la especulación y el flujo de capital.
El impacto de este fenómeno en nuestras ciudades es desconcertante. Vemos, por ejemplo, el caso de la zona centro de Guadalajara, donde un supuesto plan de repoblamiento de la zona llevó a facilitar la construcción masiva de edificios. Hoy día muchos de ellos están vacíos, los precios de las rentas están por los cielos y la población ha migrado significativamente hacia las afueras desde que inició este supuesto proceso de redensificación.
Lo mismo podemos apreciar en Mérida, donde la aparente burbuja inmobiliaria ha generado más de 60,000 casas deshabitadas en una zona metropolitana de poco más de 1 millón 300,000 habitantes. Se calcula que cerca de 90% de esos inmuebles se ubican en el norte de la urbe, justo donde están las zonas que se promocionan como de “mayor plusvalía”.
Estos son tan solo dos ejemplos de los procesos de financiarización de la vivienda en nuestro país, cuyas consecuencias van desde el aumento de las rentas y la reducción de la oferta de espacios hasta el desplazamiento de la población.
Leilani Farha tomó el cargo de relatora especial para el derecho a la vivienda tras la salida de Rolnik. Habiendo concluido su propio mandato en 2020, Farha sigue los pasos de denuncia que en su momento trazó su antecesora, pero no a través de un libro sino de una película-documental en compañía de Gertten.
La cinta acompaña a la entonces relatora por las calles de Valparaíso, Toronto, Londres y otras ciudades del globo para documentar cómo este fenómeno se replica una y otra vez: la vivienda se está convirtiendo en una divisa y las ciudades que antes entendíamos como espacios para habitar parecen cada vez más un banco al aire libre.
No suelo hacer publicidad de ningún tipo en mis artículos de opinión, pero creo que bien vale una excepción. La llegada de esta película-documental cae como anillo al dedo en estos días en los que la agenda pública ha volteado a ver los temas de vivienda. Comparto las fechas y lugares de su estreno en algunas ciudades, sin detrimento de que en los próximos días se anuncien más.
La película se estrenará el 10 de marzo Ciudad de México en Cinemex Reforma, Cinemex Altavista, Cinemex CNA, Cinemanía Loreto. A partir del 11 de marzo estará también disponible en la Cineteca Nacional, Cine Tonalá y La Casa del Cine.
El 10 de marzo se estrenará también en Monterrey (Cineteca y Cinemex Garza Sada) y en Guadalajara (Cineteca Guadalajara, Cinemex Plaza Patria y Cine Foro). El 12 de marzo estará disponible en San Miguel de Allende (Compartimento Cinematográfico), el 15 en Cuernavaca (Cine Morelos), el 17 de marzo en Guanajuato capital (Cine La Mina) y el 25 de marzo en Tijuana (Cineteca).
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