Cristian Huertas

Cristian Huertas

Este es uno de los mejores momentos para invertir, emprender o trabajar en una compañía fintech. A pesar de la pandemia, la industria fintech no solo ha podido soportar el estrés económico, sino que ha florecido. Aunque no todas las compañías del sector se han beneficiado, el haber nacido digitales les ha permitido pivotar su modelo de negocio, o aprovechar al máximo las oportunidades que han surgido por la pandemia.

La inversión en la industria fintech no decae, a pesar de la pandemia.

De acuerdo con el reporte «The State of Fintech Q2’20» de CB Insights, en la primera mitad del 2020, las compañías fintech recibieron 17,300 millones de dólares en financiamiento por parte de fondos de capital de riesgo, un 6% más que en las fechas comparables de 2019.

La pandemia sí afectó el número de inversiones, que pasó de 1,038 en la primera mitad de 2019 a 849 en el primer semestre de 2020. Esto significa que predominó el financiamiento a compañías en etapas más desarrolladas, 42 compañías en este mismo periodo recibieron rondas de financiamiento superiores a los 100 millones de dólares.

Dentro de las compañías que más levantaron dinero destaca Stripe —una pasarela de pagos que permite que los comercios hagan cobros en internet con operaciones en Latinoamérica— que compró a Galileo, uno de los procesadores de pago estadounidenses que está entrando con más fuerza al mercado Mexicano de la mano de MasterCard. Stripe recibió más de 600 millones de dólares en abril de este año, a una valuación de 36,000 millones de dólares.

Latinoamérica es una región atractiva para la inversión en compañías fintech.

Mucho de ese dinero está llegando a Latinoamérica, directa o indirectamente; ya sea porque compañías de la región están levantando rondas de financiamiento o porque un gran número de compañías extranjeras ven a Latinoamérica como una oportunidad para crecer.

El proceso de inversión en compañías fintechs latinoamericanas fue retador hace algunos años, dado que había una diferencia importante entre lo que los inversionistas locales creían que valían las compañías y lo que creían los inversionistas de Estados Unidos o de Europa.

Para dar un ejemplo, un emprendedor de una compañía fintech podría recibir una oferta de 1 millón de dólares por el 25% de su compañía aquí en México; mientras que, si iba con fondos estadounidenses, podría recibir por su compañía una oferta de 1 millón de dólares por el 10% de la compañía: una valuación 2.5 veces mayor.

El crecimiento del sector ha traído consigo un equilibrio que tiene más contentos a emprendedores latinoamericanos, fondos extranjeros y fondos locales, debido a varias historias de éxito (y algunas más de fracaso). Hoy vemos a inversionistas locales y extranjeros coinvirtiendo en compañías fintech de alto potencial de crecimiento a valuaciones más aterrizadas al mercado local.

¿Quiénes están invirtiendo en fintechs en México?

Hoy hay un ecosistema mejor establecido de fondos de capital privado, con apetito por la industria fintech en México y Latinoamérica. Dos buenos ejemplos de ello son COMETA y Angel Ventures. Ambos son fondos de capital privado mexicanos con numerosas y exitosas inversiones en fintechs, como Bnext, un neobanco y marketplace de servicios financieros; Conekta, una pasarela de pagos (en la cuál también invirtió FEMSA); Bitso, una de las mayores casas de cambio de criptomonedas de Latinoamérica; Clip, una solución para que pequeños comercios acepten pagos con tarjeta; Kueski, una compañía de microcréditos, entre otros.

¿Qué hace falta para que siga creciendo la inversión en compañías fintech en México y Latinoamérica?

Si nos comparamos con Estados Unidos, Europa o China, aún falta mucho para que Latinoamérica esté en niveles de inversión en tecnología —y especialmente en el sector fintech—; sin embargo, creo que vamos por buen camino.

Se necesita más compromiso de inversionistas institucionales, especialmente las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES), inversionistas de los fondos de capital privado que invierten en compañías fintech.

También necesitamos casos de éxito. Vemos compañías que cada vez levantan mayores rondas de financiamiento, pero no hemos notado mucha actividad de adquisiciones o de salidas a bolsa que permitan devolver dinero a los inversionistas y que prueben el potencial que tienen las fintechs para crear valor. Todos en el sector esperamos que esto cambie muy pronto.

Las opiniones publicadas en esta columna son responsabilidad del autor y no representan ninguna posición por parte de Business Insider México.

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