• Atender a la conferencia con 119 multimillonarios en un centro de esquí en Suiza podría sonar como una experiencia glamorosa, pero la realidad es otra.
  • Una gran parte del tiempo se pasa haciendo filas.
  • Algunas fiestas, incluyendo la de Salesforce presentada por Marc Benioff, pueden alocarse bastante.

Taylor Nicole Rogers

Asistir a un evento frecuentado por multimillonarios y líderes mundiales podría sonar como algo lleno de glamour, pero Davos no es nada más juego y diversión.

Entre las largas filas, el clima helado y los aburridos paneles, asistir al Foro Económico Mundial de Davos-Klosters en Países Bajos podría no es tan divertido como parece si no eres un VIP. Esta es la realidad de asistir a Davos.

1. No es el público más animado

A Davos van principalmente hombres de mediana edad. La asistencia solamente es vía invitación, de acuerdo con CBS News. Como resultado, la conferencia se ha enfrentado por mucho tiempo a críticas sobre la falta de diversidad entre sus asistentes – por ejemplo, solo 22% de los asistentes a Davos en 2019 eran mujeres, de acuerdo con la BBC. El promedio de edad entre los asistentes hombres a Davos es de 54 años.

2. Es imposible acercarse a los ricos y poderosos

Credencial del primer ministro belga Charles Michel en el Foro Económico Mundial de Davos de 2019. BENOIT DOPPAGNE/AFP via Getty Images

No todos los que están invitados a la conferencia pueden asistir a los panales y fiestas del más alto perfil. El Foro utiliza un «complicado sistema de castas de identificaciones de colores» para determinar quién puede acceder a qué partes de una conferencia, de acuerdo con la BBC.

A los asistentes del perfil más alto se les dan credenciales blancas con hologramas, de acuerdo con la BBC. Incluso el primer ministro de Bélgica no consiguió este tipo de credencial en el evento del año pasado, de acuerdo con fotografías.

Las credenciales del más bajo nivel son dadas por el hoteles del resort y no dan acceso al centro de conferencia, reportó Business Insider. Sin embargo, pueden dar acceso a las fiestas y colinas para esquiar.

3. Muchos de los páneles son bastante densos

Sesión del 50 Foro Económico Mundial en Davos. REUTERS/Denis Balibouse

Con temáticas pasadas como «Dinamismo Resiliente» y «Globalización 4.0: Dándole forma a una arquitectura global en la era de la cuarta revolución industrial,» incluso los temas de conversación en Davos pueden ser difíciles de descifrar. Para complicar más las cosas, la conferencia también tiene su propia jerga. Los asistentes usan frases como «improbabilidades materiales», «circularidad» y «resiliencia imperativa» en maneras que solamente pueden ser entendidas por otros miembros de el Foro, reporta Joe Miller de la BBC. Llamó a la jerga de Davos «un crimen contra el inglés.»

Muchas de las discusiones más interesantes y consecuentes toman lugar mucho más tarde y a puertas cerradas, reportó Business Insider.

4. La admisión puede ser gratis para muchos, pero ir a Davos es muy caro

El costo de admisión al Foro Económico Mundial es de 28,000 dólares para todos los asistentes que no están ahí para representar negocios, reportó Business Insider. Sim embargo, todos los asistentes deben ser miembros de el Foro. La membresía anual empieza en los 62,000 dólares y puede llegar hasta los 620,000 dólares, dependiendo del tipo de membresía que se elija, de acuerdo con la BBC.

Sin embargo, los costos no terminan ahí. Los hoteles elevan sus precios cinco veces de su tarifa normal durante la conferencia, de acuerdo con el New York Times. Habitaciones en dos de los hoteles más populares entre los asistentes, el Belvedere y el InterContinental, se rentan en 231 y 392 dólares, respectivamente, en enero, de acuerdo con la página oficial de cada uno. Ambos hoteles están en ocupación máxima durante el evento.

5. Las fiestas son tan alocadas como lo imaginas

Varias compañías patrocinan una amplia cantidad de eventos para los asistentes de Davos, reportó el New York Times. Un año, JPMorgan Chase rentó el Museo Kirchner en Davos para una fiesta en la que su director ejecutivo, Jamie Dimon, y el exprimer ministro británico, Tony Blair, fueron anfitriones, de acuerdo con el Times. Google hace una fiesta cada año en el hotel InterContinental que es, de acuerdo con el Times, la más cotizada del evento.

En 2013, el expresidente de Facebook, Sean Parker, realizó una infame fiesta donde «animales de peluche iluminaban a los bailarines con lásers que salían de sus ojos» mientras John Legend cantaba en el escenario, de acuerdo con CBS News, También en 2013, Benniof mandó traer flores frescas y una banda en vivo de su hogar adoptado de Hawaii para la fiesta de Salesforce, de acuerdo con el Times.

6. Buena parte del tiempo se pasa esperando en filas

Asistentes hacen fila para entrar al centro de congresos de Davos. VINCENZO PINTO/AFP via Getty Images

Asistir a Davos es muy parecido a «volar…sin volar realmente», escribió Katie Hope de la BBC.

Más de 100 multimillonarios y 53 cabezas de estado están considerados para asistir esta semana a Davos, lo que requiere mucha seguridad. La entrada al centro de conferencias requiere pasar por un punto de seguridad parecido a lo que uno encontraría en un aeropuerto, de acuerdo con la BBC. Davos se transforma en una «verdadera fortaleza» durante el evento, de acuerdo con Michael J. de la Merced y Russell Goldman del New York Times.

Para hacer las cosas peor, las filas se extienden seguido hacia afuera, en la nieve, reportó Hope.

Traducido de Business Insider.