- Previo a la pandemia, el trabajo bajo presión (22%) era la competencia más demandada por las organizaciones.
- Cuando llegó la pandemia, se produjo un cambio de mentalidad; habilidades relacionadas con el servicio ganaron protagonismo.
- Otras habilidades que comenzaron a volverse imprescindibles son la flexibilidad y adaptabilidad.
¿Cuántas veces no leímos en la descripción de una vacante, en alguna bolsa de trabajo, que se requería trabajar bajo presión? Visto desde la perspectiva actual —en donde el énfasis se puso sobre el bienestar de los colaboradores—, parecería que eso ya es inaceptable. En definitiva hubo un cambio de mentalidad en las organizaciones.
De acuerdo con un informe realizado por evaluar.com, compañía de automatización de procesos de reclutamiento en las áreas de recursos humanos, la evaluación de competencias ha cambiado debido a la pandemia.
Para ello, realizaron una comparación entre las competencias desde 2017 al 2021, más de 7 millones de personas fueron evaluadas.
El resultado es que, previo a la pandemia, el trabajo bajo presión (22%) era la competencia más demandada para evaluar los procesos de selección para posiciones administrativas y técnicas de mandos medios, gerenciales y directivos.
Esto principalmente porque las compañías requerían atraer talentos que demostraran capacidad para responder y trabajar con alto desempeño en situaciones de muchas presión.
El trabajo en equipo (22%) se ubicó como la segunda competencia más evaluada por las empresas mexicanas; orientación al cliente (21%), orientación al logro (18%) e integridad (17%) fueron las siguientes en ese orden.
Las prioridades cambiaron con la pandemia: no más «trabajo bajo presión»
Cuando llegó la pandemia, también se produjo un cambio de mentalidad. Las habilidades relacionadas con el servicio comenzaron a ganar protagonismo, por lo que orientación al cliente (31%) se convirtió en la prioridad.
La orientación al logro (21%) escaló a la segunda posición. Dado que las personas que tienen desarrollada esta competencia, se enfocan en los resultados y poseen una motivación muy fuerte para cumplir los objetivos, y exigencias laborales que demanda la nueva realidad. Así mismo, comunicación efectiva (17%), trabajo en equipo (16%) e integridad (15%) forman parte del top 5.
De igual manera, otras de las habilidades blandas que comenzaron a volverse imprescindibles en la evaluación de perfiles a raíz de la pandemia, son la flexibilidad y adaptabilidad.
Responsabilidad, innovación, algunas habilidades que sustituyeron al «trabajo bajo presión»
Además trabajar a distancia generó una necesidad de ser más responsable para no depender de una supervisión constante por parte de los líderes.
Y finalmente, la innovación ha sido una competencia fundamental para encontrar otros caminos para desarrollar las actividades y cumplir así los objetivos organizacionales.
“La nueva normalidad requiere colaboradores con diferentes competencias o habilidades, principalmente porque la forma de trabajar ha cambiado; y las necesidades de innovación y agilidad de las empresas son mayores», dijo señaló, Gabriela Rodríguez, directora para la región de Latinoamérica de evaluar.com. «De acuerdo con nuestra experiencia, vemos que las compañías le están dando cada vez más importancia a las habilidades blandas; principalmente porque son aquellas que permiten un desempeño eficiente”.
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