• Los miembros del cártel de Sinaloa quieren adelantarse a la posible legalización de la marihuana en México.
  • El esfuerzo está dirigido por los hijos de "El Chapo" Guzmán, y la clave es la comercialización, dijeron los operativos.
  • "Lo que tratamos de hacer es muy sencillo: producir la mejor hierba del mundo", dijo un cultivador.
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Cualquiera que pasee por Culiacán, Sinaloa —sede del cártel del mismo nombre— podría pensar que la marihuana ya es legal.

Hace 10 años, la hierba aún se vendía en callejones oscuros o la entregaban traficantes sospechosos en coches viejos. Sin embargo, Culiacán tiene ahora casi tantos dispensarios de marihuana como Los Ángeles. Esto, a pesar de que una onza de la planta aún puede llevarte a la cárcel.

La clave del Cártel de Sinaloa para reinventar el negocio: el marketing

Desde que Estados Unidos empezó a legalizar la marihuana —que provocó un descenso del contrabando hacia el norte—, los miembros del cártel de Sinaloa buscaron maneras de adaptarse y recuperar el negocio.

La clave de ello, según miembros del cártel de Sinaloa que hablaron con Insider, es el marketing.

«No queremos que nos asocien con el narcotraficante turbio que vende hierba en la calle o por la ventana. Mira a los gringos, están vendiendo este mismo producto en sus hermosas tiendas. Eso es lo que queremos para la organización», dijo a Insider un miembro del cártel de Sinaloa. Él es descrito por muchos como «padrino» pues se encarga de financiar la nueva industria.

cártel sinaloa
Porros de marihuana dentro de una casa de manufactura en Culiacán. Luis Chaparro

La organización —término que sus miembros prefieren en lugar de «cártel»— reestructuró su negocio de marihuana. Para ello, inició una fase de prueba y error en Culiacán bajo la dirección de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, uno de los hijos de Guzmán con su primera esposa, según el «padrino».

Iván y sus hermanos «Los Chapitos» —miembros de un grupo más amplio de jóvenes hijos del cártel conocidos como «narcojuniors»— han hecho de Culiacán el punto focal de sus esfuerzos por expandirse en el negocio de la marihuana.

«Los juniors pusieron mucho dinero en esto. Pero más que dinero fueron extremadamente cautelosos con la gente en la que confiaban», dijo el padrino.

Tras la extradición de El Chapo a Estados Unidos en 2017, Iván Archivaldo reunió a un grupo de entre cinco y seis hombres de «toda su confianza». Ellos se convirtieron en «padrinos» de un nuevo modelo de negocio de marihuana.

Su función es canalizar fondos a un grupo más amplio de productores independientes de marihuana. Ellos a su vez, experimentan con cepas, semillas, métodos y marcas «hasta que la organización encuentre una que compita o incluso haga sombra a la que se produce en Estados Unidos», dijo uno de los «padrinos».

Quieren producir «la mejor marihuana del mundo»

El Cártel de Sinaloa comenzó a reclutar a jóvenes productores que no se identifican como miembros de la organización. Todos cumplen con tres características principales.

«Su pasión por la hierba, su conocimiento del proceso de producción y que hayan vivido en un estado de Estados Unidos donde es legal», dijo el «padrino».

Cártel Sinaloa
Marihuana molida para hacer los porros pre-enrrollados. Luis Chaparro

«Mi padrino me preguntó muy directamente si realmente sabía lo que estaba haciendo. Le confesé que ya había puesto en marcha un pequeño invernadero para mi propio consumo; que si confiaba en mí lo suficiente como para financiarme uno más grande podría hacer la mejor marihuana de Sinaloa», dijo a Insider uno de los productores locales.

El productor, un hombre de 31 años originario de Culiacán, permitió a Insider entrar en uno de sus invernaderos. Se trata de una operación de interior de última generación con más de 200 pequeñas plantas de marihuana. Las cuida con calor y luces, cámaras de seguridad y música funcionando 24/7.

«Lo que intentamos es muy sencillo: producir la mejor hierba del mundo. Compramos semillas de Estados Unidos, de Europa y de Canadá, luego las mezclamos y experimentamos con ellas hasta conseguir nuevas cepas originales de Sinaloa», explica.

Una vez que las plantas están completamente desarrolladas, la marihuana producida en el invernadero se lleva a otro lugar gestionado por distintas personas, donde se fabrican porros preenrollados, cera, comestibles y una docena de productos más.

El lugar de fabricación es una casa grande en un barrio de clase media de Culiacán, donde cinco hombres supervisan las operaciones. Cada habitación tiene un proceso diferente: una para almacenar las bolsas de marihuana que llegan de los invernaderos, otra para rellenar los porros, otra para prensar la hierba con calor para producir la cera, y otra para empaquetar y marcar todo.

«Los más vendidos son los [cigarrillos] preenrollados, y los hacemos a mano. Contratamos a tres personas para liar porros y fabricamos entre 1,200 y 1,500 a la semana», explica un responsable del proceso de fabricación.

Solo este fabricante vende más de 1,200 porros preenrollados, cada uno por 140 pesos, con lo que gana aproximadamente 400,000 dólares al año. El «padrino» dijo que la organización tiene al menos 20 casas de fabricación diferentes bajo distintas marcas.

Insider realizó entrevistas en una casa productora de «Star Kush», que es la marca más conocida de Culiacán.

Su logotipo muestra a un astronauta comiendo una porción de pizza —que utiliza el cártel de Sinaloa para referirse a «La Chapisa», la gente que trabaja para «El Chapo» y sus hijos—. El astronauta está sentado encima de un enorme tomate, en referencia a Culiacán, el mayor exportador de tomate de México.

Luis Chaparro

Competir con Los Ángeles aún en contra de la ley

Los productos se venden en una veintena de dispensarios repartidos por la ciudad y propiedad de los mismos «padrinos» que financian las operaciones. Iván Archivaldo Guzmán recibe más del 30% de los ingresos, según las fuentes entrevistadas por Insider.

«Nosotros solo tenemos el permiso para producir. La organización nos da su dinero, su confianza y luz verde para hacer el mejor producto. Pero solo podemos vender a un cliente: la organización. Recibimos una buena paga por nuestro trabajo, no millonaria, pero suficiente para vivir bien, pero más que eso, la oportunidad de desarrollar marihuana de primera», dijo uno de los productores.

Los legisladores mexicanos aún tienen que legalizar por completo la marihuana, incluida su producción y venta, a nivel federal, pero los hijos de «El Chapo» quieren adelantarse a lo que pronto podría ser un negocio legal y lucrativo.

«Los Chapitos» en última instancia quieren construir un negocio de hierba en Culiacán tan grande y tan llamativo como el de Los Ángeles, y al igual que su padre, no están esperando a cuando la ley diga que pueden hacerlo.

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