• La Secretaría de Hacienda y Crédito Público indicó que México tiene un margen de maniobra limitado para adquirir recursos a través de deuda, con el fin de enfrentar la pandemia de Covid-19
  • La deuda externa aumentó por el encarecimiento del dólar, mientras que la deuda interna en pesos creció ligeramente con respecto al tamaño de la economía.
  • Los ingresos petroleros cayeron 41% anual al cierre de junio, de acuerdo con el Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública del segundo trimestre.

México tendrá que enfrentar la crisis económica, en medio de la pandemia de Covid-19, con una mayor deuda, por el encarecimiento del dólar, y menos ingresos públicos, por la caída de los precios del petróleo, informó hoy la Secretaría de Hacienda (SHCP).

De acuerdo con el Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública , la deuda pública aumentó en el primer semestre del año de 45.5 a 53.2% con respecto al tamaño de la economía.

Es decir, al reducirse el Producto Interno Bruto (PIB) en casi 19% en el segundo trimestre del año, las deudas del gobierno aumentaron en proporción a una menor riqueza en el país, restando margen de maniobra de gasto para enfrentar contingencias.

Le sale caro al gobierno endeudarse en dólares

Esta expansión de la deuda gubernamental se generó específicamente por otro problema relacionado al deterioro del clima económico: el encarecimiento del dólar en la primera mitad del año. La deuda externa en dólares creció de 15.8 a 21% del PIB, mientras que la deuda interna en pesos creció solamente de 29.7 a 32%.

“Al cierre de junio, la deuda externa aumentó 22% por el aumento del tipo de cambio en la misma proporción”, dijo en conferencia de prensa virtual, tras la presentación del reporte, Iván Cajeme Villarreal, titular de la Unidad de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda.  

Esta es una de las razones por las que el gobierno mexicano implementó una política de austeridad y recorte al gasto público, además de su negativa para obtener recursos a través de endeudamiento y, con ellos, impulsar a la economía. «Existe un margen de maniobra reducido», justificó Gabriel Yoro, subsecretario de Hacienda, en la misma conferencia virtual.

Los ingresos petroleros caen 41% anual al cierre de junio

Este margen también sufrió por el lado de los ingresos del gobierno mexicano. Menos recursos significan menos capacidad para enfrentar contingencias. En total, los ingresos del gobierno federal, disminuyeron 3.7% anual en el primer semestre del año. 

Esta caída se explica principalmente por un desplome de los ingresos petroleros de 41% anual en el mismo periodo, precisó Hacienda. 

La pandemia por Covid-19 ocasionó una menor demanda de petróleo; por lo tanto, han bajado los precios de este energético, disminuyendo los ingresos de países productores. 

Gobierno logra amortiguar caída de ingresos petroleros

Pero el gobierno federal logró recaudar más en otros impuestos, lo que compensa en parte el colapso de la actividad petrolera.

Los ingresos no petroleros crecieron 3.3% anual en el primer semestre del año, pese al confinamiento por la pandemia de Covid-19 en abril y mayo.

El Impuesto Sobre la Renta (ISR), el mayor componente de los impuestos, el cual cobra un gravamen a empresas y personas por su trabajo. El ISR repuntó 1.3% anual en los primeros seis meses del año; ello a pesar de la Jornada de Sana Distancia que básicamente cerró la actividad económica en todo el país. 

El Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó que logró que 518 de los grandes contribuyentes pagarán 64,252 millones de pesos, lo que calificó como un dato histórico debido a que fue más de tres veces lo recaudado el año pasado provenientes de estas empresas. 

El gobierno recaudó de ISR, 926,723 millones de pesos y, aunque se quedó corto en casi 26,000 millones de pesos a lo programado por el gobierno, compensó caídas en otros rubros. 

Estos otros apartados de impuestos son el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que disminuyó 0.6% anual en el primer semestre; el Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS), que bajó 4% anual; el impuesto a las importaciones, que cayó 16.5%; así como el impuesto a la actividad de exploración y extracción de hidrocarburos reportó una merma de 11.7%.

Aún con estas reducciones en el periodo, la recaudación se estabilizó con respecto al año pasado, al crecer 0.1% a pesar del cierre de actividades por el confinamiento. 

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