- La alimentos ultraprocesados están diseñados para consumirse rápidamente, ya sea como bocadillos empaquetados baratos o como comida lista para calentar.
- Los investigadores de salud pública están comenzando a descubrir que las personas que comen más de estos alimentos precocinados tienden a morir más rápido, a comer más y a contraer más enfermedades. Sus corazones tampoco están tan sanos.
Los alimentos ultraprocesados están diseñados para ser baratos, convenientes y mantenernos llenos y con mucha de energía hasta la próxima comida.
Pero cada vez más, los expertos en salud descubren que estos alimentos no son buenos para estar satisfechos, o incluso vivos, a largo plazo.
Un nuevo estudio de investigadores de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) sugiere que muchos estadounidenses dependen de la comida chatarra para mantenerse con vida y está dañando sus corazones.
Puede darse el caso de que la mayoría de los alimentos ultraprocesados elaborados en fábrica que comemos —como barras de granola que duran meses en el estante, ravioles enlatados cargados con espesantes y estabilizadores, y refrescos endulzados con jarabe de maíz con alto contenido de fructosa— actúen en nuestros corazones.
“Estos alimentos están diseñados para tener un sabor tan bueno”, dijo a Insider el autor del estudio, el Dr. Zefeng Zhang, epidemiólogo de los CDC, antes de que su estudio se publicara en el American Journal of Clinical Nutrition en octubre.
Pero esa emoción gustativa tiene un costo oculto
Los alimentos ultraprocesados a menudo no solo son pobres en nutrientes, sino que también hacen que las personas sigan comiendo después de estar llenas. Esto puede deberse a que los alimentos anulan los sensores de plenitud naturales en el cuerpo y también a que están diseñados para ser ingeridos y digeridos muy rápidamente.
“Los alimentos ultraprocesados a menudo carecen de fibra”, dijo Zhang. Eso significa que las personas “no se sienten tan llenas como con la comida real”.
Zhang y sus colegas descubrieron que una gran cantidad de personas dependen de los alimentos ultraprocesados para su sustento
El estudio de Zhang se basó en rigurosas encuestas nacionales de salud y nutrición realizadas cada año por la CDC, en las que los investigadores hacen preguntas a las personas sobre lo que comen y también evalúan su salud en general con un examen físico.
Para el estudio, Zhang y su equipo de otros cuatro investigadores analizaron a más de 11,200 personas encuestadas en Estados Unidos, entre 2011 y 2016.
Los participantes del estudio no eran una muestra representativa de estadounidenses perfectamente precisa, demográficamente hablando. Los investigadores hicieron más de sus preguntas a las minorías, las personas de bajos ingresos y las personas mayores.
Con la esperanza de recopilar información útil sobre sus respectivos problemas de salud, que no se han estudiado o comprendido bien en el pasado. Por ejemplo, alrededor de 18% de los encuestados del estudio tenían más de 60 años.
¿Cuáles fueron los resultados del estudio?
Descubrieron que muchas de estas personas dependen de productos ultraprocesados para sobrevivir. Más de la mitad de las calorías diarias de las personas encuestadas provenían de alimentos ultraprocesados.
El trabajo del equipo también sugiere que los corazones de las personas no están prosperando con estos alimentos preparados. Por cada aumento de 5% en el consumo de alimentos procesados, hubo una disminución correspondiente de 0.14 en la puntuación de salud cardiovascular de una persona.
En otras palabras, la dosis de alimentos procesados que ingieren las personas parece ser realmente importante para la salud de su corazón.
Los investigadores aún no saben exactamente por qué los alimentos procesados son tan perjudiciales para nuestra salud. Pero lo que está claro, a partir de la investigación de Zhang y otros estudios, es que las personas que comen más alimentos procesados también tienden a tener más problemas cardíacos, mueren antes, contraen más cánceres y aumentan de peso.
Los alimentos ultraprocesados tienden a tener al menos cinco ingredientes
Los científicos suelen definir los alimentos ultraprocesados como “formulaciones industriales que suelen tener cinco o más, y normalmente muchos, ingredientes”.
Las verduras, frijoles, carnes, quesos y otros productos agrícolas son ejemplos de alimentos sin procesar o mínimamente procesados. Los alimentos ultraprocesados se han descompuesto de estas formas enteras o frescas y se han transformado en alimentos preparados.
“A menudo tienen altas cantidades de azúcar, sodio y grasas saturadas añadidas, así como aditivos químicos”, dijo Zhang.
Estos alimentos pueden tratarse con espesantes, colorantes, estabilizadores, glaseados y aditivos. Pueden extruirse, moldearse o procesarse previamente para freír, antes de envasarlas en latas o envoltorios.
Pueden contener jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, aislados de proteínas o aceites interesterificados (reemplazos de las grasas trans, que ahora están ampliamente prohibidas).
¿Qué alimentos son ultraprocesados?
Los ejemplos incluyen muchas barras de granola envasadas y cereales para el desayuno, refrescos carbonatados, dulces, margarina, bebidas energéticas, yogures saborizados, nuggets de pollo y salchichas.
Esta investigación no exploró en profundidad qué alimentos ultraprocesados podrían ser los más dañinos, y es difícil determinar cuánto pueden interactuar las elecciones dietéticas de las personas con sus otras opciones o circunstancias de vida (como el nivel de actividad, el acceso a los alimentos, los ingresos o historia familiar).
También es difícil saber a partir de un estudio como este si hay algunos grados de diferencia de calidad entre los diferentes alimentos procesados, pero la evidencia sugiere que en general no son excelentes.
Incluso los pequeños cambios en los hábitos de comer bocadillos pueden marcar la diferencia
Zhang sugiere que incluso un pequeño cambio diario en una rutina de alimentación podría ayudar.
Si un aumento de 5% en los alimentos ultraprocesados puede dañar la salud del corazón, entonces una pequeña disminución en el consumo de alimentos ultraprocesados, como reemplazar un bocadillo envasado con algunas frutas, verduras o nueces, podría ayudar a su corazón.
“Pide un bocadillo con pan integral”, sugirió, en lugar de optar por el pan blanco esponjoso (solo asegúrate de que incluya las palabras “grano integral” y no sea un producto de grano refinado).
Él dijo que incluso si “cambias un poco”, de una manera que tu billetera y tu horario puedan permitirlo, esas sutiles diferencias pueden sumarse con el tiempo para mejorar la salud general.
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