- Girls United es una organización internacional sin fines de lucro que empodera a las niñas y mujeres a través del futbol.
- Su presidenta y CEO, Romina Calatayud, explicó a Business Insider México por qué el reto actual es que las chicas tengan más espacios para comenzar a jugar futbol.
- Además, compartió que el futbol ayuda a que las mujeres aprendan herramientas que las impulsan a convertirse en líderes.
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Hasta la fecha, existe la idea de que la primera Copa Mundial de Futbol Femenil se jugó en China en 1991, pero ¿qué pensarías si te dijeran que, de hecho, la primera se disputó en México?
El documental Copa 71 cuenta la historia de dicho torneo, en el que las chicas de países como Inglaterra, Francia, Dinamarca, Argentina, Italia (y claro, México) tuvieron la oportunidad de jugar en recintos como el Estadio Azteca, después de que por años pelearon por la oportunidad de seguir su pasión.
Sin embargo, el torneo no fue reconocido por la FIFA, organismo que en ese momento incluso vetó la participación de las mujeres en este deporte. Copa 71 muestra imágenes y testimonios de las jugadoras que hicieron historia, pero cuyo papel fue borrado durante años.
El pasado 15 de marzo, Girls United hizo una proyección especial de la película. La organización internacional sin fines de lucro empodera a las niñas y mujeres a través del futbol para crear un mundo más equitativo.
Desde su fundación en 2016, crea oportunidades para que las chicas puedan practicar este deporte sin barreras. Al igual que “alcanzar su potencial dentro y fuera de la cancha”, de acuerdo con uno de sus comunicados.
En entrevista con Business Insider México, la fundadora y CEO de Girls United, Romina Calatayud, explicó que la importancia de películas como Copa 71 va más allá de mostrar a las niñas que pueden jugar futbol.
“No importa si van a ser abogadas, ingenieras o el oficio que vayan a tener de grandes. Es el saber que pueden soñar, que las mujeres pueden estar rompiendo barreras, haciendo cosas innovadoras y ocupando espacios. Eso les cambia la mentalidad sobre cuáles son sus posibilidades y qué es lo que pueden llegar a ser”, dijo.
“Estos documentales te dan derecho a soñar y cuando lo ves en una pantalla, mucho más. Sientes esa emoción y cosquilleo que se convierte en una pasión”.
Se necesitan más espacios para que las niñas comiencen a jugar futbol
La final de la Copa Mundial de Futbol Femenil de 1971 entre México y Dinamarca logró reunir a aproximadamente 110,000 aficionados en el Estadio Azteca, de acuerdo con N+.
Al terminar el partido con la victoria de las danesas, el desarrollo de las mujeres en este deporte se paró en seco. Tuvieron que pasar varios años para que se pudiera aspirar a una carrera profesional como futbolista.
Hoy, el futbol femenil ha tenido un aumento del 146% a nivel mundial, rompiendo récords de asistencia en partidos oficiales, como el que se alcanzó en abril de 2022 en un duelo de la UEFA Women’s Champions League entre el Barcelona y el Wolfsburg, que congregó a 91,648 aficionados.
Según el estudio Deloitte Football Money League, en la temporada 2022-2023, los 15 clubes de futbol femenil más ricos de Europa facturaron un promedio de 4.7 millones de dólares (mdd); mientras que los de Estados Unidos registraron un promedio de ingresos de 5 mdd.
En México, la Liga MX Femenil ha roto récords de audiencia televisiva, con más de 3.9 millones de espectadores, aseguró la FIFA. A nivel político, a principios de marzo el Senado aprobó por unanimidad una reforma a la Ley del Trabajo para alcanzar la igualdad salarial entre hombres y mujeres en el futbol. El Economista informó que el cambio obliga a los clubes a contar con un salario base igualitario para los atletas, sin importar el género.
Sin embargo, el gran momento por el que pasa el futbol femenil no significa que dejen de existir retos que aún debe superar.
“Lo que todos debemos tener en mente es la base de la pirámide”, señaló Calatayud. “¿Cómo le hacemos para que más niñas tengan espacios en donde puedan empezar a jugar? Para que a la hora de tener 15, 16 o 17 años ya sean futbolistas formadas”.
“Si lo pensamos en paralelo al futbol varonil, el éxito de la industria recae en que hay una pirámide de millones de personas que son aficionados y jugadores. No importa la edad que tengan o su nivel, si son niños, tienen donde jugar futbol”.
“Hasta que eso suceda con el futbol femenil, no podemos decir que es una industria sustentable”, agregó.
Aquí es donde entra Girls United, cuyos programas incluyen las creación de clubes de futbol exclusivos para niñas y mujeres; competencias que promueven el deporte y la competitividad en ambientes sanos y seguros; y redes de clubes, jugadoras y entrenadoras en el mundo.
En nuestro país, estos espacios se encuentran en Bacalar, Chetumal e Iztapalapa en la CDMX, que de enero a septiembre de 2023 contó con la participación de 80 chicas de entre siete y 16 años.
“Cuando hablamos con nuestra población de niñas, más del 85% nos comentan que jamás habían experimentado estar en un espacio creado y exclusivamente para ellas”, compartió Calatayud.
“El reto es que no existen esos entrenamientos. Los mixtos abren sus puertas, pero no piensan en cuáles son las necesidades de las niñas para sentirse seguras”, enfatizó, añadiendo que estos incluyen el acceso a espacios públicos seguros, el trayecto para llegar a ellos e incluso que hayan vestidores para mujeres.
“Luego, que también hayan entrenadoras que puedan ser referentes y modelos a seguir. Nosotras contamos con entrenadoras. De manera orgánica ha sucedido que todas estén capacidades. Esto crea un espacio de confianza y un vínculo que ayuda a las familiares a sentir comunidad dentro del club”, aseguró la presidenta de Girls United.
El futbol impulsa a las mujeres a convertirse en líderes
Brindar espacios seguros para que las niñas comiencen a jugar futbol no solo es necesario para impulsar este deporte y su profesionalización, sino que el simple hecho de jugarlo ayuda a las chicas.
De acuerdo con la CEO de Girls United, practicar algún deporte en conjunto (como el futbol) en la infancia y adolescencia brinda habilidades como la resiliencia, toma de decisiones, trabajo en equipo y disciplina. A eso también hay que sumarle que refuerza la salud física y mental.
En el caso específico de las mujeres, todas estas cualidades ayudan a empoderarlas e impulsarlas para que puedan convertirse en líderes, una de las principales misiones de esta organización sin fines de lucro.
“Son oportunidades de desarrollo fuera del aula. Son espacios educativos, pero de habilidades de la vida, no tanto lo que hay en los libros”, explicó Calatayud.
“Al tener exposición a esas herramientas, las niñas aprenden autoestima, confianza y maneras de hablar que les dan ese liderazgo”.
“Son las que después las ayudan a estar en una junta de ejecutivos y sentir que pueden alzar la voz. También que pueden aplicar a otro trabajo”, añadió.
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