• Un profesor de Harvard descubrió misteriosas esferas ricas en metales en el fondo del océano.
  • Dijo polémicamente que su composición inusual significaba que podrían ser tecnología alienígena.
  • Muchos científicos cuestionaron esta afirmación, y uno ahora dice que pueden ser solo desechos industriales.
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Las afirmaciones de un profesor de Harvard de que las esferas metálicas descubiertas bajo el océano pudieron haber sido creadas por tecnología alienígena nuevamente son cuestionadas por la comunidad científica.

En julio, Avi Loeb, director de un centro de astrofísica computacional de Harvard, dijo que las esferas cubiertas del Océano Pacífico son consecuencia de un meteorito que explotó cerca de la Tierra en 2014.

«Su extraña composición química sugería que podrían ser una forma de tecnología alienígena», explicó el experto.

La declaración de las esferas debido a la tecnología alienígena generó críticas por parte de la comunidad científica, que no tardaron un dar una respuesta a Loeb, objetando que sus afirmaciones eran audaces y apresuradas.

Actualmente se realizó un análisis que puede ofrecer una explicación más realista para las misteriosas esferas; estas podrían ser simplemente una rama de la quema de carbón.

Esferas formadas por desechos industriales

Patricio Gallardo, investigador de la Universidad de Chicago, analizó la composición química de las cenizas de carbón, un producto de desecho que deja la combustión del carbón en las centrales eléctricas y las máquinas de vapor.

Como referencia, Gallardo utilizó una base de datos de productos químicos de carbón disponible para el público llamada Coalqual.

Según el experto, en su análisis encontró que las concentraciones de hierro, níquel, berilio, lantano y uranio reportadas por Loeb y sus colegas en las esferas metálicas eran consistentes con las expectativas de las cenizas de carbón de una base de datos de composición química del carbón.

«El origen meteorítico es desfavorecido», escribió Gallardo.

El análisis de Gallardo fue publicado en un journal científico que no es revisado por pares.

¿Evidencia de tecnología alienígena?

«Bueno, de hecho descubrieron evidencia de una civilización tecnológica… aquí mismo en la Tierra», escribió Caleb Sharf, científico principal de astrobiología en el Centro Ames de la NASA.

En una publicación en Medium, Loeb explicó que la teoría de las cenizas de carbón estaba basada en comentarios no arbitrados que examinaron superficialmente algunos elementos de las docenas que analizó su equipo.

«Para que sea científicamente creíble, cualquier afirmación de este tipo debe reproducir las abundantes medidas de todos los elementos; y en particular, demostrar la pérdida de elementos volátiles, como se deduce en nuestro artículo», continuó el experto.

Loeb proporcionó varias refutaciones al análisis. Citó a Jim Lem, jefe del departamento de ingeniería de minas de la Universidad Tecnológica de Papúa Nueva Guinea. Lem dijo que la región donde se llevó a cabo la expedición no debería tener mineralización de carbón y afirmó que las esferas contienen más hierro que cenizas de carbón.

¿De dónde vinieron las misteriosas esferas metálicas?

La decisión de Loeb de buscar estas esferas provino de una apuesta de alto riesgo.

El New York Times informó que el equipo del científico había descubierto registros gubernamentales parcialmente clasificados que sugerían que un objeto había explotado cerca de la Tierra en 2014.

Su análisis, así como una carta del Comando Espacial de Estados Unidos, sugirieron que la bola de fuego podría provenir de un objeto que había viajado desde el espacio interestelar, informó el Times.

Esto dejó a Loeb preguntándose si el objeto de 2014 era una sonda extraterrestre, informó el medio.

El Times informó que para probar la teoría de las esferas como tecnología alienígena, Loeb hizo todo lo posible para recuperar los restos del objeto, que habría aterrizado cerca de Papúa Nueva Guinea. Se apoderó de un «rastrillo» magnético que podía cubrir bajo toneladas de agua; una expedición que recibió el respaldo de 1.5 millones de dólares (mdd) de un magnate de las criptomonedas.

¿Es la primera vez que se mencionan estas teorías?

Esta no es la primera incursión de Loeb en el turbio mundo de la caza de alienígenas; en el pasado afirmó que el objeto rocoso interestelar llamado Oumuamua, con forma de cigarro, volaba en un patrón extraño al pasar por la Tierra, era probablemente una pieza de tecnología alienígena. La afirmación está siendo muy discutida entre los científicos.

La expedición a Papúa Nueva Guinea podría haber fracasado si las esferas no fueran magnéticas, informó el Times; pero el equipo recuperó cientos de esferas metálicas que son el sello distintivo de los escombros que quedan cuando la roca fundida arde a través de la atmósfera.

Loeb y sus coautores explicaron en artículo publicado en línea, que cinco de las 57 esferas que se analizaron eran objetos extraños y podrían provenir de una avanzada tecnología alienígena.

Según el documento, estaban hechos de un exceso de berilio, lantano y uranio; una composición nunca antes vista para las diminutas esferas. También mencionan que las esferas llevaban extraños isótopos de hierro, versiones de átomos, que en conjunto estaban revelando su origen interestelar.

Al bautizar estas cinco esferas como BeLaU, Loeb y sus colegas dieron un paso más en su interpretación. En su análisis rescataron que estos objetos pueden reflejar un origen tecnológico extraterrestre, aunque la afirmación requería más investigación.

«Los fragmentos podrían ser una nave espacial de otra civilización o algún dispositivo tecnológico», dijo Loeb a CBS News.

Una opinión polémica

Muchos científicos se distanciaron rápidamente de la interpretación de Loeb y sus colegas.

Algunos estuvieron de acuerdo en que la extraña composición de las esferas de BeLaU podrían sugerir un origen extraterrestre, pero cuestionaron la afirmación de que necesariamente se hicieron fuera del sistema solar.

Otros que analizaron el objeto de 2014 no estuvieron de acuerdo en que provinieran del espacio interestelar; sugirieron que la composición de la esfera podría provenir del sistema solar.

Loeb no estaba de acuerdo con los científicos y los llamaba sus «críticos perezosos».

El análisis del equipo de Loeb tiene otros datos

Loeb respondió a una solicitud de comentarios de Insider y explicó que las cenizas de carbón no son lo suficientemente magnéticas como para ser recogidas por el equipo especial que utilizaron, dado que empleaban imanes.

El análisis de su equipo compara la composición de las esferas con las cenizas de carbón se realizó por sus colaboradores Stein Jacobsen de la Universidad de Harvard y Roald Tagle de la Corporación Bruker en Alemania.

«Los dos son completamente diferentes en muchos elementos, incluidos el hierro, el silicio o el aluminio», explicaron los expertos.

«No hay forma de que los dos se confundan entre sí. Estamos desconcertados de que se haya sugerido la asociación de nuestras esferas con cenizas de carbón», agregaron.

Según el estudio, sus equipos de investigación estaban analizando 93% restante de las casi 800 esferas recolectadas.

«Es sorprendente que alguien afirme de manera decisiva que las esferas son cenizas de carbón sin tener acceso a los materiales; la única forma de determinar la naturaleza de las esferas es a través de un cuidadoso análisis científico, que actualmente estamos llevando a cabo con los mejores instrumentos del mundo «, dijo a Insider.

Loeb concluyó que la tecnología alienígena puede ser una realidad y se informará de un análisis completo de la composición de estos objetos esféricos, una vez que esté terminado. Gallardo no respondió a las solicitudes de comentarios.

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