- Sarah Lempa se graduó con un título en marketing en 2018.
- Se fue a Vietnam, donde amplió su negocio como escritora y especialista en marketing para de medios en meses.
- Luego, la empresa ganó 41,000 dólares en un año. Ella explica cómo lo hizo.
Después de graduarme con un título en marketing de la Universidad de Minnesota en 2018, hice una pasantía de verano en la que dormía la siesta durante las pausas para el almuerzo. Sabía que el horario de 9 a 5 no era para mí.
Durante un día particularmente aburrido, estaba navegando Nomad List: una guía de colaboración colectiva de las mejores ciudades para trabajadores y emprendedores remotos.
Reservé mi boleto de ida a Hanoi, Vietnam el mismo día. Les dije a mis amigos y familiares que mis 3,000 dólares eran suficientes para quedarme seis semanas.
La vida asequible en Vietnam me dio el tiempo para encontrar la manera de escalar el negocio como escritora y especialista en marketing
Cuando llegué en septiembre, vivía en un albergue por 9 dólares la noche. Las cenas y almuerzos de sándwiches solo cuestan 1.25 dólares. Junto con la atractiva cultura y el paisaje de Vietnam, el precio asequible de la vida me dio tiempo para encontrarme.
Antes de partir, compré el sitio www.sarahlempa.com por 50 dólares al año y construí un sitio web extremadamente básico donde ofrecía servicios como «creativa».
Reduje las habilidades que podía ofrecer de forma remota: gestión de redes sociales, redacción de textos publicitarios y diseño de sitios web WiX.
A través de mi red existente de la universidad y un puñado de trabajos a tiempo parcial, forjé conexiones con dos empresas con sede en Minnesota. Firmé un pequeño contrato de medios y un proyecto de sitio web. En total, tenía un ingreso proyectado de aproximadamente 400 dólares para ese primer mes.
Un estilo de vida sencillo me ayudó a impulsar mi negocio de marketing
Un mes después, me senté en un dormitorio del albergue de 8 dólares por noche creando perfiles en Upwork y Fiverr, plataformas donde los trabajadores independientes pueden ofrecer sus habilidades.
Para entonces, mi cuenta bancaria tenía más dinero que cuando llegué.
Pasé la mayor parte de mi tiempo enviando propuestas a posibles clientes en línea. La mayoría fue ignorada, pero lentamente, comencé a ver resultados.
Gradualmente, conseguí más contratos, muchos de los cuales estaban en curso. Hacer crecer mi cartera significaba que podía presentarme a clientes y publicaciones más grandes.
Seguí así durante meses, comiendo las comidas más simples y caminando a todas partes para mantener los gastos bajo control. Ya era bastante buena viviendo con poco.
Incluso solía hervir mi propia agua para purificarla en lugar de comprar botellas.
No debes subestimar el trabajo que realizas, aprende a cobrar por él
Tuve que regresar a Estados Unidos después de dos meses en Vietnam por razones personales: el negocio crecía lentamente y ese tiempo en Vietnam demostró que podía escalarlo si seguía adelante.
Después de tres semanas de regreso a casa, despegué nuevamente, esta vez a Colombia y Ecuador, todavía trabajando con mi computadora portátil dondequiera que fuera.
Volví a casa por Navidad y, a principios de 2019, me di cuenta de que había estado subestimando mis habilidades. Para entonces, había establecido contratos continuos con varios clientes a modo de anticipo.
Pero anteriormente había escrito por poco dinero, así que lo aumenté y me di cuenta que no había puesto un precio justo por mis habilidades. Los paquetes de medios pasaron de tan solo 150 dólares por mes hasta un mínimo de 500 dólares, con algunos más de 1,500 dólares por mes.
Luego de escalar el negocio en cuatro meses, casi sobre la marcha mientras viajaba, comencé a ganar entre 3,200 y 3,700 dólares por mes para un total de 41,000 dólares ese año, y trabajaba alrededor de 30 horas por semana en promedio.
Nunca más tuve que trabajar los fines de semana gracias a mi negocio de marketing
Sin viajes diarios ni reuniones corporativas, dediqué todo mi tiempo al trabajo del cliente y al negocio en crecimiento. Todavía no recuerdo la última vez que trabajé un fin de semana.
Fui a Sudamérica en febrero de 2019, viajando por la mayor parte del continente sin dejar de trabajar.
Después de un desvío de verano a Francia y Marruecos y una escala de regreso en los Estados Unidos, partí hacia Australia en agosto. Viajé por allí e islas de Oceanía hasta principios de 2020.
Cortesía de Sarah Lempa.
Cuando ocurrió la pandemia, me encontré encerrada en Indonesia. Finalmente decidí quedarme en medio de cierres fronterizos. Cuando las restricciones disminuyeron en los Estados Unidos la primavera pasada, finalmente regresé para una visita.
Este año, lancé mi propia agencia de contenido digital. Solía viajar a diferentes países cada mes, pero ahora estoy buscando cultivar bases en todo el mundo entre las que pueda moverme estacionalmente.
Si bien no ha sido un viaje fácil, nunca más me siento impulsada a tomar una siesta en mis pausas para el almuerzo.
AHORA LEE: Si tu negocio cerró por la pandemia, estos 5 pasos te pueden ayudar a reactivarlo
